La deuda de los ferrocarriles franceses, fuera de control
El gobierno francés legislará por decreto para reformar a fondo la compañía estatal SNCF
Publicada 27/02/18- Hacer circular un tren en Francia cuesta un 30 % más que en otros países europeos
- La deuda de la empresa ha pasado en 20 años de 20.000 a 50.000 millones de euros
- Los grandes proyectos de nuevas líneas de alta velocidad se han acabado
El Gobierno de Francia legislará por decreto para llevar a cabo antes del verano una reforma profunda de la compañía estatal de ferrocarriles SNCF que pretende, en particular, "recortar unos costos desorbitados y una deuda fuera de control", según ha anunciado el primer ministro galo, Edouard Philippe.
Philippe justificó en un discurso esta reforma, política y socialmente sensible, y su urgencia, porque la situación de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) y del servicio que ofrece es "alarmante, por no decir insostenible".
Su diagnóstico, basado en un informe que había encargado al expresidente de Air France Jean-Cyril Spinetta, parte de la constatación de que hacer circular un tren en Francia cuesta un 30 % más que en otros países europeos, que la deuda de la empresa ha pasado en 20 años de 20.000 a 50.000 millones de euros y que si no se hace nada aumentará en otros 15.000 millones en diez años.
Para poner coto a esa dinámica que "amenaza con tragarse todo el sistema" ferroviario, uno de los puntos más explosivos es el fin del estatuto particular del que se benefician los 150.000 empleados actuales de la SNCF.
El primer ministro dijo que los actuales trabajadores mantendrán ese estatuto, pero los que sean contratados a partir de una fecha por determinar tendrán las condiciones "de todos los franceses".
La cuestión de su sistema de pensiones -también mucho más favorable que el régimen general de la Seguridad Social- se abordará durante la reforma de las pensiones prevista para 2019.
Los sindicatos de la compañía, que habían advertido de que su estatuto laboral sería motivo de conflicto, han avanzado que van a movilizarse, y ya hay una huelga convocada para el 22 de marzo.
Aunque el Gobierno aseguró que no privatizará la SNCF, la compañía modificará sus estatutos para convertirse en una sociedad de acciones, controladas íntegramente por el Estado.
El primer ministro reiteró la idea de que los grandes proyectos de nuevas líneas de alta velocidad (TGV) se han acabado porque "se han hecho en detrimento de la red ferroviaria clásica", y una de las consecuencias es que en un 20% del total los trenes se ven obligados a circular a velocidad limitada por su mal estado. Ver también El tráfico de la alta velocidad francesa se dispara un 10%.
Por eso, la prioridad será la renovación de esa red clásica, en la que se va a invertir a un ritmo de "diez millones de euros durante los próximos diez años".
Philippe señaló que para dar salida al problema de la deuda, "el Estado asumirá su parte de responsabilidad" durante el actual mandato del presidente francés, Emmanuel Macron (2017-2022), sin precisar de forma clara en qué se traducirá.
Se mantendrán líneas deficitarias
La única concesión del Gobierno, respecto a las recomendaciones de Spinetta para restablecer las cuentas de la SNCF, es que no se cerrarán 9.000 kilómetros de líneas secundarias con pocos viajeros y que no pueden ser rentables, entre otras cosas porque eso habría puesto en contra a los responsables de las regiones y de las áreas rurales afectadas.
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