Madrid Central puede perjudicar al turismo MICE y las excursiones

El pasado 3 de enero, conductores y empresarios del transporte discrecional de Madrid se manifestaron para reclamar al Ayuntamiento que habilite dársenas en la Gran Vía, dado que solo el distrito Centro aglutina más de 700 establecimientos hoteleros.

"Entre Neptuno y Plaza de España, los únicos puntos en los que tenemos permiso para parar, hay una distancia de 2,1 kilómetros. Los turistas con maletas, las familias con niños, carritos de bebé y la gente mayor necesitan comodidad o no querrán venir a la ciudad", ha explicado la portavoz de los manifestantes, Begoña Landa.

Autocares que participaron en la protesta del pasado 3 de enero en la Gran Vía de Madrid.

Zona de Gran Afluencia Turística

El centro es Zona de Gran Afluencia Turística, declarada por el propio Ayuntamiento en 2007, y acoge "40.000 habitaciones y los principales atractivos turísticos de la ciudad", generando un 65% de la actividad del sector, ha añadido.

"Representamos a doscientas empresas de autocares independientes discrecionales, de las que dependen miles de familias para comer", según la portavoz.

Las empresas autocaristas reclaman mejoras en el diseño de Madrid Central para facilitar el transporte de turistas

Unos empleos que "corren peligro si no se introducen mejoras en el diseño de Madrid Central que faciliten el acceso al transporte turístico discrecional", ha agregado.

"Buscamos soluciones desde el diálogo", según los manifestantes que acusan al Ayuntamiento de "actuaciones arbitrarias, trato de favor y discriminación entre las empresas de transporte turístico".

Diariamente estos autocares hacen 100 desplazamientos al aeropuerto y más de 400 traslados punto a punto para el turismo de congresos y convenciones, según el colectivo de Autocares Independientes Discrecionales de Madrid.

Los manifestantes repartieron folletos informativos en la Gran Vía.

Excursiones a los alredores

En materia de excursiones, todas las rutas hacia las ciudades y monumentos Patrimonio de la Humanidad -Ávila, Segovia, Toledo, El Escorial, Alcalá, Aranjuez- recorren el distrito Centro para recoger pasajeros.

Según la portavoz, los autocares tardan en torno a 10-15 minutos para desalojar un autobús de 50 plazas, por lo que necesitan "zonas de paradas y de estacionamiento, si es que el Ayuntamiento no quiere provocar el deterioro turístico de la capital".

Perjudicará al turismo

"Madrid Central, así no. Porque hace cada vez más hostil Madrid para los turistas", continuó la portavoz, porque si no se introducen mejoras el turismo "se resentirá sí o sí". Y cada vez el transporte público municipal "se introduce más en nuestro sector", aseguró.

Para el colectivo, que asegura ser "partidario de la calidad del aire", la mejor solución es "hacer unas dársenas para no entorpecer el resto del tráfico en la Gran Vía".

Coreando consignas como "Somos transportistas, no terroristas", y otras como "Somos transporte público, queremos parar en la Gran Vía", unos setenta profesionales del sector encabezaron el pasado 3 de enero la protesta por delante de ocho autocares que circulaban detrás con el mensaje "I love turismo", en una nueva movilización que "continuará hasta que el Ayuntamiento nos escuche", concluyen.