Los pequeños pueblos reclaman su porción en la tarta turística

Nuestro país recibió más de 75 millones de turistas internacionales en 2016 y se prevé que este año se superarán los 80 millones. La gran mayoría de esos visitantes busca el sol y la playa y tiende a concentrarse en zonas de costa. El turismo urbano presenta también una tendencia creciente entre las preferencias de los viajeros y las grandes ciudades españolas registran cada año un mayor número de llegadas.

Pero en España existen, además, miles de municipios, con grandes atractivos y recursos turísticos, tanto históricos como naturales, que reclaman un espacio en la industria turística. Ofrecen otras alternativas a los visitantes y buscan otra vía para dinamizar su economía y afianzar a su población.

La Asociación de Los Pueblos más bonitos de España está integrada actualmente por 57 municipios, como Sajazarra (La Rioja) en la imagen.

La asociación Los Pueblos más bonitos de España se constituyó en 2011 con el fin de promocionar y preservar el patrimonio cultural y natural de áreas más despobladas y con bajo nivel de industrialización. Comenzó con 14 municipios y ya cuenta con 57 y a finales de año se darán a conocer las localidades que se incorporarán en 2017. Según explica su presidente, Francisco Mestre, cada año se suman entre siete y 12 nuevas poblaciones.

Gracias a su adhesión a la citada asociación, gran parte de estos municipios han experimentado incrementos del 20% y el 30% e incluso han duplicado la cifra de visitantes, especialmente en los menos habituados a recibir turismo. Mestre cita como ejemplo el municipio zaragozano de Anento, que ha multiplicado por seis las llegadas, o Puebla de Sanabria, en Zamora, que se ha unido este año a la agrupación y en este tiempo ha registrado un aumento del 20%. Ante el incremento de visitantes, algunas de estas localidades han incorporado hoteles, casas rurales y oficinas de turismo, generando así más empleo y riqueza para la zona.

Esta actividad constituye “un modus vivendi para los pueblos porque uno de los grandes problemas de la España interior es la despoblación, y esta iniciativa está haciendo que la gente se quede y tenga un medio de vida”, indica Mestre.

Ocupar en temporada baja

Además de “poner en valor la riqueza patrimonial de esos pueblos”, como indica su presidente, otro de los objetivos de Los Pueblos más bonitos de España es la desestacionalización, “buscamos un turismo que venga todo el año”, añade.

De hecho, la agrupación incluye también algunos municipios de costa, que concentran a miles de visitantes en verano, pero que sufren un acusado descenso fuera de temporada, como Mojácar y Peñíscola.

Una exhaustiva auditoría

Para formar parte de esta red los pueblos deben de tener menos de 15.000 habitantes y han de superar una auditoría en la que se analizan un mínimo de 40 criterios, como la limpieza, conservación de las fachadas, circulación de vehículos, existencia de un área de aparcamiento, cuidado de las zonas verdes o el tratamiento de los carteles publicitarios, entre otras.

La iniciativa está basada en el modelo francés Les Plus Beaux Villages de Francia, la primera red del mundo, constituida en 1982. En 2012 se creó una federación internacional, integrada por seis países, incluido el nuestro, lo que otorga mayor visibilidad fuera de nuestras fronteras a los pueblos españoles y les ha ayudado a multiplicar las llegadas de viajeros extranjeros, que ya suponen el 15%.

Además, “el tipo de turismo que reciben es de calidad. Va a visitar el patrimonio y la cultura y no es un turismo que tenga un impacto negativo, sino todo lo contrario, genera dinero y no sólo en el pueblo también en el resto de la comarca”, afirma Francisco Mestre.

Municipios con historia

Por otro lado, en 2013, en la Comunidad de Madrid se creó el programa Villas de Madrid, que según la presidenta regional, Cristina Cifuentes, “busca potenciar aquellos municipios que dentro del entorno rural se caracterizan por tener un importante patrimonio cultural y una infraestructura suficiente que ofrecer al visitante”. En su inicio estaba integrada por seis municipios y este verano se han incorporado otros cinco.

Entre los criterios contemplados para unirse a este grupo se encuentra el hecho de ser un pueblo con historia, tener menos de 20.000 habitantes, estar localizado en un área turística (Sierra Norte, Sierra de Guadarrama, Sierra Oeste y Las Vegas) y disponer de oferta patrimonial cultural, así como puntos de información, páginas web y redes sociales específicas.

Asimismo, deben contar con una política de turismo local o comarcal, tener equipamiento de alojamiento y hostelería; así como pertenecer al SICTED (Sistema Integral de Calidad Turística Española en Destinos) o a otro sistema de calidad.

Otras iniciativas de dinamización

El portal Escapadarural ha organizado este año un certamen para elegir a la Capital del Turismo Rural 2017, al que se presentaron 269 municipios y del que resultó ganadora la localidad de Sigüenza (Guadalajara). Para participar en el concurso debían cumplir tres requisitos: tener menos de 10.000 habitantes, estar bien comunicados con carreteras principales y a menos de una hora de una vía principal, y contar con la infraestructura necesaria para recibir a los viajeros y celebrar una gran fiesta popular.

Los pueblos de costa se unen

La asociación Villas Marineras agrupa a seis municipios de Galicia, Asturias y Cantabria con el objetivo de desarrollar acciones de promoción y comercialización en común en los mercados turísticos.

Cada una de ellas presenta un valor diferencial, pero comparten el clima, la gastronomía, el paisaje y la proximidad al mar. Apostaron por el trabajo conjunto con el fin de desarrollar nuevos productos destinados a desestacionalizar esta zona. En su mejor momento la agrupación llegó a contar con 17 integrantes y ahora trata de dar un nuevo impulso a este acuerdo de colaboración con el nuevo plan estratégico.

Este reportaje forma parte de los contenidos de la revista HOSTELTUR de octubre, también se adjunta en PDF.