El despertar del destino Turquía
Publicada 27/05/19
- Es el tercer país con más ingresos en el sector del turismo de salud después de Estados Unidos y de Alemania
- Constituye el quinto mercado en número de turistas de salud después de Estados Unidos, Alemania, Tailandia e India
- Dentro de los tratamientos médicos, ha conseguido posicionarse en el transplante capilar, que lleva miles de pacientes a este país
Tras algunos años de fuertes caídas en el sector turístico, desde el pasado año Turquía, ha conseguido recuperar su mercado vacacional y se consolida como un destino clave en el turismo de salud, con una destacada posición en el trasplante capilar, un tratamiento que lleva cada año a miles de visitantes al país.
En 2018, los destinos competidores de España en el Mediterráneo consiguieron consolidar la recuperación iniciada un año antes, tras varias temporadas sufriendo las consecuencias de la inestabilidad social y política y la amenaza terrorista. Y algunos de ellos lo hacen con fuerza, como Turquía, que ha conseguido recuperar los visitantes perdidos.
Su imagen como destino turístico sufrió una fuerte penalización entre abril de 2015 y marzo de 2017 por los recelos relacionados con la seguridad y el terrorismo.
La mayor caída se registró en 2016 cuando se contabilizaron 26 millones de visitantes extranjeros, pero volvió a la senda del crecimiento a partir de abril del año siguiente
Recuperación con cifras históricas
2018 ya fue un año de récords, con la llegada de 39,5 millones de turistas, casi un 22% más que en 2017, según el Instituto Nacional de Estadística turco (TÜIK). Números que superan incluso los máximos niveles históricos alcanzados en 2014 y 2015, cuando se contabilizaron 36 millones de visitantes –10 años antes, en 2004, sólo recibía 17 millones de viajeros extranjeros-.
Los principales mercados emisores fueron Rusia, Alemania, Bulgaria, Reino Unido y Georgia. Los ingresos por turismo alcanzaron los 26.500 millones de euros, con un gasto medio por persona de 581 euros
De cara a 2019, Turquía maneja buenas previsiones, sólo en los dos primeros meses más de 3,2 millones de turistas llegaron al país, un 7,4% más que un año antes.
Estabilidad combinada con una variada oferta
Pero, ¿cómo ha conseguido dar un giro tan amplio a la industria del ocio? No cabe duda de que es uno de los países con una oferta turística más rica y variada. Desde el original paisaje de la Capadocia o de Pamukkale hasta la espectacular ciudad de Estambul, entre otros muchos recursos. También ha desarrollado un producto de sol y playa de gran calidad, que le ha convertido en un gran competidor de España. Dispone de más de 1,13 millones de plazas hoteleras, la mayoría -unas 750.000- en zonas vacacionales, ubicadas en amplios resorts.
El destino estrella es la región de Antalya, que en 2018 concentró el 31,50% de las llegadas al país, después de Estambul con el 34,02%. Asimismo, se ha producido una gran mejora en la conectividad aérea. Turkish Airlines la compañía aérea de bandera, vuela a más de 300 aeropuertos de 120 naciones, es una de las aerolíneas del ranking mundial que vuela a más países.
Sin olvidar que se acaba de inaugurar el nuevo Aeropuerto Internacional Estambul, que ha supuesto el cierre del aeródromo Atatürk. Es uno de los más grandes del mundo y cuando sea completamente funcional, en 10 años, tendrá seis pistas, ofrecerá vuelos a más de 300 destinos y atenderá a 200 millones de viajeros por año. Una cifra que duplica la del aeropuerto con más tráfico del mundo, el de Hartsfield Jackson, en Atlanta (Estados Unidos).
Se afianza como destino para el turismo de salud
Por otro lado, Turquía ha conseguido hacer marca como destino para el turismo de salud. Cada año miles de turistas visitan el país con el objetivo de someterse a un tratamiento médico o estético, como el trasplante capilar, el más solicitado actualmente.
No hay estadísticas claras sobre la cifra de usuarios, ya que Turquía exige un visado especial a quienes vayan a someterse a un tratamiento médico, según explican desde la oficina de Turismo de Turquía en España, pero muchos pacientes acceden al país únicamente con el visado de turista.
No obstante, según datos de Founding Chairman, el consejo turco de viajes sanitarios, es el tercer país con más ingresos en este sector después de Estados Unidos y de Alemania y el quinto en número de turistas de salud después de Estados Unidos, Alemania, Tailandia e India.
En los últimos años se ha producido un gran incremento en la cifra de personas que llegan a este país para someterse a un tratamiento médico. En 2018, se registraron 890.000, frente a las 765.000 de un año antes y a gran distancia de las 126.000 de 2005, según la citada entidad.
Los viajeros que más visitan Turquía por turismo de salud proceden de Irak, Libia, Azerbaiyán, Emiratos Árabes Unidos y Kazajistán
Una apuesta de Estado
Desde Global Health Hair, turoperador con oficina en España especializado en la venta de paquetes para realizar trasplantes capilares en una clínica de Estambul, una de las 250 existentes en Turquía, explican a HOSTELTUR que las principales razones para desplazarse a este país con el objetivo de someterse a un tratamiento de este tipo están relacionadas con la buena relación calidad-precio.
Y aclaran que las bajas tarifas no implican menor profesionalidad, costes de la mano de obra, ya que los salarios suponen un tercio de lo que se paga en España
Además, señalan que el Gobierno turco ha apostado por incentivar esta práctica y subvenciona a las clínicas homologadas y certificadas con el fin de mantener el flujo de visitantes, ya que tiene una amplia repercusión en la actividad turística. Además, hay que tener en cuenta el bajo valor de la lira turca respecto al euro.
En lo que se refiere al perfil de este tipo de viajeros, en su mayoría son hombres y los meses más habituales para estos viajes son julio y agosto, coincidiendo con las vacaciones de los interesados.
Un completo paquete de servicios
Global Health Hair ofrece un paquete cerrado de 2.480 euros, de tres noches y cuatro días, que incluye los vuelos, alojamiento en hoteles de 5 estrellas, todos los traslados –tanto del aeropuerto al hotel como desde éste a la clínica- y algunas comidas, además del tratamiento.
Los hoteles suelen pertenecer a marcas reconocidas, pero no todos están dispuestos a trabajar con este tipo de clientes. Tras la operación, los pacientes tienen que llevar la cabeza cubierta con una venda durante un día y, por razones estéticas, no todos los establecimientos los aceptan.
Un tratamiento que permite conocer el destino
La intervención tiene lugar el segundo día de estancia, y como el paciente se encuentra bien de salud y aún tiene dos días por delante hasta la finalización de su estancia, suele aprovechar este tiempo para conocer el destino y disfrutar de la gastronomía local, con el consiguiente impacto en el turismo.
De ahí se deriva una imagen que se ha convertido ya en habitual en las calles de Estambul y otras ciudades turcas, la presencia de cabezas rapadas y parcialmente vendadas, que identifica a las personas que han pasado por esta intervención. Además, algunos clientes optan por alargar su estancia reservando algunas noches más, generalmente antes de la intervención para conocer el destino.
Este reportaje forma parte de los contenidos de la revista HOSTELTUR de mayo, también puede descarge en el siguiente link::
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