Elba defiende los hoteles en propiedad por su "vínculo especial"

¿Cuál es la actual cartera de hoteles?

Con el hotel que vamos a abrir próximamente en Mallorca, tenemos 16 hoteles, que suman unas 3.000 habitaciones, que dan empleo directo a 1.500 trabajadores y estimamos que generan 5.000 empleos indirectos. Nuestra particularidad frente a otras compañías hoteleras es que todos nuestros hoteles son en propiedad. Son hoteles que hemos edificado nosotros o eran hoteles viejos que hemos reformado. Destaco esto por el vínculo tan especial que genera. Entendemos que no generas el mismo vínculo cuando eres inquilino o un gestor de un tercero que cuando estás interinamente en un establecimiento. Estos hoteles son para nuestros hijos. Los hemos hecho y seguirán con nosotros. Es una de nuestras particularidades, pero no la única.

¿Qué otras particularidades tienen?

Pese a que tenemos un número medio de hoteles, estamos representados en casi todos los segmentos de la actividad hotelera. Trabajamos con hoteles de 5, 4 y aún nos queda alguno de 3 estrellas; hoteles vacacionales; de ciudad; de salud y belleza; MICE y hoteles de golf –tenemos un campo de golf propio–. Tocamos todos esos segmentos de mercado. Por ello nuestro lema es ‘Hoteles únicos’, porque cada establecimiento ha sido concebido de acuerdo a lo apropiado para el destino y el cliente con el que íbamos a trabajar. Tenemos procedimientos estandarizados pero cada hotel tiene su identidad propia, aunque no tenemos ninguna estructura de marcas.

El director general de Hoteles Elba asegura que por ahora no tienen planes para invertir fuera de España.

¿Seguirán apostando por la propiedad?

Como compañía, no nos cerramos a cualquier opción para aumentar el porfolio de hoteles. Recibimos propuestas y las valoramos. Pero el modelo hasta ahora ha sido propiedad y seguirá siendo el modelo más probable en el futuro. Nos gusta trabajar para nosotros, no para terceros.

¿Cuál es el balance del año 2018?

Ha sido un año francamente bueno. Lo hemos cerrado algo por encima de 2017, que fue un año récord. Facturamos 115 millones de euros, frente a 109 millones en 2017 (un 5,5% de crecimiento). El grueso de nuestro negocio sigue siendo el vacacional, pero hemos entrado con fuerza en el urbano al incorporar en 2018 un hotel con mucha entidad en Madrid de 260 habitaciones. Entendemos que el urbano tiene un recorrido al alza, mientras que el vacacional está entrando en una fase de regularización de los booms registrados en 2016, 2017 y 2018. Hay un proceso de desaceleración.

¿Cómo afrontáis este 2019?

Es imposible que la cifra de negocio de 2019 sea como la de los tres últimos años. Si las previsiones se mantienen, con la subida de los destinos competidores, el Brexit y la desaceleración de la economía global, tendremos menos cifra de negocio. Aunque más del 80% de nuestros clientes son extranjeros, estamos preparados, porque creemos que habrá una regularización a cifras previas a 2016, que no quiere decir que fueran malas.

¿Cuáles son las novedades para este año?

Este verano abrimos en Mallorca un establecimiento muy importante para nosotros, pues debutamos en una plaza de referencia en Europa y estamos muy orgulloso del producto. Más a largo plazo, en Fuerteventura, en El Castillo, tenemos suelo y un proyecto para edificar un hotel de 240 habitaciones, pero no hay fecha para comenzar las obras.

¿Hay planes en la cadena de expansión internacional?

Estudiamos todo lo que venga, pero somos prudentes. Los hoteles los hacemos con fondos propios y como son en propiedad el proceso es más lento. Pero a día de hoy no tenemos planes para abrir hoteles fuera de España.