Las advertencias más serias que escuchamos en Fitur
El mercado británico afronta un año muy complicado por la inflación y el regreso de destinos competidores más baratos
Publicada 22/01/18- Las claves del mercado emisor británico para 2018 y más allá fueron analizadas durante un debate organizado por Turespaña
- ABTA: "Turquía, Egipto y Túnez están volviendo al mercado en 2018. Seguramente los precios se reequilibrarán y el impacto libra-euro se va a ir notando"
- Es previsible que España registre bajadas de turistas británicos y gasto en los próximos meses por una combinación de factores
Las luces rojas de alerta comienzan a parpadear en el cuadro de mandos que monitoriza los indicadores del Reino Unido, el mercado emisor de turistas extranjeros más importante para España. La inflación ha llegado al 3% (el doble que en la UE); la economía sólo crece al 1,2%; suben de manera fuerte los precios del transporte, el gas y la luz; la libra esterlina se ha depreciado un 15%... Y mientras tanto, la recuperación de los destinos competidores como Túnez, Egipto o Turquía amenaza con desatar este año una guerra de precios en los paquetes vacacionales. Todo ello en mitad de las negociaciones que marcarán el Brexit, rodeadas de incertidumbre. Éste es el escenario que aguarda en 2018 a aquellos destinos turísticos españoles con una alta dependencia del mercado británico.
Precisamente las claves del mercado emisor británico para 2018 y más allá, teniendo en cuenta los efectos que pueda generar el Brexit, fueron analizadas durante un debate organizado por Turespaña la semana pasada en el marco de Fitur.
En dicho debate participó Mark Tanzerr, presidente de la asociación de agencias de viajes y turoperadores del Reino Unido, ABTA, quien recordó que "la devaluación libra también tiene un coste para operadores y aerolíneas que deben pagar combustible, etc".
Tanzer mostró su deseo que, tras el Brexit, el Reino Unido pueda mantener algún tipo de acuerdo de cielos abiertos con la UE pues "como isla, dependemos fuertemente de la aviación".
Otros aspectos del Brexit que preocupan a la industria turística británica son los relativos a controles de fronteras y derechos de los consumidores.
Pero, tal y como reconoció el presidente de ABTA, "para Bruselas no es una opción que Reino Unido pueda mantener todas las ventajas de estar en la UE tras haber salido de ella, y sin los deberes que implica la permanencia".
De momento, el impacto del Brexit "no ha sido muy importante en 2017, pero Turquía, Egipto y Túnez están volviendo al mercado en 2018. Seguramente los precios se reequilibrarán y el impacto libra-euro se va a ir notando, no sólo en los precios de los vuelos o los paquetes, también en lo que cuestan las cosas en cada país para el turista", expuso Mark Tanzer.
Por todo ello, admitió el presidente de ABTA, "los nervios van en aumento, sobre todo en lo que respecta a los acuerdos de aviación".
De hecho, puso como ejemplo, "las compañías de cruceros y turoperadores ya tienen que comenzar a planificar el 2019 y la incertidumbre les penaliza".
En conclusión, dijo Mark Tanzer, "cuanto más suave sea el Brexit, mejor".
"Seguimos siendo optimistas para que haya un buen acuerdo entre Londres y Bruselas, pero también estamos nerviosos porque el reloj ha iniciado la cuenta atrás... Ése es nuestro estado de ánimo".
En cualquier caso, añadió el presidente de ABTA, "nuestra estrategia para 2018 es trabajar estrechamente con Turespaña y también con las consejerías de Turismo de las comunidades autónomas españolas. Queremos que se escuchen todas esas voces en Londres cuando las negociaciones se pongan intensas".
Según remarcó Javier Piñanes, director de la Oficina Española de Turismo en Londres, los grandes efectos del Brexit comenzarán a notarse a partir de marzo de 2019, una vez el Reino Unido haya dejado la UE.
Aunque en última instancia, matizó, dependerá del tipo de acuerdo alcanzado entre Londres y Bruselas que se traducirá en bien en un modelo de Brexit suave, medio, duro, a la carta...
"En el corto plazo, el impacto del Brexit ha sido económico por la devaluación de la libra frente al euro. En 2017 el mercado británico creció en llegadas (+7%) y gasto (+9,5%). Eso significa que los británicos no han dejado de viajar pero han empezado a gastar menos. Si no hubiera habido la devaluación de la libra, ese gasto hubiera sido mayor".
En cualquier caso, añadió Piñanes, "aunque hasta ahora la repercusión del Brexit sobre el sector turístico ha sido escasa, se ha producido una inflación alta en el Reino Unido, del 3%, que se si combina con la devaluación de la libra y la reentrada en el mercado de destinos competidores más baratos, es previsible que pudiéramos registrar en España bajadas de turistas y gasto en los próximos meses".
Por otra parte, explicó Piñanes, si las negociaciones entre Bruselas y Londres se complicaran en los próximos meses, habría varias áreas especialmente sensibles para el sector turístico.
Por ejemplo, los turistas británicos podrían desanimarse si para viajar entre el Reino Unido y la UE se implantara algún tipo de restricción similar a la que existe para viajar a Estados Unidos (y que obliga al pago de una tasa cada dos años).
También la incertidumbre rodea los acuerdos aéreos o qué pasará con la tarjeta sanitaria europea (si desaparece para los británicos, éstos necesitarían contratar seguros médicos para viajar la UE, lo que supondría más gastos).
De hecho, en el debate también tomó la palabra la hotelera Leda Giordano, profesional que gestiona un establecimiento en Lanzarote, y recordó que "cada vez vienen más turistas británicos de edad avanzada". Así que ojo por cómo queden los acuerdos sanitarios, remarcó.
Igualmente hay dudas respecto a los permisos de residencia: en España viven entre 400.000 y 800.000 ciudadanos del Reino Unido, 300.000 de ellos con permiso de residencia. Pero si pierden derechos o hay cambio de política fiscal, se rebajarían por ejemplo la posibilidades de compra de inmuebles.
"La suma de esos escenarios tendría una repercusión negativa para el sector turístico", concluyó Javier Piñanes, quien remarcó que Turespaña seguirá trabajando estrechamente con ABTA para monitorizar todos estos asuntos en los próximos meses.
Por su parte, Javier Gándara, director general easyJet para España y presidente de la asociación de líneas aéreas ALA, recordó que un Brexit duro, sin acuerdo aéreo con Bruselas, sería muy lesivo para los intereses turísticos.
"Sin acuerdo aéreo, caeríamos en un limbo jurídico. Y la accesibilidad del transporte aéreo, donde volar es más barato que nunca, se podría perder", añadió.
Ni tan sólo sería factible volver automáticamente al convenio bilateral anterior de vuelos entre España y Reino Unido, que quedó cancelado, explicó Gándara.
Ver también Brexit: lo que sabemos y lo que no, según EasyJet.
"Esperamos que de aquí a octubre, al menos en aviación tengamos un acuerdo que permita dar certidumbre, y que esos pocos consumidores que de momento no quieren reservar viajes para 2019 no vayan a más", una advertencia que también subrayó el presidente de ABTA.
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