Los hoteles de Palma se afanan en estirar la temporada

¿Qué retos se ha marcado para este nuevo mandato?

Tenemos sobre la mesa varios temas, pero el principal es seguir trabajando en la consolidación de Palma como destino bleisure. Durante los últimos cinco años la ciudad ha sufrido tal transformación en su demanda que tiene un comportamiento cada vez más vacacional. El año pasado cerramos con un 69% de ocupación, un punto menos que en 2016. En nuestro plan de trabajo aspiramos a llegar al 75% en cuatro años si seguimos la tendencia de crecimiento.

Los hoteles de Palma se afanan en estirar la temporada

¿Qué papel juega el Palacio de Congresos en este plan?

Es vital para llegar a ese objetivo. Es la infraestructura que le hacía falta a Palma. ¿Cómo es la interlocución con el Ayuntamiento de Palma? Ha habido un diálogo muy directo y muy bueno con los dos alcaldes. Agradecemos que hayan estado en las principales ferias turísticas y les hemos vistos muy implicados sobre todo en materia promocional. Lo que hace falta es que entiendan que el turismo es algo transversal que afecta a seguridad, limpieza, mantenimiento de infraestructuras, accesibilidad, transporte privado, etc.

¿Cuáles son los principales preocupaciones de la asociación?

Vemos con muchísima preocupación el alquiler vacacional en viviendas plurifamiliares. Es un reto que hay que abordar de manera seria y valiente. Ya hay sensación de saturación y la turismofobia viene principalmente de ahí. Nosotros no creemos que exista ese fenómeno, pero sí que hay un movimiento social que hace pintadas y aunque no representa a todos los ciudadanos, no podemos obviarlo.

¿Compensan los beneficios económicos los problemas que genera la masificación turística?

Desde la asociación siempre hemos trabajado para que Palma tenga un turismo sostenible. Los últimos años ha habido un crecimiento muy medido de la oferta hotelera. Una encuesta revela que el 88,9% de los comerciantes y el 83,7% los residentes percibe el desarrollo de hoteles boutique como un impulso a la economía y el bienestar. Si hiciéramos lo mismo en el vacacional no daría los mismos resultados. Lo que no debemos es poner en riesgo la imagen de Mallorca recibiendo a los cruceros con pancartas y demás. Defendemos la necesidad de programar la llegada de cruceros de forma racional y escalonada.