El Brexit no reducirá la frecuencia de viajes entre España y Reino Unido

La consulta fue realizada por la agencia online Rumbo entre el 18 de mayo y el 15 de junio de 2018 a 10.000 adultos europeos: 2.000 de España, 2.000 de Francia, 2.000 de Italia, 2.000 de Reino Unido y 2.000 de Alemania.

El Brexit no será un obstáculo

Entre los principales resultados, el 77% de los españoles encuestados asegura que viajará con la misma frecuencia, e incluso más, al Reino Unido. De todos ellos, 6 de cada 10 españoles no ven en el Brexit un gran obstáculo que pueda cambiar sus planes de viaje, mientras que el 13% es mucho más optimista y asegura que realizarán más viajes.

No obstante, los españoles tienen dudas sobre algunos temas como si se necesitarán visados. El 16% piensa que quizás sean necesarios otros trámites adicionales y el 13% se encontrará con largas colas en inmigración de los aeropuertos, materias que todavía no han sido definidas por las autoridades británicas.

Con respecto a los precios de los vuelos y alojamientos, los españoles no perciben que el Brexit vaya a influir en este aspecto. Sólo el 13% piensa que subirán los precios y apenas el 11% cree que haya un impacto en la conversión de divisas. Casi el 90% es del criterio que no habrá mayores complicaciones a la hora de viajar, según el resultado de la consulta.

Los británicos, a buen ritmo

Tampoco a los británicos les preocupa mucho las consecuencias que pueda tener el Brexit en el turismo. El estudio revela que más del 87% asegura que viajará a España con la misma frecuencia y el 13% de este grupo afirma que realizará más viajes tras la salida del país de Europa.

El flujo de turistas británicos hacia destinos europeos se mantiene y, en algunos casos como el de España, va en aumento. Según datos de Rumbo.es, las reservas de turistas británicos a Ibiza han aumentado de media un 194% desde 2016; a Mallorca un 154%, y a Marbella, un 41%.

En lo que se refiere a percepciones, los británicos también se muestran muy optimistas con respecto a la implicación que pueda tener en la rutina que hasta ahora habían mantenido cuando organizaban sus vacaciones. Lo que más les inquieta es la repercusión económica en los viajes, algo que preocupa al 23% de los encuestados. En igual medida, el 23% expresa preocupación de los trámites que deban hacer para poder entrar en Europa y las complicaciones en los servicios de inmigración en los aeropuertos.