Joaquim Clos: “Sin el efecto de Barcelona hubiésemos crecido hasta un 15%”

¿Qué balance general hace la cadena del ejercicio recién cerrado?

Ha sido un buen año, pero iba mucho mejor de lo que ha acabado, hemos finalizado lejos de lo que en los dos primeros trimestres podíamos prever. El balance final es bueno, París está saliendo de la crisis en los últimos años, ha llevado una dinámica en 2017 muy buena; Madrid ha ido fenomenal, igual Londres; y Barcelona, después de haber sufrido a nivel político con la alcaldía desde inicios, el atentado y luego con el procés, la verdad es que no podemos decir que el balance sea negativo.

¿Y a nivel de facturación?

Cerramos con un volumen de negocio de 78 millones de euros, un 2,6% más que en año anterior. Posiblemente hubiera podido ser un 13% o un 15% pero finalmente no ha podido ser. Hay que pensar que gracias a que ha ocurrido en temporada baja no ha afectado tanto, podría haber sido en los meses de abrir, mayo y junio, pero creo que Barcelona tiene la suficientemente buena reputación como para que esto no le afecte durante muchos más meses.

¿Para el año 2018 entonces?

A priori bien, empieza mejor de lo que acabó, parece que en Barcelona el booking vuelve un poco a la normalidad, vamos a ver si los acontecimientos por venir no vuelven a poner la situación en peligro. Somos un sector que cada vez es más frágil en cuanto a situaciones externas. En principio parece que va a ser un año bueno. Si es cierto que la previsión ha sido mucho más cauta, dado que cuando hicimos presupuestos aún era muy reciente todo el tema político en Cataluña con lo cual me atrevería a pronosticar quizá un 5% de caída, en el peor de los casos, para Barcelona.

¿Qué proyectos abordan este año?

Abrimos una nueva incorporación a la división de apartamentos, para la marca Barcelona Apartment, y sobre todo este año hacemos una inversión importante en Londres, cerramos el hotel que es nuestro, en propiedad, The Caesar,y hacemos una reforma integral. Hemos empezado a final de febrero, superado todo el tema de permisos que siempre es más complicado que en España. Cada año le toca el turno a alguno, este lo necesita y la inversión es algo más importante, unos 8 millones de euros aunque finalmente podría superar los 12 millones y quizá esto no nos permitirá acometer ninguna otra incorporación.

¿Y en cuanto a producto?

La gastronomía es un punto importante. Estamos apostando mucho también por la sostenibilidad a nivel energético, y también haciendo inversiones importantes a nivel de estas adecuaciones. Ya llevamos unos años invirtiendo en la gastronomía, si bien es cierto que en noviembre se vieron los esfuerzos se vieron recompensados con la estrella Michelin y con la apertura del Glass y quizá eso es una manera de seguir creciendo, en cuanto a diversificación del negocio, aunque no sea en hoteles.

En esta diversificación también es importante Barcelona Apartment.

Es una división que a nivel nacional también nos interesa hacerla crecer. Ahora hemos incorporado ese otro establecimiento, seguimos en Madrid en contacto con propietarios de edificios que les gustaría darlos a gestión externa y estamos en ello en este momento. Realmente después de unos meses complicados en Barcelona te das cuenta de que es un negocio completamente diferente al hotelero. No ha sufrido para nada, todo lo contrario, hemos subido un 15% en facturación, con lo cual el resultado es bueno. Así como en noviembre o diciembre ha caído en depende de qué hotel hasta un 15%, en apartamentos hemos seguido creciendo.

Su empresa decidió hace ya años cambiar su sede de Barcelona a Madrid…

Debe hacer ya tres o cuatro años ahora, pero salió a la palestra al menos un año después. No fue por temas políticos, fue por un motivo básicamente estratégico en ese momento. En Barcelona no hemos estado buscando ninguna inversión nueva, en cambio desde Madrid nos interesa seguir creciendo en la capital y posiblemente la posibilidad de salir fuera a otros países es algo más fácil. Pero no hay mal que por bien no venga y, en ese momento, tuvimos quebraderos de cabeza pero, prefiero haberlo hecho entonces. Ahora la expectativa es ver cómo se desarrollan los acontecimientos y hay que pensar siempre en positivo.

El aniversario supondrá nuevos retos

Estamos felices, este año celebramos 50 años como compañía y 25 del Hotel Claris y creo que pocos habrían pensado que a estas alturas estaríamos como estamos. Ojalá podamos cumplir muchos más, pero es más un tema emocional, sobre todo el del Claris que representa el boom que experimentó la compañía cuando hace 25 años inauguramos el hotel. Es cierto que la compañía tiene muchos pero los años más productivos han sido desde esa apertura. Quizá esa sí que sea una fecha que ha de quedar marcada en nuestro ADN como compañía.