El año que acaba de concluir ha confirmado la fase descendente que ha iniciado la ocupación en los hoteles de Benidorm. Tanto es así que el balance anual lo sitúa a niveles similares a los que se registraron en 1994. Dos circunstancias distinguen aquella fecha de la actual. Entonces el sector turístico comenzaba un despegue después de la crisis del 92. El 94 fue el primer peldaño de una fase que culminó cinco años después con un récord histórico del 92,12% de ocupación, según los datos que elabora la patronal de hostelería (Hosbec). La otra diferencia es el número de camas que se ofertaban. 7.000 menos y con una planta hotelera basada en los establecimientos de tres estrellas.
El año que acaba de concluir ha confirmado la fase descendente que ha iniciado la ocupación en los hoteles de Benidorm. Tanto es así que el balance anual lo sitúa a niveles similares a los que se registraron en 1994. Dos circunstancias distinguen aquella fecha de la actual. Entonces el sector turístico comenzaba un despegue después de la crisis del 92. El 94 fue el primer peldaño de una fase que culminó cinco años después con un récord histórico del 92,12% de ocupación, según los datos que elabora la patronal de hostelería (Hosbec). La otra diferencia es el número de camas que se ofertaban. 7.000 menos y con una planta hotelera basada en los establecimientos de tres estrellas.
Ocho años después el panorama es bien distinto. El propio presidente de Hosbec, Pere Joan Devesa reconoce que la ocupación media de este año con una caída de casi 6 puntos no es la mejor. Sin embargo, afirma que las pernoctaciones han aumentado en 800.000 respecto al pasado año. La reflexión es obvia. Han crecido, pero no al ritmo que era necesario para cubrir un aumento de plazas de un 12 % que es justo el que se ha producido en los últimos meses con la apertura de nuevos establecimientos hoteleros y la ampliación de otros. Además la ocupación media de 2002 confirma que el sector ha entrado en una etapa de recesión por lo que se refiere a los meses de la temporada de invierno. En diciembre sólo se han llenado el 65,7% de las camas y las previsiones para enero no son mejores con una estimación del 61,5%. Para algunos hoteleros, «el efecto del euro está siendo crucial para retraer la llegada de turistas nacionales». De igual forma, la crisis de las principales economías mundiales como la alemana o la británica ha hecho que muchos clientes opten por quedarse en casa antes que gastar. A pesar de lo negativo de los últimos datos, Devesa ha lanzado un mensaje optimista de cara al próximo verano si la economía mejora. Todo ello teniendo en cuenta que un previsible conflicto bélico con Irak no trunque las perspectivas de llegada de turistas británicos. El primer mercado extranjero de Benidorm podría verse seriamente afectado si los clientes deciden no viajar en los próximos meses. (A.V., diario Información, 07/01/03)
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