Sarasola: "La turismofobia ha sido utilizada por los grupos hoteleros"

Kike Sarasola aboga en este sentido por que “ahora que estamos teniendo éxito es cuando hay que regular su actividad, pero no se está haciendo bien. No creo en la prohibición porque cualquier tipo de prohibición es mala, pero sí creo en la regulación”. Como apunta el hotelero, “el mundo está cambiando. Es un nuevo modelo de negocio al que tenemos que aplicar una nueva regulación. Nuestros dirigentes tienen que abrir los ojos para aceptar que es lo que viene porque es el futuro, y regularlo con inteligencia”.

Y es que, añade, “a mí cuando el Gobierno me dice que hemos crecido en turismo porque vienen cinco millones de personas más, yo pienso: ‘no, si no caben cinco millones de personas más. Tráigame cinco millones de personas menos pero que gasten más y que sea un turismo de más calidad’”.

"Es un nuevo modelo de negocio al que tenemos que aplicar una nueva regulación", opina Kike Sarasola.

Pero el problema, reconoce, “no procede ni de los apartamentos ni de los hoteles, sino de los flujos. Tenemos que cortarlos en origen”, proponiendo que se controlen esos flujos turísticos en los puntos de entrada al país, ya sean puertos o aeropuertos. “Aquí cómo vas a controlar si uno va a un apartamento turístico o a un hotel. Eso es muy difícil. Hay que hacerlo en origen”.

Compensar las molestias a los vecinos

Para Sarasola “el gran reto del siglo XXI es que aprendamos a convivir los viajeros con los residentes locales”. Para ello propone, como un primer paso para fomentar esa convivencia, que ante las quejas de las comunidades de vecinos por las molestias que generan estos pisos, igual que hay tasas turísticas, de las que está a favor, pagar a esa comunidad una cantidad similar, dos euros por ejemplo, por cada noche que se utilice ese apartamento como vivienda turística alquilada. Así se genera “una hucha para la comunidad de vecinos, que con ese dinero a lo mejor a final de año puede cambiar el ascensor, hacer mejoras, etc.”.

Es una forma de involucrarnos, explica, “no para que nos den autorización para realizar esa actividad, porque al fin y al cabo es una propiedad privada y puedo hacer con ella lo que quiera, siempre dentro de la legalidad y pagando mis impuestos. Es una medida para revertir en la comunidad algo del dinero que se está ganando”. Además admite que en sus nuevos proyectos con Be Mate, como han hecho con el edificio Be Mate Plaza de España (como ha informado HOSTELTUR noticias de turismo en 'Be Mate cumple tres años con 10.000 viviendas y estrenando nuevos destinos',) “estamos cogiendo edificios enteros para albergar las viviendas turísticas, porque así molestamos menos a los vecinos y está más enfocado a nuestro negocio”.

Turismo y cultura

Sarasola defiende la tasa turística “siempre que revierta en algo relacionado con el turismo o la cultura, porque ambos deberían ir unidos; tendría que haber un Ministerio de Turismo y Cultura y no como está ahora con otras disciplinas con las que no tiene nada que ver”. Y ha puesto como ejemplo si “esa tasa turística se destinara a organizar la mejor exposición de Picasso, eso revertiría en atraer a gente de más nivel”.