Cómo mantener feliz al personal y no morir en el intento
La gente feliz es más productiva, según ha asegurado el CEO de Artiem
Publicada 02/03/18- La selección de personal resulta vital para que el personal contratado comulgue con los valores de la empresa
- Artiem 'entrena' a sus camareras de pisos con un personal trainer todas las semanas para evitar lesiones y crear espíritu de equipo
- Lo importante, según Sanjuán, es "dar libertad a la organización, contratar profesionales y dejarles trabajar, siempre midiendo los objetivos para también poder valorar objetivamente su desempeño"
José Guillermo Díaz Montañés, CEO de Artiem Hotels, ha afirmado en Hospitality 4.0 Congress, celebrado en el marco de HIP, que “tener al cliente interno contento genera más valor porque la gente feliz es más productiva, llegando a multiplicar por 2,5 veces el valor generado de media en la compañía, duplicando así los índices de rentabilidad, sostenibilidad y retorno de la inversión, entre otros”. Sin embargo Juan Carlos Sanjuán, CEO y fundador de Casual Hoteles, no cree que la gente pueda ser feliz en su trabajo “porque todos trabajan por dinero”, por lo que, en su opinión, a lo que debe aspirar la empresa es a que el empleado “no pierda su felicidad” mientras desempeña su labor.
¿Cómo lograrlo? El primer paso es la selección de personal, que resulta vital para que el personal contratado, en palabras de Díaz Montañés, “comulgue con los valores de la empresa; que la gente crezca, desarrolle sus habilidades y se sienta viva haciendo su trabajo”. En este sentido coincide con Sanjuán, quien ha señalado que “el no disponer de las competencias necesarias para acometer un trabajo es fuente de infelicidad, por lo que es imprescindible conocer su corazón para colocarle en el puesto adecuado para que así no pierda su felicidad”.
La salud también es importante. Casual Hoteles ha conseguido reducir sus costes laborales a entre un 24% y un 26% con medidas como cubrir a todo su personal con un seguro médico, o darles formación en prevención de riesgos laborales para “evitar el absentismo laboral, que incrementa mucho los costes. No tenemos oferta de restauración, lo que también abarata los costes”.
Por su parte en Artiem, según ha explicado Díaz Montañés, “organizamos entrenamientos para las camareras de pisos con un entrenador personal que les enseña a hacer ejercicios para fortalecer sus músculos y que puedan realizar su trabajo de una manera más ergonómica. Así, efectúan un entrenamiento semanal pero cada día calientan músculos y articulaciones. De esta manera se han reducido las lesiones y hay mejor relación entre las trabajadores, con un creciente sentimiento de trabajo en equipo”.
Medición del clima laboral
Díaz Montañés se muestra convencido de que “lo que no se mide no se gestiona”. Por ello llevan a cabo “una encuesta a nivel interno de clima laboral con la entidad Great Place to Work que, con una metodología contrastada, evalúa lo contenta que tienes a la gente. Artiem se encuentra entre las 50 mejores, pero el objetivo es otro, que sirva de herramienta para mejorar y dote de transparencia a la organización”. Como es anual, la cadena va a implantar una app, Happy folks, para “poder medir de una forma continuada el clima existente entre las personas del equipo”.
Para Sanjuán la clave reside en “romper la pirámide de la jerarquía y cambiarla por un organigrama plano en el que cada departamento funciona con sus objetivos y criterios, bajo su responsabilidad. Lo importante es dar libertad a la organización, contratar profesionales y dejarles trabajar, siempre midiendo los objetivos para también poder valorar objetivamente su desempeño”.
En este sentido Díaz Montañés ha enumerado las cuatro palancas para lograr un buen ambiente de trabajo:
1.- Dotar de transparencia a lo que hacemos.
2.- Dejar que las personas tomen decisiones y se equivoquen. No pasa nada.
3.- No tolerar faltas de respeto ni actitudes incívicas.
4.- Recopilar el feedback.
Englobando a todas ellas está “la Regla de Pepe”, por la que se compromete a dar solución a cualquier problema que plantee cualquiera de sus empleados. “No somos perfectos pero sí tenemos libertad para equivocarnos”. Y es que, como ha añadido Sanjuán, “en nuestras empresas todos los días hay problemas; la clave está en solucionarlos”. Para ello, ha concluido Díaz Montañés, “tiene que haber mucha comunicación. Nosotros hacemos briefings diarios, donde las diferencias siempre son positivas porque todos buscamos de una u otra manera el beneficio del cliente”.
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