Barceló prevé invertir 600 M€ en 110 proyectos hoteleros en tres años

González se ha mostrado "optimista" tanto por el balance de 2018 como por las expectativas de cara al plan 2019-2021 que encara con una "clara posición compradora", gracias sobre todo a que el nivel de deuda de la compañía se ha reducido de los 330,7 millones de 2017 hasta los 79,2 millones de euros el pasado año. "Es casi una deuda nula, en comparación con el tamaño de la empresa", afirmó.

Agregó que "esto nos coloca en una posición inversora y la cuestión ahora es cómo y dónde invertir". Lo que sí tiene claro es que "queremos doblar el crecimiento de los últimos tres años" y para ello quieren contar con fondos de inversión como Blackstone, entre otros.

De hecho, la compañía espera doblar en este periodo los 55 proyectos firmados en el trienio 2016-2018 y alcanzar los 110, la mayor parte de ellos en la zona EMEA y un 25% de ellos en España, según detalló Jaime Buxó, director de Desarrollo de Negocio del grupo.

Raúl González, en el centro, en la presentación de los resultados del grupo, junto a Jaime Buxó (derecha) y el director de comunicación Álvaro Pacheco.

Si bien la zona EMEA es en la que prevé crecer en mayor medida como gestores de hoteles más que propietarios, también aspiran a lograr una mayor presencia en América, pero mediante la compra de inmuebles.

Entre los proyectos más destacados para este 2019, ha adelantado que el hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria abrirá en mayo, que en verano tendrán un hotel en Hungría y en la Riviera Maya han comenzado la cuarta fase de construcción dentro el mayor resort del Caribe, al que se le agregarán 850 habitaciones a las más de 2.000 con que cuenta ahora.

También continuará su apuesta por Marruecos, con un próximo proyecto en Rabat, y en China, donde tienen tres hoteles en construcción gracias a su alianza con la empresa china Betterwood.

Balance de 2018

En lo que respecta a los resultados económicos de 2018, González explicó que “aunque todavía no son definitivos, serán similares a los de 2017, que fue un año histórico, y rozarán los 3.000 millones de euros en ventas con un beneficio neto consolidado de 180 millones de euros”.

En términos de ocupación, "Latinoamérica mejoró ligeramente con un 82% de media frente al 80% de 2017; mientras que España y Europa se mantuvo igual con un 73%". En RevPar fue lo contrario, "España y Europa cerraron con un precio medio de 101 euros la noche frente a los 100 euros conseguidos en 2017 y en Latinoamérica fue de 151 dólares frente a los 152 dólares del ejercicio anterior".

En 2018, incorporó 13 hoteles y 2.519 habitaciones, que han permitido elevar su cartera de establecimientos a 249 hoteles urbanos y vacacionales, que suman 55.014 habitaciones, distribuidas en 22 países, que la sitúan como 29 cadena del mundo.

Lo más destacable de esa expansión ha sido la entrada de la cadena en Portugal, la posición de liderato alcanzada en Marruecos y la progresión del desarrollo en Oriente Medio.

Adelanta a NH

En el mercado español, Jaime Buxó presumió del “sorpasso” que ha causado el grupo en España al superar a NH Hotel Group como segunda cadena española en número de habitaciones, con cerca de 16.400 unidades alojativas, solo por detrás de Meliá Hotels International.

Barceló ha superado a NH después de que el pasado mes de diciembre los 28 hoteles de Hesperia se desligaran del grupo.

Tuvo palabras también para la situación en Barcelona, donde les ha afectado la "inestabilidad" que ha vivido la ciudad, con una caída del 8% en el precio medio de la noche de hotel.

Raúl González ha culpado de esta caída de la rentabilidad a la "sensación de inseguridad" que se ha transmitido a raíz de los episodios de turismofobia o los atentados terroristas. "Es una pena", lamentó, aunque por otro lado recordó que Barcelona sigue siendo el destino español con mejor nivel de ocupación hotelera.

Cambio de ciclo

En cuanto a las previsiones para 2019, Raúl González reconoce que se aprecia un "cambio de ciclo" como consecuencia de "una ralentización del sector turístico español por la disminución de llegadas internacionales, motivada por la recuperación de nuestros países competidores del norte de África y Turquía", a lo que también agregó el impacto del Brexit.

No habla de caída del turismo sino de "evolución positiva con desaceleración", que ha afectado más a los destinos vacacionales, que dependen más de los extranjeros, que a los urbanos, más demandado por el viajero español.

Sobre si cree que el turismo nacional puede compensar la caída de los turistas extranjeros, se mostró escéptico, pues recordó que los archipiélagos dependen mucho de las llegadas internacionales y duda que un descenso de estos mercados pueda ser aliviado por el viajero español.

Con respecto al Brexit, González se sinceró: "desconocemos lo que puede ocurrir, pero no hay que ser tan alarmistas".

Pese a estos nubarrones "mantenemos una visión positiva al respecto ya que consideramos que los grupos que en los años de ciclo alto hemos llevado a cabo inversiones estratégicas, podremos aprovechar las oportunidades que surgirán con el cambio de ciclo. El mercado hotelero español seguirá siendo atractivo para los inversores", concluyó.