Entrevista con Manel Casals, gerente del Gremio de Hoteles de Barcelona

La economía colaborativa es "un invento del tebeo"

Rechazo de los hoteleros a la futura normativa de la Generalitat que daría amparo a empresas como Airbnb

Publicada 13/09/17
La economía colaborativa es "un invento del tebeo"
  • "Lo único que hay colaborativo en el alojamiento son esas personas que ceden gratis el sofá de casa a viajeros"
  • "Para ciudades de alta demanda turística como Barcelona, los pisos turísticos incrustados en edificios de viviendas generan infinidad de molestias"
  • "No entiendo que la Generalitat tenga una necesidad imperiosa de regular esto, pero imagino que hay grandes compañías detrás"

Cataluña prepara una serie de normativas que darán amparo legal a nuevas ofertas de alojamiento turístico y transporte compartido. Por ejemplo, se contempla que los hogares puedan ofrecer habitaciones para turistas, según recoge un informe de la Comisión Interdepartamental para el Desarrollo de la Economía Colaborativa. Sin embargo, el Gremio de Hoteles de Barcelona considera que la etiqueta de "economía colaborativa" no se corresponde con la realidad, según apunta el gerente de dicha entidad, Manel Casals, en esta entrevista.

Manel Casals, gerente del Gremio de Hoteles de Barcelona.Manel Casals, gerente del Gremio de Hoteles de Barcelona.

La semana pasada, la Generalitat de Cataluña aprobó un informe para el Desarrollo de la Economía Colaborativa. ¿Qué valoración hacen desde el Gremio de Hoteles de Barcelona?

Todos estamos a favor de la economía colaborativa. El problema es cuando dejas de colaborar y hay una transacción económica. Cuando se produce un beneficio deja de ser colaborativo y pasa a ser una actividad económica, sea pequeña o grande, más o menos profesionalizada. Que no nos engañen. El primer error que comete este informe es no diferenciar entre lo que es economía sumergida y lo que es economía colaborativa.

¿Entonces qué entienden ustedes por economía colaborativa?

En el sector del alojamiento turístico conocemos la mal llamada economía colaborativa. Aquí no hay prácticamente nada de economía colaborativa. Lo único que hay colaborativo son esas personas que ceden gratis el sofá de su casa a viajeros.

Entonces, ¿el proyecto para regular la economía colaborativa en Cataluña no les parece bien?

Creemos que el informe presentado la semana pasada va por el mal camino. Ya advertimos en su momento, cuando se reguló la vivienda de uso turístico, que la regulación y el crecimiento desmesurado de los pisos turísticos, ya sean legales o ilegales, compartiendo el uso turístico en bloques de viviendas de vecinos, era una amenaza muy seria para la actividad turística.

¿Por qué?

Venimos avisando de esto desde el año 2011 y todo el mundo se ha dado cuenta ahora de las consecuencias que ha comportado para ciudades de alta demanda turística como Barcelona el hecho de que los pisos turísticos se hayan incrustado dentro de los edificios de viviendas, provocando infinidad de molestias en general. Una persona que utiliza un piso por dos o tres noches lo usa de manera muy diferente que el residente habitual. Conscientes de los errores que esto ha supuesto, Barcelona ya ha tomado medidas como no dar más licencias a viviendas de uso turístico y llevar a cabo una lucha muy contundente frente a los pisos turísticos ilegales.

Sin embargo, la Generalitat de Cataluña quiere regular ahora que un particular pueda alquilar habitaciones a turistas, una especie de bed&breakfast...

El hecho de que la Generalitat se plantee ahora el alquiler de habitaciones a turistas significa cometer los mismos errores. Que cualquier cosa sea legalizable es algo totalmente incontrolable. Estamos completamente de acuerdo que debe ordenarse la oferta de alojamiento turístico, pero de una manera que sea controlable, con unas exigencias mínimas. Y si es una actividad económica que se regule como tal. Que todos tengamos los mismos derechos y deberes.

En el otro lado, dirán que las normas para un hotel no pueden ser las mismas que para una casa que alquila habitaciones a turistas...

En una habitación de hotel, por poner un ejemplo, el sofá no puede ser de material inflamable, ni las cortinas, ni las sábanas, ni las puertas... En un piso no hay nada de eso. Tampoco tiene mucho sentido que se pueda legalizar un piso turístico en un tercer piso sin ascensor con escaleras estrechas en un edificio antiguo con vecinos, y turistas subiendo y bajando las escaleras con maletas dando golpes. La Generalitat ya se equivocó regulando este tipo de viviendas turísticas. Esperemos que no tropiecen dos veces con la misma piedra.

En el Reino Unido está regulado el Bed&Breakfast...

Pero esa modalidad de alojamiento tiene allí unos requisitos muy concretos y esto aquí no va a tener nada de eso. Con cédula de habitabilidad ya es suficiente. Estamos de acuerdo que debe ordenarse pero debe hacerse para todos igual. No puede ser que tengas pensiones de cuatro habitaciones que les han obligado a hacer una segunda escalera y en cambio a un piso turístico con más plazas no se les pida nada de eso.

¿Qué consecuencias prevé si el proyecto de regulación sigue adelante tal como está planteado ahora?

Si se legaliza totalmente el alquiler de habitaciones, sin llevar a cabo un control muy exhaustivo, sin mirar muy a fondo lo que se legaliza... Nos volverá a pasar lo mismo. Hemos hablado de todo esto con el departamento de Empresa de la Generalitat, pero creemos que no son muy conscientes cuando les exponemos nuestros argumentos. Ellos tienen muy claro que lo deben legalizar, sin embargo no tienen claro que lo que deben hacer es poner orden en esta oferta. Y no son conscientes que están poniendo en riesgo la marca turística de Barcelona, de gran importancia para Cataluña.

El informe aprobado por la Generalitat tiene como objetivo "conseguir un marco estable para el desarrollo de la economía colaborativa" ante la aparición de nuevas modalidades de negocio como Airbnb o Uber, pero en definitiva ustedes no parecen nada convencidos.

Tampoco entiendo que la Generalitat tenga una necesidad imperiosa de regular esto, pero imagino que hay grandes compañías detrás con grandes capitales que están interesadas en encontrar formas de evitar pagar impuestos y les sale más a cuenta hacer presión a las administraciones que no pagar impuestos. Es así de claro. Están cometiendo un error grave que tendrá consecuencias en la sociedad en general y no sólo en la actividad turística.

Mire este dato: Airbnb pagó 81.000 euros en impuestos en España en 2015. Y por otro lado hay gente que tiene de 12 a 15 pisos turísticos ilegales, que si estuvieran en el mercado de alquiler convencional estarían pagando sus impuestos correspondientes, cosa que no sucede ahora, no se está redistribuyendo la renta. Eso que dicen que la supuesta economía colaborativa redistribuye los beneficios del turismo… Nada de eso. El Estado tiene unos mecanismos que son los impuestos para redistribuir las rentas y lo otro son inventos del tebeo. Creo que la sociedad tiene cada vez más claro esto.

En conclusión...

El problema es que esa supuesta economía colaborativa no tiene ningún tipo de regulación. Cuando hay una transacción económica, que pase a ser economía de mercado y que se regule como cualquier otra actividad y que no nos hagan perder el tiempo con historias, porque deberíamos estar por otros asuntos.

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