Tecnología para proteger la biodiversidad e impulsar el ecoturismo

La tecnología en este ámbito se centra en captar y tratar la información para una correcta toma de decisiones. Y es que, según ha explicado Xavier Ruiz, responsable comercial de SATEC en la región de SADC (Comunidad de Desarrollo de África Austral), “para proteger un entorno natural, una especie, un ecosistema determinado, lo primero que necesitamos es conocerlo a fondo y detectar el grado de riesgo de deterioro que presenta”.

Y ha puesto ejemplos, como “el estudio de la deforestación a través de imágenes de satélite, o la evaluación del riesgo de incendio en una zona determinada. La geolocalización de especies protegidas o el seguimiento de sus migraciones o cambios de hábitat son otras muestras de la contribución de la tecnología”.

Imagen de la expedición realizada por la española SATEC el pasado verano para comprobar sobre el terreno el estado de la biodiversidad en Angola.

En la expedición realizada el pasado verano en Angola han podido “observar cómo aves que en el pasado eran consideradas comunes son ahora muy difíciles de encontrar, o lo que es peor, cómo alguna de ellas están muy cerca de perder el único hábitat en el que son capaces de sobrevivir por la acción del ser humano. Una correcta aplicación de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) podría detectar esos peligros antes de que sea demasiado tarde y ayudar en la búsqueda de soluciones”.

Por ello con este proyecto SATEC, como ha indicado su responsable comercial, “pone al servicio del ecosistema angolano soluciones tecnológicas que protejan su riqueza ornitológica para preservarla como patrimonio natural, además de fomentarla como activo turístico”. Para ello “se hace imprescindible una gestión responsable de esa biodiversidad que evite la extinción de especies únicas”. Esas soluciones tecnológicas ya han sido probadas con éxito en el Parque Nacional de Donaña.

Infraestructura de Datos Espaciales

SATEC propone el desarrollo de una Infraestructura de Datos Espaciales (IDE), junto con la monitorización de entornos en peligro y un portal de birdwatching, como manera de cubrir los tres puntos imprescindibles que sirvan para proteger el tesoro natural de Angola: la divulgación tanto a la población como a la comunidad científica; el apoyo a las autoridades en la toma de decisiones con la correcta gestión de la información; y la promoción de un turismo selectivo y sostenible que genere los ingresos necesarios para seguir cuidando ese recurso.

Una IDE, según ha apuntado Xavier Ruiz, es “un sistema de información dentro del cual se integra un conjunto de recursos (catálogos, servidores, programas, bases de datos, aplicaciones, etc.) dedicados a gestionar información geográfica (mapas, ortofotos, imágenes de satélite…), que cumplen unas condiciones estandarizadas internacionalmente (normas, especificaciones, protocolos, interfaces, etc.), y que permiten que un usuario, utilizando un simple navegador, pueda usarlos y combinarlos según sus necesidades. Dicho de otra forma, es el lugar por el que circula la información geoespacial de un territorio de forma ordenada y con facilidad para ser consultada y utilizada”.

El objetivo principal de una IDE, añade, es el de “actuar como intermediario entre los proveedores de información geográfica y sus usuarios finales. Cuando queremos que esa información ayude a la protección del medioambiente, simplemente tenemos que utilizar aquellos datos que aportan información valiosa sobre el entorno a proteger. Aquí es donde entra en juego la comunidad científica, y los ambientalistas en particular, eligiendo el tipo de datos e interpretando los resultados”.

Tecnología de futuro

Una de las líneas de trabajo más prometedoras al servicio de la protección del medioambiente es, como ha destacado el directivo, “la integración de tecnologías de datos espaciales, internet de las cosas (IoT) e inteligencia de localización (sistemas de predicción basados en grandes volúmenes de datos heterogéneos, algunos de ellos geolocalizados), con el objetivo de proporcionar sistemas de información para diversos ámbitos que descubran modelos de los entornos, permitan predecir eventos futuros y posibiliten la toma de decisiones y la planificación de actividades en cada escenario y ámbito de actividad concreto, desde la investigación hasta la planificación de territorios pasando por sectores como el turismo responsable o la agricultura”.