Entrevista con su CEO, José Guillermo Díaz Montañés

Artiem, una cadena en busca de la felicidad

La empresa trabaja con un índice de felicidad interno

Publicada 14/01/19
Artiem, una cadena en busca de la felicidad
  • Su modelo de negocio se basa en creer en lo que hacen, un enfoque a largo plazo que imprime ser una empresa familiar y el concepto de equipo
  • En Artiem buscan que sus empleados y colaboradores se sientan plenos, disfruten trabajando, para asegurarse de que la empresa tiene futuro
  • Además todas sus decisiones han de impactar positivamente en sus grupos de interés para generar prosperidad en su entorno

José Guillermo Díaz Montañés, CEO de Artiem Hotels, tiene claro cuál es la clave del éxito de la cadena: “Creemos en lo que hacemos”. Y lo que hacen es lograr que sus empleados estén satisfechos con su trabajo para que inspiren esa felicidad a los clientes, lo que deviene en buenos resultados. Si a eso le añadimos el enfoque a largo plazo que imprime ser una empresa familiar -“estamos construyendo una catedral”, repite y el concepto de equipo -“somos un equipo que quiere ser feliz trabajando”- completamos la fórmula de su modelo de negocio.

El año pasado ese equipo decidió que había llegado el momento de actualizar el propósito de la cadena definido en 2007, además de fijar una misión y unos valores, base de la filosofía de empresa que impregna toda su actividad, aunque Díaz Montañés insiste en que “es sólo sentido común”.

Y es que su cultura empresarial, según ha explicado su CEO, “se basa en dos principios: conseguir que tus empleados, tus colaboradores, se sientan plenos, disfruten trabajando, porque si es así la empresa tiene futuro. Pero además tenemos que procurar que todas las decisiones que tomemos en la compañía impacten positivamente en nuestros grupos de interés (clientes, proveedores, instituciones, accionistas, otras empresas, etc.). Tenemos que ser generadores de prosperidad para nuestro entorno, siguiendo un modelo de win-win”.

El equipo directivo de Artiem apunta claramente entre sus objetivos el de ser felices trabajando.

Estos dos principios se traducen en una misión, que en 10 años ha pasado de ser la de proporcionar bienestar a los clientes con el cuidado de su cuerpo y mente, a la necesidad de inspirarles felicidad. Y para definir cómo ser feliz entran en juego los valores de la empresa: confianza, pasión y alegría, liderazgo, superación, innovación y ser inclusivo para impactar positivamente en el entorno.

Todo ello enfocado, en palabras de Díaz Montañés, a “ser una empresa líder con un modelo de negocio centrado en la felicidad de las personas, que con esa filosofía seamos capaces de generar prosperidad en nuestro entorno de forma sostenible. Es lo que nos hace movernos en ámbitos muy diferentes o salirnos un poco de lo habitual. Pero esto no es el secreto del éxito, es nuestra forma de ser”. Por todo ello considera que “nuestro negocio no es la hotelería, sino el de la felicidad”.

”Nuestro objetivo es impactar positivamente en el cliente y transformarle y en ello se centra todo, desde una sonrisa a la decoración, la música, el aroma, la alimentación, el confort de la habitación, etc. Para eso hacen falta las personas”.

Y a partir de ahí, añade, “intentamos compartirlo porque cuanta más gente se una ganamos todos. No deja de ser cierto egoísmo porque nos hará mejores a todos. Siempre digo que cuanto mi competencia sea mejor, más creceré yo. Por eso queremos que nos copien, porque si la gente fuera feliz el mundo sería muy diferente. Es una tendencia, ya que cada vez hay más empresas como la nuestra, que va a transformar el mundo. Es la llamada rentabilidad sostenible”.

¿Crecer en tiempo de crisis?

Una rentabilidad sostenible que confluye con su carácter familiar, lo que “te permite tener una visión a largo plazo, ser audaz y conservador al mismo tiempo. Prueba de ello es que siempre hemos crecido en periodos de crisis porque es cuando nuestro modelo aporta valor al poder transformar”.

Además con esa búsqueda de la felicidad consiguen un cliente muy fidelizado y prescriptor: “El 92% o 93% de nuestros huéspedes nos recomienda, lo que es una garantía de éxito, una inversión de futuro, porque cuando hay crisis tenemos un colchón de demanda muy grande. También es cierto que cuando van bien las cosas nuestra cuenta de explotación no se dispara porque invertimos mucho en intangibles, en marca, personas, procesos, para construir el futuro”.

Con un índice medio de satisfacción que ha de superar el nueve, que “es cuando el cliente te recomienda”, los resultados no dejan lugar a dudas: el Artiem Madrid es el segundo hotel de la capital y el sexto de España en el ranking de TripAdvisor; además del primero del país y el número 12 de Europa en relación calidad-precio; mientras que el Artiem Carlos es el sexto entre los 25 más románticos de España.

Satisfacción del personal

Díaz Montañés se muestra convencido de que “lo que no se mide no se gestiona y en el tema de personal es complicado medir”. En este ámbito durante seis años consecutivos ha revalidado su distinción en los Great Place to Work como mejor empresa de su tamaño para trabajar en España, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo en 'Dos cadenas y un hotel, entre las mejores empresas de España para trabajar'.

La experiencia ha sido muy positiva porque les ha permitido autoevaluarse, saber dónde se encuentran con respecto a sus competidores y además obtener una visión más real de la situación a través de los comentarios de sus empleados. Pero, como reconoce su CEO, no deja de ser una “fotografía fija de un momento determinado del año, si bien lo hacemos en plena temporada alta, cuando la organización tiene un nivel de estrés más elevado, porque si no, no tendría sentido”.

El objetivo era medir lo mismo pero de una forma continuada y lo han logrado con una app muy sencilla que llevan utilizando desde el primer trimestre del año, Happyforce, “una herramienta de comunicación y evaluación de carácter voluntario y anónimo, donde el personal puede dejar constancia de su estado de ánimo o de sus opiniones, ya sean positivas o negativas, a las que responde el personal del departamento de Bienestar, que ya no se llama Recursos Humanos. Con esas aportaciones se elabora un índice de felicidad y si bajamos de 60 puntos sobre 100 analizamos qué ocurre. Logramos así un sistema de medición fiable, transparente e imparcial”.

Avanzando sin prisa pero sin pausa

La familia de José Guillermo Díaz Montañes fundó en 1974 Artiem Hotels con el nombre de Retumesa (Red Turística Menorquina S. A.), sociedad que años después fue adquirida por su actual CEO cuando su abuelo la puso en venta.

La empresa avanza en busca de una rentabilidad sostenible y de unos empleados felices que transmitan felicidad

Hoy cuenta con cinco hoteles, tres de ellos en Menorca, a los que en diciembre de 2015 añadió en Madrid el primer hotel urbano ('Artiem traslada su filosofía de bienestar a Madrid en su primer hotel urbano'), y a primeros de este año, en Asturias, su primer establecimiento en el norte de España ('Artiem inicia su expansión en el norte de España con un hotel en Asturias'). Suman 537 habitaciones, una plantilla media de 194 personas y una facturación que hasta el pasado mes de septiembre alcanza 15,10 millones de euros.

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