Turismo de calidad versus turismo de masas: polémica servida
La definición del concepto "turismo de calidad" crea división de opiniones
Publicada 26/04/19- La pregunta, lanzada durante el foro Summit Barcelona, generó un intenso debate
- La respuesta "dependerá del punto de vista: del turista o de la sociedad que acoge el visitante"
- Ricard Santomà: "Un turista que gasta más no es ni mejor ni peor que otro que gasta menos"
¿El turismo de masas y el turismo de calidad son conceptos incompatibles? La pregunta, lanzada durante una mesa redonda en el foro Summit Barcelona, generó un intenso debate.
De hecho, el propio encuentro se presentó bajo el lema "Turismo de calidad vs. Masificación Turística: Las grandes ciudades del Mediterráneo frente al fenómeno turístico en el siglo XXI", organizado por The Shopping & Quality Tourism Institute.
Sin embargo, las primeras diferencias de opinión llegaron nada más intentar definir el concepto "turismo de calidad".
El turista ideal
Y es que según apuntó Enric Fernández, director Corporativo de Planificación Estratégica y Estudios de CaixaBank, "la respuesta dependerá del punto de vista: del turista o de la sociedad que acoge el visitante".
En este sentido, puso un ejemplo hipotético extremo:
"Un turista puede valorar con un 9,8 una borrachera de fin de semana en un viaje de fin de semana, pero desde el punto de vista del destino puede que no sea así"
Por eso, indicó, es necesario tener en cuenta indicadores que midan tanto el impacto económico como el social: creación de empleo con estabilidad laboral, inversión en formación, remuneración, repercusión sobre la vivienda...
Y puestos a pedir ¿Cuál sería el turista ideal con un gasto diario de 200 euros por ejemplo? "Aquel que viniera de cerca para disminuir su huella de carbono, que no concentrase su estancia donde van todos, que tuviera potencial de repetir, y que viniera en un mes valle".
En cualquier caso, reconoció, "nos encontramos ante un tema de múltiples dimensiones y se trata de encontrar un equilibrio. No puedes renunciar a viajeros de un determinado país, ni solo pretender los que quieran ver pájaros".
Ahora bien, concluyó, "Masas y calidad están reñidos, porque sacrificas atractivo. El turismo masificado signifca que dañas más que lo que aporta el número de turistas".
Concepto trampa
En cambio, Ricard Santomà, Decano de la Facultad de Turismo y Dirección Hotelera de Sant Ignasi, manifestó su rechazo a emplear el concepto "turismo de calidad", que definió como "un título trampa. Nunca me ha gustado", indicó.
"La gente suele asociar el turismo de calidad con el turista que gasta más y para mí esto es un error"
"Un turista que gasta más no es ni mejor ni peor que otro que gasta menos", remarcó Santomà. Por ejemplo, recordó, la preocupación por el medio ambiente es algo que no depende del poder adquisitivo del viajero.
"Los destinos desean atraer turistas de más gasto y con este objetivo diseñan planes de marketing, productos, etc. Es una estrategia de diversificación. Pero no porque ese turista gaste más, tiene que ser de más calidad que uno que gaste menos", reiteró.
"Todo el mundo quiere un destino mejor ¿Pero mejor en base a qué? Un turista que se gasta 600 euros en una botella de cava y hace el burro ¿lo queremos?"
Por lo tanto, según explicó Ricard Santomà, "el concepto de calidad se adecúa a las expectativas. Si tomas como modelo de referencia el ingreso económico, corresponderá a un tipo de turistas de más gasto. Si tomas un modelo medioambiental, tu meta será atraer turistas más sensibles con estos temas".
"El turismo es como el fuego, te puede servir para calentarte, o te puede quemar la casa. Depende de cómo lo trates", indicó.
Ricard Santomà también hizo referencia a la capacidad de carga, un concepto escurridizo cuando se habla de masificación turística. "Se suele calcular poco y mal. Podemos conocer la capacidad de carga de ciertas zonas… ¿Pero de una ciudad entera?"
Un concepto relativo
Si en algo fueron coincidiendo los ponentes es que la definición de turismo de calidad dependerà de "a quién le preguntes", según apuntó Carlos Díez de la Lastra, CEO, Les Roches Marbella.
"Probablemente, el 80% de las empresas y el sector público dirán que el turismo de calidad es el que más gasta. Pero si preguntas al ciudadano que está conviviendo con los turistas, la cosa cambia".
Y es que en determinados barrios de ciudades que reciben millones de turistas, explicó este experto, la sensación de incomodidad aumenta.
"Los vecinos perciben que, por mucho dinero que dejen los turistas, a ellos no les compensa, porque estropea su calidad de vida. ¿Cómo compensas a esa población?"
Según añadió, la tasa turística podría emplearse para "cambiar esa percepción y evitar fenómenos como la turismofobia". Es decir, parte de la recaudación del impuesto por pernoctaciones podría servir para crear nuevas infraestructuras o servicios. Incluso podrían establecerse rebajas fiscales, indicó.
En cualquier caso, el director de Les Roches Marbella defendió la necesidad de atraer turistas de mayor gasto "porque un cliente que gasta más dinero aporta mayor valor, más puestos de trabajo… Un hotel de 5 estrellas gasta más en salarios que uno de 4, lo dicen las estadísticas. Por volumen y lógica estadística, un mayor ingreso se reparte más en la sociedad", insistió.
Interacción
Otro vector a tener en cuenta para establecer cuándo nos encontramos ante el llamado "turismo de calidad" es si la actividad turística interactúa con otros sectores económicos, por ejemplo el tecnológico, científico, etc. Así lo apuntó Conrad Llorens, fundador de la firma consultora Summa.
"No se trata solo del poder adquisitivo. El turismo de calidad sería aquel que aporta valor a la ciudad de una manera global. Que no solo cree valor en el ámbito turístico, sino en la interacción con otros sectores"
Llorens citó también otros indicadores que podrían medir si un destino ha acertado con su estrategia de calidad: "¿Lo que dicen de nosotros al marchar coincide con lo que queríamos? Y qué pasa con la fidelidad ¿Cuántos vuelven?"
¿Y qué pasa con el turismo de masas y el turismo de calidad, son compatibles? "Hoy el verdadero lujo es la exclusividad. Un poco reñidos si que están ambos conceptos, pero seguro que hay manera de vehicular ambas cosas. Si tienes cierta masificación y el turismo va a seguir creciendo… algo tienes que hacer".
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