Simón Pedro Barceló y Jordi Gual inauguran el XV Foro Hosteltur

Barceló: Quiero animar a todos a la internacionaliación, este es un sector global, los españoles y las empresas españolas saben y triunfan en el mundo. Oportunidad para hacer de nuestro país un destino de éxito, y de nuestras empresas unas empresas de éxito. Hay espacio para todos fuera de España.

Al sector lo veo bien orientado al medio plazo, dice Gual.

Gual: Quiero certificar nuestro compromiso con el sector turístico, al que dedicamos esfuerzo y recursos y que creemos que va a ir a más, con líderes diversos, estrategias distintas pero igualmente válidas. Vamos a apoyarlas porque la manera de hacer negocios en CaixaBank es estar al lado del cliente, somos un banco de relación más que de transacción.

Barceló: Queremos ser una compañía hotelera, en el 2000 vendimos nuestros negocios no hoteleros. Por circunstancias recuperamos esa actividad, estamos felices de haberla desarrollado con un gran equipo. Queremos ser hoteleros y eso implica que no vamos a ser agentes de viajes en el futuro. La venta tan cacareada no se materializó y nosotros a lo nuestro, para que cuando llegue la oportunidad la podamos desinvertir en las mejores condiciones posible.

Barceló: 1.000 millones de euros de inversión en los próximos años. Mañana firmamos un crédito con CaixaBank, con ello podremos hacer algunas adquisiciones en España. Estamos generando 350 millones de euros de Ebitda y no tenemos deuda neta. Hemos de invertir esa cantidad y buscaremos las oportunidades, muchas de ellas probablemente fuera de nuestro país.

Barceló: Yo no puedo hablar mucho de fusiones, la primera que planteé me dieron calabazas! Tan extraordinaria puede ser una empresa mediana o grande como una familiar, el tamaño no lo es todo, sino la gestión. Para nosotros el tamaño es importante, genera eficiencias y diversifica el riesgo, y en eso estamos.

Barceló: La capacidad de crecimiento de España en el sector turístico va mucho más allá del vacacional, a pesar de que seguimos siendo en el vacacional un jugador clave en España y en el mundo.

Nos tenemos que quejar, es nuestro discurso, que no tenemos Ministerio de turismo, que no nos prestan la suficiente atención... pero la verdad es que el sector turístico ha sido fundamental en que España haya llegado donde ha llegado, que también vive del consumo español y que hay muchos más argumentos a favor de que seguirá creciendo. Habrá ganadores y perdedores, como todo en la vida, claro.

Gual: Para quienes tenemos la visión de conjunto, hemos visto otros sectores con ajustes del 40%. Vista en perspectiva la situación del turismo es excelente.

Barceló: La situación está más difícil que en los últimos años pero creo que no va a pasar de ahí. 2019 será un poco peor que 2018, no más. 2007 fue el mejor año de la crisis y el peor, 2009. Entre esos dos años cayó un 11% la llegada de visitantes. Si aplicamos a 2017 esa caída, nos quedaremos en los datos de 2015 y 2016, que fueron magníficos años turísticos. Tenemos un colchón para poder estar muy tranquilos.

La oferta de calidad cada vez más ajustada a nuestro cliente, a lo que pide: experiencias, buenas experiencias para que haya repetición, estancias más largas, esa me parece la receta del éxito, pero vamos, el que sabe más de esto es Simón Pedro, asegura Gual.

Alta productividad, gran profesionalización, buena competitividad... España es un destino que ha mostrado su fortaleza, lo cual explica los flujos de inversión que estamos viendo, dice Gual. El futuro del sector turístico es la diferenciación, romper la estacionalidad, unirlo con la cultura y la historia, eso se está haciendo. Hay oferta alternativa de calidad en el extranjero, no podemos dormirnos.

Hay que compaginar el ser optimista con el ser exigente, dice Barceló. Si cada uno de nosotros cada día trabaja un poco mejor, las cosas nos irían mucho mejor. Si todos lo hacemos así no nos gana nadie, en España.

Yo no creo mucho en los modelos desde arriba, dice Gual. Simplemente, buenas infraestructuras -nos falta el corredor mediterráneo del AVE-, sistema legal estable que dé seguridad, y a partir de ahí dejar a la libre empresa que funcione porque hay muchas ganas y mucha iniciativa en España, en sectores nuevos y en convencionales que se están reconvirtiendo.

Gual: Lo que aprendimos de la crisis es que no se puede vivir por encima de las posibilidades de uno, el crecimiento ha de basarse en la generación de riqueza y no excesivamente en el apalancamiento. Las explosiones de crédito o de financiación del déficil público no son buenas. El equilibrio es necesario. Estar en el marco de la UE y la zona euro impone unas restricciones muy bienvenidas, porque a gastar todo el mundo está dispuesto.

Barceló: El déficit público es grandísimo. Ante cualquier problema la reacción es "se necesita más dinero". No veo nunca la reflexión de "¿estamos gastando bien?" A veces los problemas se resuelven con un "gastemos mejor", no veo ese análisis en profundidad que sí hace la empresa privada.

Barceló: Mi preocupación está más en el medio plazo, yo no veo cuál va a ser el modelo, las vías de crecimiento para los próximos años. Creo que estamos frente a una cierta estabilidad para un par de años en el ámbito político, y debería hacerse un esfuerzo de reformas en el ámbito público para impulsar la actividad empresarial. Impulsar la inversión creciente y no decreciente, como me temo si el crecimiento sigue bajando.

Tener las cuentas públicas saneadas permite a la economía española tener un colchón para los malos tiempos, asegura Gual. Hay que mantener los ojos muy abiertos, es una economía integrada con el resto del mundo y si le pilla un resfriado a EEUU a nosotros también nos puede afectar... un resfriado, no más".

"Soy optimista pero con fundamentos", dice Gual. "La economía española en entorno de situación política compleja ha continuado en velocidad de crucero por encima de zona euro de forma clara, incluso en momento de desaceleración. Por vientos de cola y por las reformas que se hicieron en su momento".

Gual: Previsión de crecimiento del 2,3% para este año en España, aterrizaje suave y horizonte de estabilidad. El crecimiento excesivo puede ser perjudicial, esto lo hemos aprendido. Un crecimiento equilibrado es crucial, crecimiento sostenido de consumo e inversión y sector exterior en positivo.

Barceló: En toda la cadena de los viajes los actores han mejorado en los últimos años. Los hoteles han hecho un gran esfuerzo en eficiencia energética, los constructores de aviones para tener consumos más eficientes, todo lo que se plantea en reciclaje... en el negocio hotelero pensamos continuamente en cómo mejorarlo. Gran esfuerzo hecho, pero que debe seguir con análisis y acción.

Gual: El sector público debe ser catalizador de todo este proceso, qué acciones pueden calificarse de bajas en carbono.

Gual: Los ajustes para reducir el cambio climático conllevan unos costes que no todos quieren asumir, que los asuma el vecino dicen algunos. El sector financiero no está directamente afectado, no como el turístico (cambio de patrones turísticos, transporte...), pero somos financiadores de inversiones necesarias para pasar a una economía baja en carbono.

El ámbito privado y el público deben aunar fuerzas en la cuestión del cambio climático, superar diferencias y asegurar que todos trabajamos en la misma dirección, asumiendo compromisos cada vez mayores.  Ahora lo que hacen las empresas será público, debermos compartir información y estrategias, podremos copiarnos.

Barceló: No creo que falte liderazgo, sino líderes que tomen mejores decisiones. A veces el problema es el exceso de actuación política. Los empresarios hemos de hacer un esfuerzo por ser modélicos, nuestras organizaciones han de ser ejemplares.

Gual: El mundo es multipolar y pactar está siendo más difícil de lo que era, hay más actores y más variables en juego, el mundo de internet y los datos ha cambiado los parámetros, han creado más inseguridad y hay actores que tienden a cerrarse en sí mismos. Hay que redoblar el empeño en negociar.

En la próxima resaca no subáis los tipos de interés a los que pagamos los créditos (risas en la sala), le lanza Barceló a Gual.

Gual: El sector financiero tiene que ser el primer interesado en la salud financiera del sector empresarial. El crecimiento acelerado, excesivo, apalancado, con escasa salud financiera de hace unos años no nos lo podemos permitir. Luego vino la resaca. Estoy totalmente de acuerdo contigo.

Aumir mayores riesgos geográficos y geopolíticos es parte de esta visión, por encima de un balance cada vez más saneado... nosotros hemos decidido, lo siento Jordi, que vamos a hacerlo sin deuda neta, bromea Barceló hablando totalmente en serio.

Barceló: Una empresa a medida que crece va incrementando sus responsabilidades. Hay nuevos compromisos que implican mayores riesgos para empresas de determinado tamaño, tiene más riesgo por ejemplo invertir en Marruecos que en España.

Los extremismos son el resultado de una cierta deslegitimación del sistema económico del cual nos dotamos hace unos 40 años, hay cierta crítica al sistema de economía de libremercado, que necesita la participación activa de las empresas más allá de generar la cuenta de resultados, dice Gual.

En todo el territorio español, también en Portugal, estamos al lado de la gente apoyando a la cohesión social, algo que ayuda a mitigar el impacto de los populismos porque reduce las desigualdades, asegura Gual.

Las empresas deben ir más allá de la obtención del beneficio, asegura Jordi Gual. Las empresas tienen que ganar dinero pero cumplen además una función social, que en CaixaBank tenemos claro.

El crecimiento y el desarrollo social de esa parte del continente es fundamental, "tenemos que invertir allí y ayudar a que haya empleo, que la gente desee quedarse en sus países", asegura el hotelero.

¿Qué podemos hacer nosotros? Dice Barceló... invertir es una de las posibilidades, como hizo Barceló el año pasado en Marruecos. Invertir en la ribera sur del Mediterráneo, donde es atacado el turismo.

Simón Pedro Barceló remarca que el mundo es cada vez más pequeño y que cualquier cosa que pasa en cualquier lugar del mundo nos hace reflexionar y puede tener un impacto sobre nosotros.

El comercio internacional se ve afectado por la involución en la cooperación e integración internacional, dice Gual.

Jordi Gual confirma que las guerras comerciales, proteccionismo, freno a la integración europea son atribuibles a movimientos políticos radicales que nacen de las inseguridades de la población en tiempos de crisis.