El nuevo centro del mundo o cómo la geopolítica marca el futuro del turismo
Un vistazo a los rápidos cambios que están afectando Asia y la emergencia de China como superpotencia
Publicada 10/02/18- "China tiene una estrategia: hacer valer en el mundo el peso de su economía también como un peso político y ser la contrapartida a EEUU"
- "Se prevé que hacia el año 2025 cerca de 200 millones de turistas chinos viajarán al extranjero"
- "El eje del mundo y el futuro inmediato está en esa parte del planeta, aunque nos duela a los europeos"
Tras haber sido director general de Turespaña entre 1987 y 1989, Julio Aramberri comenzó a dar clases de Turismo en Universidades de EEUU y a partir de 2003 en facultades de China y Vietnam. Sus vivencias en Asia (en la actualidad está residiendo en Camboya) le han permitido conocer de cerca la región económica más vibrante del mundo e interpretar lo que está sucediendo allí, con repercusiones sobre la geopolítica global y la industria turística.
Dicen que el centro del mundo se está desplazando de Occidente a Oriente. ¿Es cierto?
Creo que, hace tiempo, se ha desplazado ya desde Occidente a la cuenca del Pacífico. Esto es algo que el anterior presidente de EEUU, Barack Obama, reconoció con el intento de organizar el Tratado Comercial Transpacifico con los países ribereños a ambos lados del océano, algo que el nuevo presidente Donald Trump bloqueó, al sacar a EEUU de esas negociaciones. Pero efectivamente creo que el eje del mundo y el futuro inmediato está en esa parte del planeta, aunque nos duela a los europeos.
¿Esa traslación del eje sucede porque en esos países vive mucha gente?
No. Es porque allí hay algunas de las economías más pujantes del mundo.Y si hablamos de los EEUU, sería su zona oeste, la que bordea el Pacífico, la que previsiblemente vaya a intervenir más en todo lo que tenga que ver con el comercio internacional, viajes de personas, etc.
Tras haber vivido en EEUU y en China, ¿qué le sorprendió más de cada país?
En los Estados Unidos lo que me sorprendía siempre eran los amplísimos espacios naturales, muchos de ellos deshabitados o con una densidad poblacional muy baja. En China, por el contrario, es gente en todas partes. Los aviones y los trenes de alta velocidad están siempre llenos. Me acuerdo de una anécdota…
Adelante, por favor...
En la ciudad china en la que yo doy clases, hablando un día con un amigo, le pregunté por qué vivía ahí, teniendo la oportunidad en su caso de mudarse a Shanghai o Pekín. “Me gustan las ciudades de tamaño medio”, me respondió… Resulta que en esa ciudad viven seis millones de personas.
¡Cómo serán las ciudades grandes!
Shanghai está por los 24 millones de habitantes; Chongqing tiene 25 millones; Pekín 18 millones…Son cifras inimaginables desde nuestro punto de vista. China es el mayor mercado para Apple, ¿cómo no va a serlo?
China está llevando a cabo numerosas adquisiciones de empresas en Occidente. ¿A qué obedece esa dinámica?
En primer lugar, las empresas chinas bien sean privadas o públicas han ganado mucho dinero con las exportaciones y en lugar de llevarlo al país están invirtiendo fuera para seguir desarrollando sus negocios. Por eso se han metido en tantas partes que tienen que ver fundamentalmente con el transporte de mercancías y de personas. En segundo lugar, el gobierno chino, desde la llegada del presidente Xi Jinping, tiene el famoso sueño chino del “Rejuvenecimiento de la nación”.
¿Y en qué consiste ese sueño?
En la expansión internacional de China, hacer valer en el mundo el peso de su economía también como un peso político, convertirse en la segunda gran potencia del mundo y ser por supuesto la contrapartida de los Estados Unidos. Ésa es una estrategia claramente definida por Xi Jinpingy que al mismo tiempo explica muchas de las actividades políticas y económicas que están realizando.
Por ejemplo, todas las promesas de inversión para mejorar los transportes en buena parte del sudeste asiático y Asia central tienen que ver con esa pretensión de China de convertirse en el segundo gran país del mundo y eventualmente en la primera potencia internacional.
¿Eso podría ocurrir de aquí a 50 años?
En China va todo tan deprisa…En el año 1979 tenían 700 dólares per cápita y 600 millones de habitantes que vivían en la pobreza. En tres décadas, han saltado a los 14.000 dólares y 1.400 millones de habitantes.
Hablemos de turismo en Asia. ¿De qué cifras hablamos?
En turismo internacional, el año pasado se registraron 123 millones de viajes. Las expectativas son que para el año 2025 se habrá llegado a los 200 millones. Y posiblemente eso se cumpla antes.
¿Cómo se reparten esos 123 millones de viajes al extranjero?
El 80% viaja a Hong Kong, Macao y Taiwan. Pero tenga en cuenta que de la ciudad de Shenzhen puedes ir a Hong Kong en metro, aunque tengas que pasar por un puesto de inmigración. En cualquier caso, nos quedan casi 30 millones de chinos que viajan a otras partes.
¿Por ejemplo?
Corea del Sur y Tailandia se han convertido en los destinos principales de los turistas chinos. En Tailandia este año han llegado a 12 millones de turistas chinos y allí encontramos una altísima inversión china en asuntos turísticos y económicos en general. También en Camboya los chinos están invirtiendo mucho… En general se están expandiendo por todo el sudeste asiático y a menudo tratan de emplear su potencia económica para obtener favores y ventajas estratégicas y/o militares.
Destinos del sudeste asiático que han tenido algún conflicto diplomático con China han visto que de repente caía la llegada de turistas chinos. ¿China usa su potente mercado emisor para ejercer influencia sobre países vecinos?
No sólo su influencia turística. Recientemente, el gobierno chino ha advertido al gobierno de Corea del Sur que si siguen desplegando un sistema de radares militares suministrado por Estados Unidos se van a encontrar con dificultades. De hecho, una gran cadena de supermercados surcoreanos que está muy extendida por China de repente ha visto que no le entraban clientes y también ha habido una cierta disminución del turismo chino hacia Corea del Sur. Es decir, el gobierno chino influye mucho sobre decisiones que en otros países son fundamentalmente de los individuos.
Volviendo a esa previsión de 200 millones de turistas chinos hacia el año 2025, algunos dirán que a Europa llegarán sólo unos pocos...
Pero es que unos pocos de 200 millones es mucho. Si se cumplen esas previsiones, de aquí aquí a siete u ocho años vamos a tener en Europa bastantes chinos.
¿Cuál sería un consejo básico para empresas europeas interesadas en ese mercado emisor?
Buscarse socios chinos. Esto también les interesa a ellos porque reparten la inversión, aprenden y obtienen tecnología. Es muy difícil hacer negocios en China sin contar con una contraparte local. Grandísimas compañías de Estados Unidos no consiguen meter la cabeza en China. Hay rasgos culturales que lo explican en parte, pero también existe una intervención gubernamental.
¿Quién mueve los hilos allí?
Hay un orden jerárquico muy claro en el gobierno central, pero los “niveles inferiores” son importantísimos en un país tan poblado, donde una provincia puede tener tantos habitantes como un Estado europeo. En ese terreno las cosas pueden ser más complicadas y confusas. Y mi impresión es que hay muchos grupos de interés e influencia locales que se ayudan o que se vetan unos a otros… Es muy difícil realmente saber quién toma determinadas decisiones.
Otro punto caliente de Asia es el Mar de la China Meridional, donde el gigante asiático está construyendo islas artificiales y nuevas bases militares…
…Para controlar la ruta comercial más importante para Asia. Aunque una sentencia del Tribunal de Arbitraje de La Haya haya declarado que no tengan título jurídico para decir que ese mar es suyo, ellos están dispuestos a decirlo y a enfrentarse con quien haga falta. ¿Va a traer eso un conflicto de mayores proporciones? Es difícil saberlo. Lo cierto es que los chinos se sienten ahora más seguros en ese área.
¿La nueva política aislacionista de Donald Trump va a dar oxígeno a China para que se siga expandiendo?
Desde los propios tiempos de Barack Obama hay una cierta política de repliegue de los EEUU, tal vez preocupados porque tenían otro conflicto muy serio en Oriente Medio y que no podían terminar fácilmente.
Cuando Obama habló de pivotar hacia Asia, esa idea no tuvo consecuencias importantes. Y en el caso del presidente Donald Trump, lo primero que ha hecho ha sido sacar a Estados Unidos de las negociaciones del Tratado Transpacífico y mirar hacia dentro.
Lo que pasa es que tampoco a Trump le resulta posible, no ya en este caso por China sino por Corea del Norte, que al parecer tendría en estos momentos la capacidad de lanzar misiles nucleares que alcancen territorio estadounidense. Esta es una situación totalmente nueva y que puede traer consigo consecuencias hoy por hoy imprevisibles.
---
Esta entrevista ha salido publicada en la revista HOSTELTUR de enero y también se puede descargar como documento PDF a través de este enlace.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.