El auge de los cruceros fluviales y su nuevo perfil de cliente
Publicada 18/06/18
- El crucero fluvial está de moda y Europa es el área geográfica más demandada para posicionar barcos en los que el cliente ha descubierto una nueva forma de viajar
- El perfil de cliente está rebajando la edad media y exige alta calidad y renovación constante del producto, dado su alto índice de repetición
- El mercado español está madurando también en este producto pero aún tiene mucha trayectoria para crecer
El sector especializado en cruceros observa un alza en la demanda para itinerarios fluviales, muy vinculado a la inclinación creciente del turista español por un producto Premium que además le permite disfrutar con comodidad de la visita combinada a varios destinos. El alto índice de repetición, implica además un elevado nivel de exigencia para las navieras, obligadas a sorprender y cubrir los estándares de calidad por encima de las expectativas. Este artículo ha sido publicado en la revista HOSTELTUR de junio.
La cifra de pasajeros que optan por un crucero fluvial está en crecimiento. “Hay una demanda cada vez mayor y además se pide un producto Premium”, indica a Hosteltur el director Comercial de CroisiEurope para España y Latam, Tomás Fernández. De ahí que destinos lejanos como Mekong o África estén teniendo “una acogida espectacular”, aunque también hay otros cercanos como el Duero, cuya popularidad “sobrepasa todas las expectativas cada año”.
En las últimas temporadas“los cruceros fluviales se han convertido en una de las formas de viaje más de moda para los turistas españoles”, señala Yolanda Davilá, responsable de Producto de Cruceros de Panavisión Tours. De hecho “la demanda cada vez mayor de este producto ha hecho que progresivamente se incorporen nuevas rutas para poder ofrecer alternativas de viajea los clientes que año tras año deciden volver a realizar un crucero fluvial”, pues el porcentaje de repetición es muy alto.
Se han convertido en “uno de los productos más solicitados de la gama media y media-alta”, con los ríos de Europa como los más populares, indica Mariano González, director general de Crucemar. “Diferentes compañías de cruceros fluviales europeas están observando este desarrollo paulatino desde el inicio del año 2000 y con mejores expectativas en estos tres últimos años, por lo que están incrementando sus flotas de barcos”. También, por el mismo motivo, navieras del resto del mundo han comenzado a posicionar sus barcos en esta área geográfica.
Crucemar comenzó a identificar el crucero fluvial como uno de los que tendría mayor potencial a comienzos de la pasada década, “también comprendimos que la forma de comercializarlos era diferente a los cruceros marítimos, ya que son productos distintos, y pocas coincidencias tienen unos con otros”.
La vinculación del producto fluvial con la demanda de alta gama es evidente. Según explica el director general de Un Mundo de Cruceros y de la marca especializada StarClass, Juan Rodero, “los cruceros fluviales, como los marítimos, están asistiendo a un crecimiento notable de navieras dedicadas a éste segmento de lujo. El cliente de marítimos es a su vez potencial crucerista de un producto fluvial, pero dado que se supone que espera un determinado nivel de calidad y servicio, StarClass le ofrece sólo las marcas que cumplirán con esa exigencia. Al mismo tiempo, el cliente repetidor de fluviales busca mejorar su experiencia con “algo mejor”. En España, “al igual que los crucero marítimos tuvieron una fase de maduración y ya son un destino vacacional en sí mismo, los fluviales están igualmente madurando. Pero en Europa este producto va muy por delante de España, lo que no ocurre con los marítimos, donde es el cuarto mercado. En este sentido, Carlos Ruíz, adjunto a la Dirección General de Politours, señala que “el cliente que antaño probaba por curiosidad y cierto des conocimiento estos viajes, es hoy en día un fan de este formato que busca nuevas rutas y que nos obliga a marcas de reconocido prestigio a evolucionar y reinventarnos, siempre primando y manteniendo nuestros estándares de máxima calidad”.
La calidad del servicio es una característica destacada, según Mariano González, “se ha cuidado la atención personalizada al cliente, algo que se puede lograr más fácilmente al tratarse de barcos que no superan normalmente los 200 pasajeros”. Además, los avances tecnológicos que se aplican en buques de nueva construcción irán a más ante la demanda al alza.
Evolución del emisor español
En los inicios de Politours en este segmento de turismo el formato estaba diseñado y adaptado a un cliente senior que buscaba fundamentalmente en este tipo de ´circuito fluvial’ la comodidad de desplazarse de ciudad en ciudad en un hotel flotante” sin los inconvenientes de un tour, asegura Carlos Ruíz.Con el tiempo, “nuevos perfiles de clientes más jóvenes y familias han ido descubriendo la calidad de estos viajes, la belleza visual de la navegación” así como la esmerada gastronomía a bordo y la animación. “El cliente español, y en nuestro caso también el latinoamericano, demandan temporada tras temporada, rutas y circuitos en los que puedan aprovechar al máximo sus vacaciones y no simplemente un viaje en barco”.
“El turista español ha sido, históricamente, un gran demandante de circuitos en autocar por Europa”, apunta Rodero. En los últimos años, se ha dado cuenta que no hay mejor manera de visitar varios países de Centroeuropa que a bordo de un crucero fluvial. “Despertarse cada día en una nueva ciudad, navegar contemplando el paisaje cómodamente desde la cubierta, en vez de hacer largos recorridos en autocar”.
“El perfil del crucerista fluvial es más variado de lo que se piensa. Tradicionalmente se creía que el tipo de cliente de este producto era una persona edad media alta, y así es en muchos de los casos, pero la enorme variedad que CroisiEurope ofrece en sus cruceros fluviales ha hecho diversificar mucho esta tipología de cliente. Así, no es el mismo tipo de cliente el que viaja en verano, que son más familias de una edad media de 40 años en adelante, que los que viajan en los puentes, en los que nos dirigimos muchas veces a un mercado muy joven”, apunta Fernández.
“Podemos situar la media en torno a 47 años pero hemos observado que ha bajado en los últimos cinco años”, indican desde Crucemar, y la tendencia es a seguir descendiendo, aunque también depende del tipo de compañía que se trate. El español es, en general,“una persona ávida de conocer y descubrir, no es un perfil de un turista que solo quiere descansar y disfrutar del buen tiempo”, de modo que las empresas del sector debe poder responder a esta demanda que exige renovarse cada año, también en cuanto a la gastronomía.
Un cliente cada vez más experto y aventurero es el que está llevando también a ampliar los destinos. “Hemos visto que la demanda de otros ríos diferentes a los clásicos Rin y Danubio, que se vendían minoritariamente, ha crecido de forma exponencial en los últimos años”, apunta Panavisión, considerando que es un indicativo muy claro de un cliente muy fiel a este producto, que es “diferente a cualquier otro tipo de viaje”.
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