Temor en Wamos por una fuga de talento ante los cambios en la cúpula
Publicada 23/01/19
- Ha sorprendido que se elija como CEO a alguien que ha llegado con unos antecedentes marcados por los números rojos
- Con Rafael García Garrido; y Enrique Saiz el grupo ha batido en 2018 record de facturación y resultados
- Si bien, los profesionales de Wamos no desesperan y confían que Springwater, a la luz de la situación, rectifique
En octubre el fondo Springwater, propietario del 81% del grupo Wamos, nombró a Eduardo Montes nuevo presidente y a Fernando Eiroa nuevo CEO. Tres meses después, los profesionales de Wamos ven con incertidumbre el ambiente que estos cambios han generado en el día a día del grupo.
Montes ha sustituido al propietario del fondo, Martín Gruschka, que ha preferido pasar a la vicepresidencia, y Eiroa cubre un cargo que llevaba vacante dos años tras la salida de José Manuel Muriel.
Cabe recordar que en junio de 2016 José Manuel Muriel abandonaba Wamos después de haber reestructurado el grupo y haberlo sacado de pérdidas. Desde entonces, el grupo ha estado sin CEO en estos más de dos años. Y en este tiempo fuentes de Springwater han venido insistiendo, en declaraciones a este diario, en que el grupo funcionaba perfectamente sin CEO, con sus dos directores generales (Rafael García Garrido, de Nautalia; y Enrique Saiz, de Wamos Air y Wamos Tours), con los que el grupo ha batido en 2018 record de facturación y resultados.
No obstante este cambio de criterio, el argumento de ahora de Springwater tiene sentido, quiere centralizar la gestión, tanto de España como Portugal. Pero en el sector ha sorprendido lo repentino de los nombramientos y que se elija como CEO a alguien que ha llegado con unos antecedentes marcados por los números rojos.
Eiroa llega a Wamos procedente de Parque Reunidos, empresa de la que fue CEO desde 2016, y que registró unas pérdidas de 58 millones de euros en los nueve primeros meses de su último ejercicio fiscal. Lo que supone casi lo mismo que el año anterior (58,5 millones). Es decir, la compañía que dirigía Eiroa perdió más de cien millones en los dos años que ocupó el cargo.
Con estos antecedentes, y el ambiente de desconcierto que Eiroa ha creado en el edificio Pórtico, la incertidumbre entre los profesionales de Wamos hace temer una fuga de talento, si bien no desesperan y confían en el criterio de Springwater a la luz de la situación.
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