La ocupación turística en la Costa Brava bajó un 10 un por ciento el pasado verano respecto al mismo periodo del año anterior, según un estudio de la patronal de Girona FOEG y "La Caixa". Estos datos contradicen las cifras que el lunes dio la Generalitat, según las cuales la ocupación aumentó un 17 por ciento en todo el 2002.
La ocupación turística en la Costa Brava bajó un 10 un por ciento el pasado verano respecto al mismo periodo del año anterior, según un estudio de la patronal de Girona FOEG y "La Caixa". Estos datos contradicen las cifras que el lunes dio la Generalitat, según las cuales la ocupación aumentó un 17 por ciento en todo el 2002. La caída afecta al turismo nacional y extranjero, según el informe, cuyo autor, Albert Puigdemont, dijo que se basó "en los datos que proporciona el INE". El vicepresidente de la FOEG, Joaquim Caula, explicó que "la percepción del sector turístico no es la misma que ofrecen las estadísticas de la Generalitat". "Desconozco dónde está el problema --añadió-- pero cuando hablas con los empresarios reconocen que la temporada no ha sido para lanzar cohetes". El Patronat de Turisme Costa Brava Girona relativizó los datos de la FOEG ya que, según su presidente, Carles Páramo, "sólo hacen referencia a la época de verano y no a todo el año como reflejan las estadísticas de la Generalitat". Pese a ello, dijo que "lo que más importa es observar si el gasto medio originado por los turistas ha sido inferior, y en este caso las estadísticas demuestran que, pese al descenso de visitantes, los ingresos turísticos han aumentado ligeramente".
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