El sector turístico español está en el momento de «cierto estancamiento» que «no se puede llamar crisis», según manifestó el director de Mazars Turismo, Francisco Javier Vives, durante unas jornadas organizadas por el Instituto de Fomento Empresarial sobre los retos del turismo en España. Según Vives, es el momento de «grandes cambios en la oferta y demanda en el sector turístico», cuyo reto para el siglo XXI es conseguir un turismo competitivo».
El sector turístico español está en el momento de «cierto estancamiento» que «no se puede llamar crisis», según manifestó el director de Mazars Turismo, Francisco Javier Vives, durante unas jornadas organizadas por el Instituto de Fomento Empresarial sobre los retos del turismo en España. Según Vives, es el momento de «grandes cambios en la oferta y demanda en el sector turístico», cuyo reto para el siglo XXI es conseguir un turismo competitivo».
Para ello, «hay que comprometerse con la calidad de nuestro productos turísticos que debe trascender el ámbito de una certificación o una marca y competir no sólo con las infraestructuras, sino se trata de alcanzar la excelencia en los servicios», indicó Vives.
Asimismo, «tenemos que asegurar la sostenibilidad del turismo en términos generales, lo que significa el respeto no sólo a los recursos naturales, sino también a los valores culturales e históricos». Vives apuntó como otros factores básicos para alcanzar un turismo competitivo a la seguridad integral y la producción competitiva de riqueza, además de destacar la importancia del factor humano, ya que «al final, la experiencia turística siempre es interpersonal». El catedrático de Estructura Económica de la Universidad de Valencia, José Antonio Martínez Serrano, coincidió con Vives en que «no ha habido ninguna crisis en el sector turístico durante los últimos años, sino una ralentización después del periodo de expansión».Para Martínez, el turismo de masas es un fenómeno reciente (hace 50 años estaba sólo al alcance de las clases privilegiadas) que se debe al crecimiento de la renta y disminución de la jornada laboral, así como al envejecimiento de la población. Por ello, «es una industria joven con un gran potencial de desarrollo» dijo Martínez, para quien, España, segundo país receptor de turismo en el mundo, «ya no puede esperar tasas de crecimiento muy elevadas por estar muy explotado no saturado- su mercado turístico».nMartínez señaló que «la introducción del euro puede tener más importancia para el desarrollo del turismo de lo que creemos, porque los análisis de los primeros años de la Unión Monetaria Europea muestran un aumento del comercio de bienes de alrededor del 20 por ciento». Existe también un estudio preliminar del turismo portugués que indica un incremento del 17 por ciento en la llegada de turistas a Portugal desde la aparición de la moneda común europea, añadió Martínez. El catedrático no se mostró preocupado por la subida de los precios de los servicios en España, porque «aunque no favorece al turismo, no va a ser responsable de una posible crisis del sector». Para Martínez es más preocupante el hecho de que crezcan más que en el resto de los países de la UE los precios de los bienes, lo que definió como un comportamiento anómalo porque no tiene ninguna explicación y el redondeo del euro no ha influido en ello». En cuanto a la productividad del total del mercado, ésta ha crecido en España sólo en 3 puntos, mientras que la de servicios ha disminuido, pero en la mayoría de los países de la UE ha ocurrido una situación similar, precisó Martínez en su intervención.
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