Viaje a las profundidades del turismo
En la planta -6 del Ministerio de Industria y Turismo, se preservan miles de documentos que forman parte de la historia del sector turístico
Publicada 02/06/19- En el centro podemos encontrar más de 80.000 documentos guardados y clasificados: fotos, libros, carteles, folletos...
- Los documentos pueden buscarse desde la web de Turespaña y luego solicitar su consulta en una sala del Ministerio
- El gran reto para los documentalistas es cómo preservar la información y se apuesta por la digitalización
La memoria del sector turístico en nuestro país (sus folletos, carteles, fotografías, libros, informes, CDs, revistas especializadas, etc) alcanza en estos momentos más de 80.000 documentos. Y cada año sigue creciendo. Todo ello se almacena, clasifica y difunde desde el Centro de Documentación Turística de España (CDTE), un lugar de referencia para los investigadores. Lo hemos podido conocer desde dentro.
El CDTE forma parte de Turespaña, desde cuya web www.tourspain.es (en el apartado de “Estadísticas y conocimiento turístico”) se puede acceder al catálogo de documentos que se preservan en los depósitos de esta institución, situados en las plantas subterráneas -3 y -6 del Ministerio de Industria y Turismo, en el Paseo de la Castellana, Madrid.
Cualquier persona puede por ejemplo buscar el título del documento que desea consultar y, una vez localizado, puede solicitar su consulta en una pequeña sala del CDTE.
Dicha sala se encuentra en la planta baja del Ministerio, así que los investigadores no necesitan tomar el ascensor hasta las plantas subterráneas donde se almacenan los documentos.
El pasado 22 de mayo tuvimos la oportunidad de conocer por dentro el Centro de Documentación Turística y visitar los depósitos de la planta -6, tal como muestra el siguiente vídeo.
Los usuarios del CTDE son principalmente investigadores turísticos, estudiantes universitarios, doctorandos, profesores, etc
“El objetivo del CDTE es recopilar, clasificar, describir y difundir la documentación turística”, explica la jefa de servicio de este organismo, la documentalista Asunción Muñoz.
Esta tarea significa que el personal del CDTE debe hacer un trabajo constante de preservación de material de todo tipo.
“Por ejemplo, un PDF que podemos abrir hoy desde un formato y ordenador determinado, quizá no lo podamos consultar de aquí a unas décadas. Una cinta de vídeo tiene una vida útil de 25 años. Y por otra parte, la calidad del papel de muchos libros y revistas que se publican en la actualidad es peor a la de épocas pasadas”, explica la jefa de servicio del CDTE.
Debido a la fragilidad de estos formatos, el CDTE está apostando por la digitalización de los materiales, tal como se está haciendo en otros centros de documentación cuya misión es preservar la información.
De momento, se han digitalizado todas las fotografías del fondo, lo que obliga a clasificar y describir correctamente cada una de ellas si luego deseamos encontrarla.
También han comenzado a digitalizarse libros y carteles. “Lo importante es que puede accederse a estos documentos a través de la pantalla, de modo que no tocas constantemente el documento original”, explica Asunción Muñoz.
Lógicamente y debido a la importancia del sector turístico en España, a lo largo de un solo año se genera un gran volumen de documentos relevantes (tanto en formato papel como en digital) que merecen la pena ser preservados.
A ello se deben añadir otras publicaciones de interés, informes, revistas, etc, publicados en el extranjero, que también se recopilan, clasifican y preservan en los depósitos del CDTE.
Además, el CDTE también lleva a cabo acciones de formación para estudiantes universitarios, donde pueden conocer de primera mano cómo consultar la documentación turística y estadística para sus trabajos e investigaciones.
El CDTE fue fundado en 1985, aunque “heredó” todo el fondo documental de los distintos organismos que se habían encargado de la promoción turística de España hasta esa fecha
Entre los documentos más antiguos podemos encontrar libros publicados en el siglo XVII y guías de viajes del siglo XIX (que a lo largo de los años fueron adquiridos por el Estado para el fondo documental); revistas de alpinismo de 1919; carteles turísticos de 1929; un folleto de las Cuevas de Altamira de 1928; la Guía Michelin de España de 1936, etc.
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