Mis tres deseos para Madrid tras el annus horribilis 2013

1) Un proyecto que genere ilusión

La semana pasada, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, anunció la puesta en marcha de "una nueva entidad específica y autónoma" para la promoción turística de la ciudad.

Pero este proyecto sólo tendrá éxito si logra ilusionar y seducir al sector privado, de manera que las asociaciones empresariales se impliquen en la gestión de la nueva agencia de promoción turística, con participación directa en los órganos de decisión. Todo ello regulado en los estatutos de la entidad, donde queden fijados los porcentajes de voto de cada uno así como las aportaciones económicas.

2) Una estructura profesionalizada

El éxito de la nueva agencia igualmente radicará en su nivel de profesionalización. Cuanto más apartada esté de las injerencias del poder político, mucho mejor.

Es decir, la continuidad de los profesionales en la nueva empresa público-privada no debe verse amenazada por los ciclos electorales o presiones del político de turno, sea del color que sea.

Un bar de tapas en Madrid.

3) Fichajes estrella

Además de una estructura profesionalizada e independiente del poder político, la nueva agencia de promoción probablemente necesitará incorporar "jugadores estrella", con amplia experiencia en agencias de promoción público-privadas y/o empresas turísticas, para seguir compitiendo con garantías en la Champions League del turismo urbano.

No olvidemos que el turismo urbano es un segmento en auge, pero también una competición con un altísimo nivel competitivo donde se juega contra Londres, París, Berlín, Roma, Barcelona... Ver también Madrid: la crisis turística en cinco preguntas y respuestas.

Evolución de las pernoctaciones hoteleras en las principales ciudades europeas. CLICK PARA AMPLIAR IMAGEN.

En suma, las pérdidas y frustraciones que Madrid ha sufrido en 2013 escuecen mucho, pero tengamos en cuenta que a escala global, durante los últimos cinco años, el turismo urbano ha crecido cuatro veces más rápido que el sol y playa. La tendencia está ahí, pero hay que saber aprovecharla y poner los medios adecuados.