Barceló y CaixaBank defienden la fortaleza del sector en cambios de ciclo
Publicada 24/05/19
- El sector turístico ha tenido un comportamiento contracíclico que le ha venido ideal a la economía española, ha afirmado Jordi Gual
- "Las cosas están más complicadas, pero tenemos un colchón magnífico para poder estar muy tranquilos y afrontar el futuro", según Barceló
- El presidente de CaixaBank y el copresidente del Grupo Barceló, protagonistas del primer debate del Foro Hosteltur 2019
El comportamiento contracíclico, la competitividad y la productividad que ha tenido el sector turístico español durante y después de la profunda crisis financiera pasada han demostrado su fortaleza convirtiéndose en el más estratégico de la economía española. Es una de las conclusiones de la conversación entre Simón Pedro Barceló, copresidente del Grupo Barceló, y Jordi Gual, presidente de CaixaBank, primer debate del Foro Hosteltur 2019, celebrado en Madrid.
Ambos ejecutivos hicieron un repaso a las lecciones aprendidas de esa crisis y la situación actual del sector, la economía española o la actuación del liderazgo político, entre otros temas abordados en el debate moderado por el director de Hosteltur, Manuel Molina.
Comportamiento contracíclico
“El sector turístico ha tenido un comportamiento contracíclico que le ha venido ideal a la economía española, creciendo en épocas en las que otros sectores de la economía estaban sufriendo más los efectos de la crisis, lo que es una muestra, por un lado, de diversificación de la economía española y, por otro, de la enorme competitividad del sector turístico español, número uno en uno de los rankings más prestigiosos del mundo”, ha afirmado el presidente de CaixaBank.
Ha recordado que, durante la crisis, se ha visto a otros sectores que han registrado ajustes cercanos al 40%, con lo que, comparado con ellos, los resultados del turismo son excelentes.
El copresidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló, considera que la situación actual es “un poco más difícil”, más complicada que en los años recientes, pero asegura que no va a pasar de ahí, y para demostrarlo hizo su propio ejercicio de cálculo: “El año 2108 fue un poco peor que el 2017 cuando tocamos techo, y creo que 2019 será un poco peor que el año pasado. Repasando los números del impacto que ha sufrido España desde 2017, que fue el mejor año antes de la crisis y el peor de la crisis, que fue el 2009, la caída de visitantes y pernoctaciones fue de un 11%. Si a los mejores datos del sector del 2017 les aplicáramos una caída del 11%, nos estaríamos quedando con los datos de entre 2015 y 2016, que creo que prácticamente ya todos estábamos trabajando y disfrutado de magníficos años turísticos”.
En tal sentido su conclusión es que “las cosas están más complicadas, pero tenemos un colchón magnífico para poder estar muy tranquilos y afrontar el futuro haciendo lo que hay que hacer”.
Gual ha destacado asimismo que se ha demostrado la resiliencia del segmento vacacional y la creciente profesionalización del sector, su alta productividad y competitividad frente a otros sectores internacionales. “Es un destino que ha mostrado su fortaleza, lo cual creo que explica los flujos de inversión que estamos observando y que siguen la línea correcta de mejorar la calidad de la oferta del sector y de orientarlo a lo que tiene que ser su futuro, la diferenciación, turismo de calidad, a romper la estacionalidad, a unir el turismo con aspectos ligados con la cultura y la historia, y ese flujo de inversión que va al sector me parece positivo y sostenible".
También ha destacado la creciente profesionalización del sector y su alta productividad.
Por su parte, Simón Pedro Barceló ha reconocido que el sector turístico ha sido fundamental para que España haya llegado a donde está. “Esta actividad seguirá creciendo, pero habrá ganadores y perdedores”. También ha considerado que “España tiene todavía mucha capacidad de crecimiento en el sector, que va más allá del vacacional, aunque éste es un segmento que sigue siendo clave”.
Liderazgo político
Sobre la acción o falta de ella por parte del liderazgo político o inacción política para asumir los riesgos, Jordi Gual ha afirmado que hay voluntad política, pero la multipolaridad actual en el el mundo hace difíciles los pactos y acuerdos. "El mundo de los datos y de internet ha cambiado los parámetros en los que trabajábamos antes, y ha creado más inseguridad que produce que estén en estado internacional actores que tienden a encerrarse en sí mismos al proteccionismos, por tanto, es un mundo más difícil, debemos redoblar el empeño, en negociar, en pactar, ... la lógica política es distinta a la empresarial, es más regida por el poder o por las convocatorias electorales, pero en definitiva, tenemos un mundo más complejo en el que es más difícil avanzar en los acuerdos, pero con posibilidades...".
Barceló, por su parte, no cree que el problema sea que no hay o falte liderazgo o acción política, sino que, en determinadas ocasiones, hay líderes que se pasan o que toman demasiadas acciones. "Creo que lo que necesitamos es mejores líderes, mejores acciones políticas. Probablemente, con las guerras comerciales, por ejemplo, son más resultado de un exceso de acción política".
En este punto, ha destacado que la mejor contribución del sector empresarial es con el ejemplo. "Las organizaciones empresariales tienen que ser modélicas, quienes están al frente de las mismas deberían ser ejemplares porque solamente así nuestros representantes pueden llamar la atención sobre la actuación de otros, y lo van a poder hacer con la suficiente fuerza, contundencia y convicción si ellos no han incurrido en los mismos excesos, fallos o defectos que, en muchas ocasiones, criticamos de forma incorrecta e injusta en otras instituciones del entramado público de nuestro país".
Economía española
En cuanto a la situación de la economía española, Jordi Gual considera que las previsiones de CaixaBank, en sintonía con las del Banco de España, se encuentran en un contexto de aterrizaje suave hacia el potencial de crecimiento. “Es un horizonte de estabilidad, del cual me quiero congratular. Creo que si algo aprendimos de los años pasados es que el crecimiento excesivo también puede ser muy perjudicial, es bueno un crecimiento equilibrado, donde el consumo como la inversión deben crecer de sostenida, y un crecimiento en el cual el sector exterior esté en posición positiva como ha ocurrido en España los últimos cinco o seis años”.
Barceló ha mostrado preocupación en el medio plazo, ya que considera que no se vislumbra cuál va a ser el modelo o las vías de crecimiento para los próximos años. “Creo que debería hacerse un esfuerzo de reformas en el ámbito público que impulsen la actividad empresarial y la inversión empresarial que será decreciente como me temo que va a ocurrir si nuestro crecimiento sigue bajando".
También ha destacado que hay que poner las cosas en contexto, ya que no hay conciencia de que el déficit público español, en términos brutos, es grandísimo (3%: 30.000 M €) y, sin embargo, la reacción cada vez que hay un problema es “se necesita más dinero”. En este punto ha añadido que no observa en el ámbito público ese ejercicio constante que se hace en el privado de analizar si el gasto es adecuado. “No siempre los problemas se resuelven con más dinero. Ya sé que una parte del presupuesto público se va al gasto social, pero incluso en este ámbito creo que debería hacerse un análisis mucho más profundo, porque lo fundamental no es gastar más, sino que lo fundamental es gastar mejor”.
Las lecciones de la crisis
En cuanto a las lecciones aprendidas de la crisis en pocas palabras, para Gual, especialmente, que no se puede vivir por encima de las posibilidades: "El crecimiento tiene que basarse en la generación de riqueza y no excesivamente en el apalancamiento público o privado. Por tanto, las explosiones de crédito o financiamiento de déficit público cuando el dinero está barato y accesible no son buenas y la regulación de los sectores y la financiación del gasto tienen que atender a ese equilibrio para que la economía crezca lo que puede dar de sí y no más allá".
Barceló contestó con la respuesta que da a dirigentes de otros países en Fitur cuando le preguntan qué hacer para participar en la industria mundial del turismo: “Ordenación, infraestructura y promoción, y en este orden. Por ejemplo, nos encontramos que un destino sin infraestructura y ordenación empieza a promocionarse… por lo tanto, eso que predicamos para otros países es aplicable al nuestro. Creo que necesitamos cada vez más, un estado de equilibrio, que no nos volvamos locos en períodos de bonanza ni nos deprimamos en los momentos de dificultades, hay que compaginar ser optimista con ser exigente, y cada día hacerlo un poco mejor…”.
Barceló finalizó haciendo un llamado muy particular a los empresarios del sector: "Quiero animar a todos a la internacionalización, éste es un sector global, los españoles y las empresas españolas saben y triunfan en el mundo. Oportunidad para hacer de nuestro país un destino de éxito, y de nuestras empresas unas empresas de éxito. Hay espacio para todos fuera de España".
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