El turismo gastronómico requiere impulsar la formación y el emprendimiento

Esta cumbre mundial, impulsada por la Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Basque Culinary Center, se ha centrado en esta ocasión en la contribución del turismo gastronómico al auge del empleo y, entre sus conclusiones, plantea la necesidad de adaptar los perfiles profesionales y desarrollar programas de formación y capacitación en turismo gastronómico y promover planes para generar, desarrollar, atraer, gestionar y retener talento.

Asimismo, se destaca la necesidad de disponer de instrumentos para facilitar el emprendimiento y el desarrollo de proyectos con capacidad transformadora.

Se trata de generar cultura de innovación en el sector a través, por ejemplo, del desarrollo de programas de aceleración de startup, la creación de becas para emprendedores o el impulso de programas de apoyo financiero

Entre las conclusiones, esta cumbre mundial, celebrada en el Kursaal de San Sebastián, propone también "generar el marco institucional apropiado a través de políticas específicas dirigidas a fomentar un empleo de calidad inclusivo y una cultura orientada a valorar a las personas y las profesiones" de este sector.

Además, se ha defendido que "para ser sostenible y generar valor social se requiere respaldo institucional, formación de calidad y fomento del emprendimiento".

Zurab Pololikashvili, secretario general de la OMT.

Este foro ha anunciado el ganador de la primera competición mundial de startup de turismo gastronómico que ha sido Dinify, una plataforma creada en la República Checa para el desarrollo de menús multilingües.

La próxima edicion del Foro Mundial de Turismo Gastronómico, que se celebra desde 2015, tendrá lugar en Brujas, Flandes (Bélgica).

Este encuentro se puso en marcha con el fin de fomentar el intercambio de experiencias entre expertos en turismo y gastronomía, identificar buenas prácticas y promover este producto como factor de desarrollo de los países. Ha celebrado dos ediciones en San Sebastián (2015 y 2017), una en Perú (2016) y otra en Tailandia (2018).

"El turismo gastronómico constituye una oportunidad de fomentar el crecimiento económico local y de luchar contra la despoblación. Se trata de una forma de implicar a muchas capas sociales en el desarrollo. El amplio espectro del turismo gastronómico lo convierte en un aliado de la inclusión social. Tiene especial potencial para empoderar económicamente a los grupos más vulnerables, tales como mujeres, jóvenes o comunidades indígenas y rurales", afirma Zurab Pololikashvili, secretario general de la OMT.