Los tres retos de Cancún
La tasa de ocupación hotelera ha caído hasta un 14%
Publicada 14/07/19- La ocupación hotelera en la zona de Cancún ha caído un 14%, según datos de Mabrian Technologies, sobre todo por la bajada de grupos de EEUU
- Todos los mercados menos el español (+5,9%) perciben en Cancún un descenso de la seguridad, especialmente EEUU (-4,9%) y Canadá (-6%)
- Calculan que desde junio de 2018 hasta hoy se ha perdido el 40% de los corales del caribe mexicano debido a los efectos del sargazo
La inseguridad por la guerra del narcotráfico, el excesivo crecimiento de plazas hoteleras y de pisos turísticos en Quintana Roo y la llegada masiva del sargazo a las playas de Cancún, son los tres principales retos a los que se enfrenta este destino líder del Caribe mexicano. Pero hay otros: falta de promoción y descenso de plazas de avión en los últimos meses. La coordinación de los empresarios hoteleros con las autoridades de la zona es efectiva en algunos campos, pero no en todos. El efecto de todas esas causas ha sido la caída de un 14% en la ocupación hotelera, según datos de Mabrian Technologies, por la bajada sobre todo de grupos procedentes de Estados Unidos.
Cancún es el destino estrella del estado de Quintana Roo, a su vez estrella del Caribe mexicano. Sin embargo, son muchas las amenazas que se ciernen en este momento sobre un destino que tiene unas 100.000 habitaciones hoteleras, de las cuales un 60% son de empresas españolas, porcentaje que en Riviera Maya llega al 80%. En Cancún la presencia de hoteleros mexicanos es mayor que la de españoles, al contrario de lo que ocurre en Costa Mujeres. También hay gestión de EEUU en la zona, “pero claro, son gestores, no propietarios. Quien sí se pelea y se deja las cejas es AMResorts”, según explica a HOSTELTUR Ramón Rosselló, gerente de Inverotel, el lobby de los hoteleros españoles en México.
La inseguridad que amenaza la zona procede de la guerra que el narcotráfico está librando allí desde hace décadas, pero muy especialmente desde la detención de los capos Félix Gallardo y más recientemente, el Chapo Guzmán. Al romperse el equilibrio territorial de los carteles, todos quisieron apoderarse de Quintana Roo, el estado que alberga uno de los tres principales polos turísticos del país, Cancún.
“El problema de seguridad existe y no puede ser obviado”, dice Rosselló. Los turistas no están amenazados, interesa mantener esta industria tanto a las autoridades como a los narcotraficantes -los turistas son sus principales clientes-, pero “es innegable que hay preocupación”. Autoridades y hoteleros trabajan juntos para hacer frente al problema, con la instalación en la zona de 3.000 cámaras, en hoteles y espacios públicos, y habilitando un mando único militar que agrupa a las policías municipal, estatal y federal.
El Secretario de Seguridad Pública del Estado de Quintana Roo “es un profesional con experiencia en el tema, que ha trabajado en otras zonas del país en manos del narcotráfico y ha conseguido éxitos”, asegura Rosselló, aunque también concede que “somos conscientes de que se trata de un proceso, y no hay una solución de un día para otro”. En otra época las autoridades pactaban con los nacotraficantes la “paz social”, aunque ello tampoco eliminaba el problema.
La situación es tal y el coste de la seguridad tan grande, que los ingresos del impuesto de hospedaje han sido redireccionados para financiar la seguridad. Algo que los hoteleros “hemos tenido que aceptar, poniendo la seguridad por encima de la promoción porque en este momento es necesario”.
Acapulco, la muerte de un destino
El sector turístico representa el 8,7% del Producto Interior Bruto de México, y solo Quintana Roo (con Cancún y Riviera Maya) aporta el 7,1% del PIB turístico del país, por lo que es crucial combatir la inseguridad. Cancún no es el único destino con problemas. En el Caribe, también Isla Mujeres y Cozumel se ven afectados en grados distintos, aunque donde peor están las cosas es en los destinos del Pacífico: Manzanillo, Zihuatanejo y Acapulco.
Quintana Roo no estaba entre las zonas inseguras del país antes de la última guerra de clanes. El referente cercano más negativo es Acapulco, un destino estrella que murió precisamente por la inseguridad. “Es importante tomar medidas para que no se hable de Quintana Roo como en su momento de Acapulco. Hubiera podido ser igual pero se está trabajando para que no ocurra aquí lo mismo que allí. La experiencia ha servido para no cometer los mismos errores”, afirma Rosselló.
Acabar con el clima de inseguridad es fundamental, aunque los turistas no se vean amenazados ni haya habido víctimas entre ellos, “pero la delincuencia común se aproxima a la zona porque hay desorden, no atacan a las personas pero sí han intentado entrar en hoteles para acceder a las cajas”, explica. Restaurantes y centros de ocio de pequeñas empresas mexicanas pagan dinero para que no les ataquen, es un viejo sistema que se sigue utilizando. Esto no ocurre en los hoteles, dice Rosselló, “porque es un mercado que quieren proteger, les interesa que haya turistas y que el turismo funcione”, y está claro que las cámaras instaladas y la policía unificada también están funcionando.
Uno de los objetivos es acabar también con la corrupción dentro de la policía, y el mando único bajo la autoridad militar está funcionando en Quintana Roo
Falta promoción
Así, los ingresos del impuesto de hospedaje han tenido que ser redirigidos hacia la seguridad, y no es que la promoción vaya sobrada, precisamente. La desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), en diciembre pasado (ver: Desaparece el Consejo de Promoción Turística de México), “fue un golpe duro”, dice Rosselló. “Puedo entender los motivos porque no estaba claro a dónde se iba una parte importante del % dedicado a promoción, pero la promoción de la marca no puede desaparecer”, afirma, como ha ocurrido.
Y ese es otro problema: la política proteccionista del Gobierno de Trump, que potencia los viajes interiores de los estadounidenses. Aunque el warning de seguridad respecto a México y la zona de Quintana Roo no ha subido de nivel en un tiempo, sí se revisa cada medio año y ello da pie a los medios estadounidenses a poner de relieve la situación en la zona. “Necesitamos un gran acuerdo estatal de promoción turística para combatir las noticias falsas que contínuamente salen en EEUU. Sólo podemos combatirlas con promoción”, asegura Rosselló.
La falta de promoción, la política de Trump en cuanto al turismo, el warning y las noticias falsas sobre el destino, y los problemas reales de seguridad han llevado a la pérdida de 389.000 plazas aéreas a Cancún en relación al año pasado, 350.000 de las cuales se han perdido con Estados Unidos
Crecimiento descontrolado
Pero ni la inseguridad ni el sargazo han desincentivado las inversiones en la zona.
“A corto plazo el crecimiento puede ser excesivo -aduce Ramón Rosselló-, además no son capaces de llegar a un acuerdo federal y estatal en cuanto a los pisos de alquiler turístico”. Explica que hay en Quintana Roo 30.000 pisos de alquiler turístico, y están autorizadas en los diferentes municipios del estado más de 25.000 nuevas plazas hoteleras en dos años, de empresas españolas, mexicanas y canadienses. El peligro de crecimiento excesivo es claro.
Esta misma semana la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México ha autorizado la construcción, en el boulevard Kukulcán, de un complejo de 3.000 habitaciones, el Hotel Grand Island Cancún, del grupo mexicano BVG World.
“Uno de los problemas es que los municipios van autorizando crecimientos sin tener en cuenta que antes son necesarias infraestructuras, y eso en zonas cualificadas de crecimiento sostenible, como Tulum”, explica. “El auténtico problema es la proliferación de pisos sin control”, asegura, “y si no se consigue un acuerdo a nivel estatal y federal, ya será la tormenta perfecta”.
La marea del sargazo
La última de las plagas es la del sargazo, un alga que desde 2014 llega masivamente a las playas a causa de la crisis climática y las temperaturas más elevadas del agua del mar. El sargazo baja desde Brasil hasta el Caribe, y se reproduce con extrema facilidad gracias a los vertidos de la minería, la agricultura y la ganadería, a la deforestación, a la sobreexplotación hotelera en la región del Caribe y la mala gestión de aguas residuales. El 38% de las aguas residuales de Quintana Roo no son tratadas, según la Comisión Nacional del Agua. Los científicos calculan que desde junio de 2018 hasta hoy se ha perdido el 40% de los corales del caribe mexicano debido a los efectos del sargazo en la zona.
Hasta ahora la lucha contra el sargazo se ha hecho a pequeña escala, explica Rosselló, “principalmente desde la industria hotelera que intenta mantener las playas limpias para los turistas”, con un coste anual que supera los 350.000 dólares por complejo hotelero, pero también dice que “hacen falta fondos federales para impedir que el sargazo llegue a la costa”. Algo que de momento, no se ha conseguido.
Cae la confianza de EEUU y Canadá en Cancún
Según el Índice de Percepción de Seguridad (PSI) de Mabrian Technologies, todos los mercados menos el español (+5,9%) perciben en Cancún un descenso de la seguridad, especialmente EEUU (-4,9%) y Canadá (-6%). Estados Unidos, su principal mercado, pierde además en 2019 conexiones aéreas con el destino (-7,5%), aunque las plazas ofertadas se incrementan desde los otros mercados: español (+12,3%), británico (+5,2%), francés (+15,4%) y alemán (+3,6%).
República Dominicana (+17,5%) y Jamaica (+5,8%) le están ganando el pulso a Cancún en el mercado estadounidense, aunque para el mercado alemán (+3,6%) este destino es el único del Caribe que crece en plazas aéreas. Las buenas cifras de los mercados europeos no compensan la caída de su principal mercado.
El lobby hotelero español en el Caribe
Inverotel reúne a 15 grupos hoteleros, todos españoles salvo uno, estadounidense: AMResorts (Apple Vacation-ALG).
Es el lobby creado por estas empresas para defender sus intereses frente a los poderes públicos de México, federales y estatales, en el Caribe. Al cierre de 2018 la asociación reunía en el Caribe 240 hoteles, 107.000 habitaciones y 95.000 empleos.
Puede descargarse el artículo completo de la revista de julio-agosto en este enlace
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