Brasil y el reto de rentabilizar los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol
Publicada 05/09/12
Vasilica Margalina expone en este post lo que la organizació de los JJOO de 2016 y previamente el Mundial de fútbol de 2014 puede significar para Brasil. Hay inversiones previstas de miles de millones de euros pero, ¿habrá retorno para la población? ¿Quedará endeudado para siempre el país?
Hace poco leía en HOSTELTUR la noticia Brasil gastará 52.300 M € para mejorar sus infraestructuras. Este plan se desarrollo en un plazo de 25 años. La mayoría de estas inversiones se harán en los primeros 5 años, un período que coincide con la celebración del Mundial de Futbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016. A estas inversiones se suman las inversiones de las grandes cadenas hoteleras. Teniendo en cuenta de conocimientos de economía he llegado a varias conclusiones.
El mismo artículo informa que en los próximos cinco años, se harán concesiones de casi el 60% del total, en valor de 31.380 millones de euro, al sector privado, en términos muy favorables por parte del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil. La pregunta es ¿de donde proviene ese dinero? ¿del PIB de Brasil? ¿De prestamos? ¿recurrirá el gobierno de Brasil a la inflación? Si se trataría de la opción primera no hubiera un problema grande. Pero el simple hecho de que ese dinero será entregado en “términos muy favorables” significa una manipulación de los intereses en el mercado y/o las condiciones de crédito. Esto elimina la alerta natural de si esos recursos serán alocados a proyectos viables o no. Si se trata de préstamos, los ciudadanos tendrán que pagar los intereses. Si el gobierno decide hacer inflación, es decir a través de su banco nacional imprimir billetes, eso provoca el muy conocido efecto, subida de precios.
Al construir mucha infraestructura y hoteles se producirá un significante aumento del sector de la construcción. Se mandarán señales en el mercado de que hay una demanda de materiales de construcción y por lo tanto se abrirán fábricas para satisfacer esta creciente demanda. También crecerá la demanda de trabajadores calificados o sin calificación. Al aumentar la demanda de trabajadores en este sector también crecerán los sueldos y mucha gente estará interesada en trabajar en él. Por eso durantes esos 5, 25 años lo más probable se producirá una migración de personas dentro de Brasil. Al tener un mayor sueldo estas personas consumirán más lo que tendrá efectos en otras industrias y en los precios. ¿Y cuanto tiempo podrá mantener el país ese mismo ritmo de construcciones? Independientemente de cuanto dure, al acabar, habrán empresas que van quebrar y personas en paro que habrá que recalificar.
¿Y toda la infraestructura que se va construir? ¿Será capaz la economía de Brasil y el Mundial de Futbol y los Juegos Olímpicos atraer el suficiente dinero para recuperar las inversiones y poder además mantener en buen estado esa infraestructura? Según informa AFP, el parque olímpico de Atenas es ya una ruina.
En 2011 la economía de Brasil ralentizó su crecimiento hasta el 2,7% y este año se espera un crecimiento del 2% ó menos. Por tanto es muy poco probable que la economía de Brasil pueda financiar todas estas inversiones si acudir a préstamos. El número de turistas que atraerá Brasil durante la Mundial de Futbol y los Juegos Olímpicos dependerá de la evolución de las demás economías, ya que el coste de un viaje a este país para los visitantes de otros continentes es mayor que el viaje a Londres, por ejemplo.
Es verdad que la atención mediática durante estos eventos es beneficiosa para la imagen del país y para atraer turistas en el futuro. Pero el caso de Brasil es diferente al de Londres. Está última ciudad ya había organizado anteriormente los Juegos Olímpicos, por lo que ya tenía disponible gran parte de infraestructuras y ahora organizándoles de nuevo podía rentabilizar esas instalaciones sin tener que hacer grandes inversiones. En cambio las inversiones que tiene que hacer Brasil para estos eventos les pueden resultar carros a sus ciudadanos. Estos tal vez van a vivir mejor durante unos años, pero después de esto pueden despertarse más pobres, con infraestructuras e instalaciones que no pueden mantener (como las de Atenas) y con deudas que hay que pagar.
¿Vosotros pensáis que va ser rentable para Brasil y sus habitantes la organización de estos megaeventos?
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