Reacción dispar en las agencias ante el aumento del dólar en Argentina
Publicada 15/05/18
- Un dólar más alto beneficiaría al receptivo si no suben los precios internos
- Sí hay mucha incertidumbre en torno al precio y a lo que va a pasar, pero corralito como el de 2001 no hay
- No están habiendo problemas para sacar dinero y girarlo al exterior
El sector argentino de agencias niega que haya amenaza de corralito en el país, y lo califican de rumor a partir de la subida del dólar. “Se instaló el rumor porque en algunas ciudades del interior algunos bancos no les entregaron dólares a sus clientes, pero por los horarios en que se abre el tesoro y no por una orden del Gobierno”, indica Taiana González, de la Redacción de Hosteltur en Buenos Aires, que publica la siguiente crónica:
El viernes el dólar en Argentina superó los 24 pesos, el Banco Central intervino saliendo a vender US$ 1.100 millones de las reservas para frenar el aumento y finalmente la cotización cerró en 23,73 pesos, marcando un récord histórico. El movimiento que tuvo la divisa en el transcurso de toda la semana generó incertidumbre tanto en el sector empresario como en el consumidor. En las agencias de viajes se observó un comportamiento dispar: reservas canceladas en algunos casos; clientes apurados en cerrar la compra para fijar un precio en otros, e incluso quienes no sintieron alteraciones más que los cambios de cotizaciones por parte de los operadores.
Se espera que esta semana la turbulencia continúe, sucede que hay un gran vencimiento de más de 600.000 millones de pesos en LEBAC (Letras del Banco Central), y la duda es qué harán los tenedores de esos bonos: si los van a renovar o si se van a ir a comprar dólares. “Y eso provoca incertidumbre en el tipo de cambio”, explicó a HOSTELTUR LATAM Pablo Síngerman, CEO del Estudio Singerman & Makon Economía y Turismo.
Pero para entender empecemos desde el principio. ¿Por qué se dispara el dólar? En primer lugar porque hay una compra masiva por parte de sectores que inicialmente estaban colocados en inversiones en bonos o en pesos, y que salen de esas inversiones para volcarse a la compra de dólares, “porque tienen expectativa de que de esta manera se cubren ante cualquier movimiento como los que están sucediendo”, indicó el economista.
Hoy el problema de Argentina es el déficit fiscal y comercial y, como se está importando más que lo que se exporta, para financiar ese déficit el país “tiene la necesidad de pedir y tomar deuda”. Es así como aparece en escena el Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien el equipo económico del gobierno de Mauricio Macri, encabezado por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, inició negociaciones por un crédito de 30.000 millones de dólares.
“Este prestamista de última instancia, que es el FMI, presta más barato pero tienen mayores exigencias a la hora de pedir condicionamientos. Como Argentina tiene experiencia en haber pedido estos ‘stand by’ sabemos que esas exigencias suelen ser de mayor ajuste en la economía. ¿Cómo se puede traducir? En menor gasto público, menor obra pública… y esto es un dato que también presiona al aumento del dólar”, agrega Singerman.
Hay que decir que si bien las condiciones de la negociación todavía se desconocen, trascendidos publicados por medios nacionales señalan que el FMI sería partidario del dólar libre, es decir “dejar que flote sin intervención del Banco Central”.
Impacto en el turismo
Al igual que en el resto de las ramas de la economía, en el sector turístico la devaluación tiene su impacto: golpeando a los emisivos, porque viajar al exterior se vuelve más caro, y favoreciendo más al receptivo, porque la divisa de los turistas extranjeros rinde más en el país. Esto último siempre y cuando el aumento del dólar no se traslade directamente a los precios de los bienes argentinos.
Lo que se observó la semana pasada en el sector de las agencias Pablo Singerman lo definió como “un comportamiento dispar”.
De acuerdo a los datos manejados por quien también forma parte del Observatorio Económico de Agencias de Viajes de Argentina (OEA.TUR), “hay agencias de turismo emisivo que no detectaron ningún cambio en sus clientes y mantuvieron la demanda, pero otras sí tuvieron una baja, producto de la devaluación o la incertidumbre respecto al tipo de cambio”.
Un tercer escenario fue la anticipación y el deseo de cerrar la compra para fijar un precio: “en algunas aumentaron los llamados queriendo cerrar las operaciones en pesos, con tarjetas de crédito y al tipo de cambio del día. Esto porque está la expectativa de que el dólar aumente, y además quieren adelantar la compra para poder pagar con tarjetas por si se acaban las ventas en cuotas sin interés”, señaló.
Pero la incertidumbre no está solo en quienes tratan con el consumidor final, ya que “los turoperadores mayoristas están teniendo problemas para fijar un tipo de cambio” y por día le modifican más de una vez las cotizaciones a las agencias minoristas. “Los operadores no saben con qué tipo de cambio operar, porque están cobrando las operaciones a un dólar y tienen que pagar al exterior a otro”.
En cuanto a las agencias argentinas que atienden a turistas extranjeros, en principio la situación parece menos compleja, porque “cualquier tipo de devaluación de la moneda genera mejores condiciones para el turismo receptivo, ya que para el extranjero sus dólares valen más”. Sin embargo, hay el economista advierte que estar atentos a que la suba del dólar no se traslade a los precios internos, “porque sino se terminan licuando los beneficios de la devaluación para el receptivo”. Y de esa forma el país vuelve a perder la oportunidad de ser competitivo respecto a sus vecinos.
Taiana González, redacción de Hosteltur en Buenos Aires.
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