Los nuevos huracanes son más lentos y dañinos
La velocidad a la que se desplazan se ralentiza debido a los efectos del cambio climático
Publicada 08/06/18- El cambio climático puede modificar la circulación del aire en la atmósfera, el principal factor que determina la velocidad
- Un huracán que se mueve con lentitud o se queda estancado multiplica los daños sobre las zonas afectadas
- La temporada de huracanes 2018 en el Atlántico comenzó oficialmente el 1 de junio
La velocidad a la que se desplazan los ciclones tropicales (también denominados huracanes y tifones) se ha ralentizado un 20% en la cuenca del Atlántico y el Caribe en los últimos 70 años, coincidiendo con un periodo en el que el planeta se ha calentado 0,5 grados centígrados. Esta tendencia eleva el riesgo de inundaciones en las zonas afectadas, según un estudio que publica la revista Nature.
James Kossin, investigador de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA), indica en su trabajo que el movimiento de traslación de los ciclones se ha ralentizado en ambos hemisferios y en todas las cuencas oceánicas, excepto en el norte del Océano Índico.
"Los ciclones tropicales que tocan tierra se han ralentizado un 20% en el Atlántico, un 30% en el noroeste del Pacífico y un 19% en la región de Australia. Esa tendencia provoca que aumente, casi con seguridad, la cantidad total de precipitaciones e inundaciones", señala Kossin en un comunicado de la NOAA.
Razones del cambio
El estudio publicado en Nature señala que el cambio climático puede modificar la circulación del aire en la atmósfera, el principal factor que determina la velocidad y la dirección de las tormentas.
El calentamiento global provoca que se acumule una mayor cantidad de vapor de agua en la atmósfera, por lo que un aumento medio de 1 grado centígrado de la temperatura, unido a una ralentización del 10% de la velocidad de los ciclones, puede doblar la cantidad de lluvias en una región, según los cálculos del investigador.
El huracán Harvey, que provocó decenas de muertos y miles de desplazados en Estados Unidos el pasado agosto, es para el científico un "ejemplo dramático de las consecuencias que puede provocar un ciclón tropical que se mueve con lentitud o se queda estancado".
El huracán se mantuvo durante cinco días en la zona del Estado de Texas y llegó a revertir su dirección, por lo que impactó dos veces en una misma región.
Temporada de huracanes 2018
Según las previsiones de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA), la temporada de huracanes en el Atlántico, que comenzó oficialmente el 1 de junio, podría tener una actividad "cerca" o "por encima" del promedio, con entre 5 y 9 huracanes.
El Caribe mira al cielo
La región del Caribe cruza los dedos ante el inicio de la temporada de huracanes 2018, con el recuerdo reciente aún de los terribles daños que el año pasado causaron María e Irma en destinos como Puerto Rico, República Dominicana, Cuba o Florida.
Tales fueron los daños de 2017, que los países afectados por los huracanes en el Caribe tardarán "al menos" varias décadas en recuperar su desarrollo, según la ONU.
Y según un informe del World Travel & Tourism Council (WTTC), la temporada de huracanes de 2017 en el Caribe generará pérdidas por valor de 3.000 millones de dólares a lo largo de cuatro años.
Huracanes que se fortalecen en pocas horas
Además, Harvey, Irma y María, los huracanes más destructivos de 2017, no sólo tuvieron en común su descomunal fuerza.
Otra característica que preocupa a los científicos es que estos ciclones tropicales se fortalecieron muy rápidamente antes de llegar a tierra, pasando a categoría de "gran huracán" en pocas horas.
Si este tipo de fenómeno se repite en el futuro como consecuencia del cambio climático, los riesgos para el sector turístico también van a multiplicarse.
Ver también El turismo en alerta ante tres huracanes simultáneos, ¿es normal?
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