Un grupo de ocho grandes turoperadores controla cerca del 70% de los 12 millones de turistas que anualmente visitan el Archipiélago. Sólo una pequeña parte de los visitantes extranjeros vienen con pequeños turoperadores que resisten aún el dominio de grandes empresas, algunas multinacionales, como TUI, Thomas Cook, My Travel, JMC, First Choice, Rebel o Altus.
Un grupo de ocho grandes turoperadores controla cerca del 70% de los 12 millones de turistas que anualmente visitan el Archipiélago. Sólo una pequeña parte de los visitantes extranjeros vienen con pequeños turoperadores que resisten aún el dominio de grandes empresas, algunas multinacionales, como TUI, Thomas Cook, My Travel, JMC, First Choice, Rebel o Altus. El mercado peninsular, además, se encuentra en condiciones similares. Seis mayoristas copan el mercado: Iberojet, Marsans, Soltour, El Corte Inglés, Globalia (Halcón Viajes) y Vacaciones (Spanair). De los 95 euros diarios que un turista gasta de media en el Archipiélago, un tercio de ellos se va directamente para el turoperador (que incluye el avión, pero en la mayoría de casos los aviones son suyos), el segundo tercio es para el hotel y el resto es lo que el turista gasta en el destino, es decir, lo que lleva en el bolsillo. La división, no obstante, encierra el problema de que los operadores presionan para bajar el precio de los hoteles, lo que genera un efecto de influencia directo sobre el segundo tercio de esta división del gasto turístico. Desde hace años se considera que la presión de los turoperadores para rebajar constantemente los paquetes pone "muy difíciles" las cosas para los hoteleros canarios. El pasado lunes, en el Foro 2003 de la economía canaria, el presidente de los hoteleros de las Islas Occidentales (Ashotel), Pedro Luis Cobiella, sostenía que al empresariado canario le costará 3 ó 4 años superar lo perdido por las rebajas que se han hecho en los dos últimos años a los turoperadores. El vicepresidente de las agencias de viajes de la provincia tinerfeña, José Ignacio Alonso, admite que existe esa presión y añade que, además, ya muchos operadores poseen hoteles propios, pero en el fondo considera que "el turoperador presiona porque quién presiona es el mercado". Alonso argumenta que, a la vista de la progresión de destinos como Turquía, Marruecos o Túnez, que ya ofrecen infraestructuras hoteleras de alta calidad con buen clima todo el año, Canarias tiene un nuevo "hándicap que afrontar". "Somos un destino con costes sociales europeos". Es decir, que en Marruecos, Túnez o Turquia se produce en turismo el mismo 'dumping social' que se ha denunciado en otros sectores como el tomatero. Los salarios allí pueden ser hasta diez veces más bajos, con lo que los turoperadores consiguen precios en esos países con los que Canarias "sufre mucho" para competir. En esta clave, y en el argumento de que la manera de competir es la permanente apuesta por la calidad de las infraestructuras, los empresarios apuntan a lo "positivo" que sería alcanzar dentro de los turoperadores un grado de influencia suficiente para que mantengan su apuesta por Canarias. (Diario Atlántico Canarias, 20/01/03)
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