Empresas y destinos idean iniciativas para impulsar el turismo industrial
Una modalidad que incrementa el catálogo de productos del sector y ofrece al turista experiencias diferentes
Publicada 02/05/19- Esta alternativa de ocio contribuye a desestacionalizar y a dinamizar la economía de determinados territorios
- Antiguas fábricas, minas, bodegas, fincas, talleres, o astilleros son valiosos recursos para dinamizar algunas zonas
- EEl Parque Minero de Riotinto, en Huelva, recibió un total de 92.778 visitantes en 2018, un 2,7% más que el año anterior, un récord históric
El turismo industrial es una alternativa de ocio y aprendizaje que se ha desarrollado con éxito en países del norte de Europa y que empieza a despegar en España. Una actividad que permite poner en valor recursos diferenciadores, muchas veces en desuso, dinamizar determinados territorios y romper la estacionalidad.
El turismo industrial es una modalidad de ocio que ofrece importantes ventajas a empresas y destinos, pero hasta hace poco tiempo no había tenido mucho seguimiento en nuestro país.
¿En qué consiste? Según explica Josep Maria Pey, director del área temática B-Industrial del salón de turismo de Barcelona B-Travel y gerente de la empresa El Generador, especializada en esta actividad, comprende diferentes alternativas. Por un lado, está el área patrimonial o histórica, que integra antiguos espacios de trabajo ya en desuso, como antiguas minas o viejas fábricas.
Otra opción es la denominada industria viva. Es decir, visitas a empresas que están en activo. Un buen ejemplo de la primera es el Parque Minero de Riotinto, en Huelva, donde se puede recorrer el recinto en un antiguo tren y conocer la mina Peña del Hierro, incluyendo 200 metros por una de sus galerías. En la segunda opción, se proponen visitas a lugares tan diversos como queserías, fábricas de juguetes o bodegas.
Una amplia gama de ventajas
Además de ser una opción muy interesante para desestacionalizar, impulsa la revitalización de determinadas áreas e instalaciones industriales en desuso. Josep Maria Pey indica que este tipo de turismo es un factor dinamizador para las propias empresas, que consiguen nuevos canales de promoción, al tiempo que pone en valor el tejido productivo de una zona.
“Territorios que no eran turísticos tienen ahora una actividad que dinamiza la economía local, y los espacios que ya eran turísticos tienen un valor añadido y un producto para desestacionalizar”
Esta alternativa de ocio amplía el catálogo de productos del sector y es muy interesante para el turista, que cada vez más busca experiencias más auténticas y singulares. Muchas veces puede comprobar por sí mismo el trabajo que se realiza, como hacer un queso o participar en un taller de cerámica, según el lugar de la visita.
Impulso a nuevas iniciativas
“Es una modalidad de ocio que se está desarrollando en todas partes”, afirma Pey. Cita como ejemplo la fábrica de Volkswagen en la ciudad alemana de Wolfsburg, que junto a la planta de producción, en 2000 inauguró Autostadt, la ciudad del automóvil.
Se puede visitar la propia factoría, los edificios de cristal que albergan los vehículos que se van a entregar a los compradores, los pabellones destinados a sus marcas de coches o el museo del automóvil. El complejo incluye hoteles y restaurantes y recibe más de dos millones de visitantes cada año.
También en España se están impulsando iniciativas que demuestran que el turismo industrial está en un momento emergente. Desde 2006 está operativa la Red de Turismo Industrial de Cataluña (XATIC), que movió 1,5 millones de personas en 2017. El pasado año se puso en marcha ‘As Pontes Experiencia Industrial’, en A Coruña, que alberga uno de los focos industriales más importantes de Galicia.
En octubre se presentó ‘Made in Costa Blanca’, un proyecto que pretende poner en valor sectores como el calzado, juguete, bodegas y hasta la actividad hortofrutícola y alimentaria.
En el País Vasco se presentó en noviembre la Red de Recursos de Turismo Industrial de Euskadi para impulsar su riqueza en factorías y fábricas como atractivo turístico. Sin embargo, otras iniciativas no llegaron a buen puerto, como la Red Española de Turismo Industrial (RETI), que arrancó en 2013 pero lleva varios años sin actividad.
Este reportaje forma parte de los contenidos de la revista HOSTELTUR de abril, también puede descargarse en pfd a través de este enlace:
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