Accionista de TAP rechaza pagar la terminal low cost de Lisboa
Publicada 20/10/17
- El consorcio Gateway, que controla el 45% de TAP, no quiere contribuir a financiar una terminal que utilizará Ryanair y otras low cost
- El empresario David Neeleman se refirió a la situación de TAP, cuya deuda alcanza los 600 M €
- La aerolínea quiere aumentar sus rutas en el aeropuerto de Oporto y competir allí con las low cost
El empresario brasileño David Neeleman, accionista de la aerolínea portuguesa TAP, ha afirmado este jueves que su compañía no va a contribuir a financiar la nueva terminal del Aeropuerto de Lisboa, que previsiblemente será destinada a las aerolíneas low cost. "No voy a pagar el aeropuerto para Ryanair".
Neeleman ha asegurado que el año pasado la low cost irandesa devolvió 800 millones de euros a los accionistas, "mientras nosotros, TAP, estamos sobreviviendo. No les vamos a dar subsidios", dijo en un acto organizado por la Cámara de Comercio Luso-Británica en Lisboa.
Neeleman forma parte del consorcio Gateway, que controla el 45% del capital de TAP, mientras que el Estado portugués controla el 50% y el restante 5%, los trabajadores.
La aerolínea portuguesa ha sostenido en varias ocasiones que no quiere trasladarse a la nueva terminal de Montijo, al otro lado del Tajo, ya que TAP utiliza el Aeropuerto de Lisboa como su hub y muchos pasajeros hacen escala en la capital portuguesa.
El empresario brasileño consideró además que el plazo de cinco años, previsto para terminar la infraestructura, es demasiado extenso y que el Aeropuerto de Lisboa necesita una solución más rápida para afrontar su exceso de pasajeros.
"Es una locura que tengamos sólo un aeropuerto en Lisboa, con una sola pista", dijo Neeleman, que consideró que la nueva infraestructura podría construirse en seis meses, como ya se hizo con la terminal 2 que actualmente utilizan las compañías de bajo coste.
Neeleman comentó también la situación financiera de TAP, que tiene una deuda de 600 millones de euros, la mayor parte con bancos portugueses, y avanzó que empezará a saldarse en noviembre de 2018 con pagos mensuales de 10 millones.
La aerolínea quiere aumentar sus rutas en el aeropuerto de Oporto y competir allí con las low cost, para lo que anunciará nuevos vuelos en la primavera de 2018.
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