Baleares se sitúa entre las 10 regiones más competitivas del mundo
Publicada 29/01/19
- La Fundación Impulsa ha elaborado el nuevo Índice de Competitividad Turística como herramienta de vigilancia estratégica para el sector
- "Baleares se encuentra a las puertas de un nuevo modelo competitivo. Tiene capacidad de sustituir madurez por sofisticación", afirma Riera
- El análisis concluye que la favorable posición de Baleares se sustenta sobre todo en las infraestructuras e instalaciones turísticas
Baleares se sitúa en la octava posición del ranking de competitividad turística, según los resultados de la primera edición del Índice de Competitividad Turística (illCT) elaborado por la Fundación Impulsa, que ha analizado 280 regiones de 38 países, que se mantienen como destinos alternativos de corta y media distancia respecto a los principales mercados emisores a dicho archipiélago. Éste presenta un atractivo superior a la media de su entorno competitivo más directo de acuerdo a una serie de factores y políticas que favorecen el desarrollo del sector y su capacidad para contribuir a la mejora de la competitividad global de la comunidad autónoma, según destaca el citado análisis.
Baleares se sitúa en un tramo de competitividad turística 'muy alta' -según el análisis- en el ranking integrado por las regiones que ocupan las primeras 50 posiciones de la distribución, todas ellas europeas, entre las que se encuentran 12 de las 17 comunidades autónomas españolas.
Estos resultados evidencian que "Baleares se encuentra a las puertas de un nuevo modelo competitivo. Tiene capacidad de sustituir madurez por sofisticación", según afirmó Antoni Riera, director técnico de la Fundación Impulsa, durante la presentación del nuevo índice en Madrid.
A las islas sólo les preceden las regiones españolas de Andalucía, Cataluña y Madrid, las francesas Provenza-Alpes y Costa Azul y Languedoc-Rosellón, la alemana Berlín-Brandembrugo y Baja Austria-Viena.
El Índice de Competitividad Turística se ha desarrollado como herramienta de vigilancia estratégica, de acuerdo a
las metodologías internacionales, según las cuales el atractivo turístico de una región deriva de los factores y políticas que favorecen el desarrollo del sector, así como su capacidad para contribuir a la mejora de la competitividad global del territorio.
Riera explicó que este nueva herramienta supone un enfoque distinto de la competitividad, más transversal, que no se ciñe a los mercados, precios, plazas hoteleras o a las llegadas de turistas, sino que utiliza otro elementos. De hecho, mide la posición competitiva regional a través de 12 pilares y 89 indicadores, entre los que se encuentran el entorno del negocio, la seguridad, salud e higiene, la tecnología o el ordenamiento de espacio turístico, entre otros.
El análisis concluye que la favorable posición de Baleares se sustenta, fundamentalmente, en los pilares de infraestructuras e instalaciones disponibles, gracias al liderazgo que mantiene en transporte aéreo y en equipamientos turísticos -la región aparece bien posicionada en instalaciones hoteleras-, seguidos de sus recursos naturales o culturales y recreativos.
El nuevo índice insta a abordar una reformulación estratégica de los pilares que sustentan la posición competitiva actual para asegurar el desarrollo del sector y su contribución a los agregados regionales
"Baleares está en condiciones de traducir madurez por sofisticación y avanzar, así, hacia el ejercicio de un nuevo liderazgo que mejore la rentabilidad, tanto privada como social, del turismo", señala el director técnico de la Fundación Impulsa.
Es más, añade que "Baleares está en el top 10 y su objetivo no es mejorar su posición, sino sacar el máximo provecho".
Aspectos a mejorar
Pero el archipiélago tiene también un amplio margen de mejora en aspectos como son la ordenación del espacio turístico. El índice señala que el grado de gestión sostenible de determinados recursos, como el agua, aire o el territorio, no concuerda con la priorización política y económica del turismo en las islas.
Según recoge el estudio, Baleares se desploma al tramo de competitividad "muy baja" en los pilares de entorno de negocio (posición 209) y capital humano y mercado laboral (posición 210).
También obtiene una baja puntuación en formación permanente (posición 233) y escolarización en etapas no obligatorias (posición 247), que de acuerdo con el Índice de Competitividad, suponen una clara desventaja en clave turística.
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