Los vuelos supersónicos regresarán a los cielos en cinco años

La compañía con sede en Denver, Colorado, Estados Unidos, está buscando desarrollar un reemplazo silencioso del recordado Concorde. Espera comenzar las pruebas de la aeronave en 2018, con miras a aceptar pasajeros a bordo de su aún no identificado jet supersónico de 55 asientos de capacidad en 2023.

"Desde la invención del motor a reacción en la década de los años ‘50, hemos visto un progreso mensurable en casi todas las áreas del logro humano. Sin embargo, lo que fue un vuelo de cinco horas en 1950 todavía demora cinco horas en 2017", explicó el fundador de la empresa, Blake Scholl.

Explica que la velocidad no se trata de ir realmente rápido. Se trata de la cercanía: hacer que se sienta que los lugares lejanos están a la vuelta de la esquina. “Si podemos volar dos veces más rápido, el mundo se vuelve el doble de pequeño. Un vuelo más rápido une al mundo, difunde la cultura, fortalece los lazos y hace de nuestro planeta un hogar más accesible para todos nosotros. Hoy en día, no hay barreras científicas para un vuelo supersónico, y la industria puede y debe hacerlo mejor”, afirma Scholl.

La empresa explica que está buscando un sitio de fabricación, habiendo recaudado los 33 millones de dólares necesarios para construir un avión de prueba a pequeña escala, el XB-1. Hasta ahora, tiene 76 jets en prepedido con cinco aerolíneas, y ha tenido conversaciones con 20 más sobre futuras ofertas de compra. Hace un año, en noviembre de 2016, anunció su asociación con la empresa Virgin Galactic del magnate Richard Branson para la fabricación de su avión (ver: Desarrollan un avión supersónico cuyos vuelos costarán 4.700 €).

Scholl reveló que, abandonando los ruidosos posquemadores del Concorde en favor de la tecnología de turboventiladores, su empresa puede producir un avión lo suficientemente silencioso como para aterrizar en concurridos aeropuertos de ciudades como Londres Heathrow por la noche.

"Somos muy conscientes de la necesidad de hacer de éste un vehículo económico que las aerolíneas puedan operar de manera rentable, y que los pasajeros realmente puedan permitirse el lujo de volar en él”. Señala que si se va a niveles realmente silenciosos, se convierte en un gran devorador de combustible, y aunque eso podría funcionar como jet de negocios, no es viable como avión comercial. “Creemos que hay un punto dulce de intensidad moderada en el que se mezclará con el ruido de fondo de nuestro mundo no perfectamente silencioso, lo que lo hará adecuado para vuelos terrestres y, al mismo tiempo, lo suficientemente eficiente para operar económicamente para pasajeros y aerolíneas”.

Los vuelos supersonicos podrían regresar a los cielos en sólo cinco años (Foto: Boom LinkedIn).