Obama apuesta por los jóvenes y el turismo para construir un mundo mejor

Barack Obama ha reconocido que “las disrupciones que genera la tecnología hacen que la gente se sienta insegura y cree muros para preservar lo que creen que son, lo cual es muy peligroso”. Frente a esta postura, “viajar te permite abrir la mente y reconocerte en las personas de otros países”.

Los jóvenes también desempeñarán un papel fundamental en esta apertura de miras, ya que según Obama, “no se asustan ante las diferencias, los cambios, lo que no les resulta familiar porque están acostumbrados a ver el mundo a través del móvil. Las generaciones que vienen están más concienciados con los derechos y responsabilidades pero los políticos no les atraen nada, por lo que debemos trabajar para involucrarlos, reconstruir las instituciones de manera que encuentren que sus preocupaciones estén representadas”.

En este sentido ha destacado “la gran oportunidad que representa para el turismo trabajar con los jóvenes, que también viajan de forma distinta porque buscan experiencias, les encanta conocer a gente de otros sitios, su música, su comida…. Son más innovadores y creativos, saben de manera instintiva que el mundo es global y están más predispuestos a colaborar con otra gente aunque no piense como ellos”.

Obama ha destacado "la gran oportunidad que representa para el turismo trabajar con los jóvenes, que son más innovadores y creativos, saben de manera instintiva que el mundo es global".

El turismo desempeña asimismo un papel fundamental, según ha subrayado el expresidente de Estados Unidos, para hacer que las personas experimenten otras culturas con las que pueden no estar de acuerdo, en una época en la que la gente sólo lee y escucha a los que piensan igual para reforzar sus ideas, especialmente en el ámbito de las redes sociales.

Por ello ha hecho un llamamiento a “la tolerancia, el compromiso y la aceptación de las diferencias; algo que debemos enseñarnos a nosotros mismos y a nuestros hijos”. La clave está en “inspirar a la gente joven para que evolucione y se comprometa”, como hace la Fundación Obama en pro de un cambio social con jóvenes de todo el mundo a los que no sólo forma sino que facilita que se conozcan y creen sinergias entre ellos.

Una agenda clara

Obama también ha incidido en que “los gobernantes pueden ayudar o dañar al turismo; la diferencia reside en tener una agenda clara, cuanto más específica y clarificadora sea mejor, para saber hacia dónde va y qué problemas tiene que resolver”.

Entre ellos el cambio climático que, según sus propias palabras, “no es algo que vaya a ocurrir en el futuro, sino que ya lo estamos sufriendo y que puede poner en riesgo destinos que nos gustaría visitar; y debemos gestionarlo por los países que no pueden hacerlo. La buena noticia es que las cosas que podemos hacer son las que crean la diferencia”.