Cómo luchan contra el sargazo en las playas de Cancún y Riviera Maya
Lo hacen voluntarios y personal contratado por los hoteles, ante unas autoridades desbordadas
Publicada 28/07/19Desde junio de 2018 hasta hoy, los científicos calculan que se ha perdido el 40% de los corales del Caribe mexicano debido a los efectos del sargazo en la zona. En un estudio publicado a principios de julio por la revista Science sobre el crecimiento del sargazo en los últimos años, se hacía patente el gran puente de algas flotantes de más de 8.000 kilómetros que une el Golfo de México con la costa africana. Una enorme isla de algas que incluso tiene nombre: Gran Cinturón de Sargazos del Atlántico (GASB por sus siglas en inglés). El sargazo es uno de los retos a que han de hacer frente los destinos turísticos más populares de México, en el estado de Quintana Roo, Cancún y Riviera Maya, y en general todo el Caribe mexicano, República Dominicana y Jamaica. Una plaga cuya eliminación puede costar 350.000 dólares anuales a los complejos hoteleros de las zonas afectadas.
Los científicos han estado haciendo un seguimiento del sargazo, por satélite, durante los últimos 19 años, según recogía el diario Vozpópuli. El espectrorradiómetro MODIS instalado en los satélites Terra y Aqua ha registrado imágenes de la evolución del sargazo durante todo este tiempo, y ha detectado cómo los afloramientos de algas han crecido de forma alarmante en la ultima década, con un máximo histórico registrado en 2018, fecha en que se formó el Gran Cinturón, de 8.850 kilómetros de largo y una biomasa estimada de más de 20 millones de toneladas.
Al parecer, según las observaciones registradas, el sargazo mantenía un patrón anual de crecimiento estable, empezando en primavera en el Golfo de México y llegando al mar de los Sargazos en otoño siguiendo las corrientes hacia el este. Sin embargo, en 2011 algo cambió, cuando aparecieron grandes cantidades de algas en el Caribe y el Atlántico ecuatorial.
Los efectos del sargazo en la costa son variados, y no afectan sólo al turismo. El incremento anormal de la masa de algas hace que éstas se depositen en los fondos y sobre las colonias de coral, literalmente ahogándolos. De ahí que los científicos digan que un 40% del coral de los fondos marinos del Caribe mexicano haya desaparecido desde 2018.
Lo peor es que la causa de este gran incremento de algas y su llegada masiva a las playas somos nosotros. La crisis climática y las temperaturas más elevadas del agua del mar, los vertidos de la minería, la agricultura y la ganadería, la deforestación, la sobreexplotación hotelera en la región del Caribe y la mala gestión de aguas residuales son sus causas principales.
El 38% de las aguas residuales de Quintana Roo no son tratadas, según la Comisión Nacional del Agua
Hasta ahora la lucha contra el sargazo se ha hecho a pequeña escala, ha explicado a HOSTELTUR Ramón Rosselló, gerente del lobby de los hoteleros españoles en la zona, Inverotel: “Principalmente desde la industria hotelera que intenta mantener las playas limpias para los turistas”, con un coste anual que supera los 350.000 dólares por complejo hotelero, pero también dice Rosselló que “hacen falta fondos federales para impedir que el sargazo llegue a la costa”. Algo que de momento, no se ha conseguido.
Un miércoles del pasado mes de mayo se vivió en Cancún un día crítico: 900 voluntarios, sobre todo estudiantes de secundaria y habitantes de la zona, recogieron más de 60 toneladas de sargazo en las playas. Cancún tiene 22 kilómetros de playas en la costa del Caribe mexicano. El gobierno del municipio Benito Juárez, donde está Cancún, informó que entre abril y mayo fueron recolectados unos 800 metros cúbicos de esta alga, equivalente a unos 120 camiones. Las jornadas de voluntariado se repiten durante toda la temporada (Ver: Sargazo: jornada crítica en Cancún).
Y es que las autoridades se ven desbordadas, por lo que la limpieza de las playas recae en manos de los voluntarios y de las cadenas hoteleras con establecimientos en la zona.
El Grupo Piñero tiene un plan
Un ejemplo claro es el hotel Luxury Bahía Príncipe Akumal, en Riviera Maya. "Toda la playa que ocupa este complejo hotelero es limpiada cada mañana por los trabajadores, que van a tope. Deben ser trabajadores contratados por el Bahía Príncipe, porque vas a las playas de otros hoteles y ves que están llenas de sargazos”, aseguraba esta semana una turista española a HOSTELTUR. Otras playas que también están limpias son las de acceso restringido a los buceadores, a las que se paga por acceder.
Además de los turistas, quienes viven a diario las consecuencias del sargazo son las tortugas, que debido a la acumulación de algas no pueden acceder a la arena para desovar. El hotel tiene en cuenta esta circunstancia y, además de impedir que llegue el sargazo a la playa y limpiarla, tienen controlados los puntos donde las tortugas desovaron, lugares que son rodeados con una red y de los que se avisa a los bañistas. Esto también hace posible que al nacer, las pequeñas tortugas puedan dirigirse al mar a través de la arena sin econtrar obstáculos.
Y es que el Grupo Piñero ha puesto en marcha un Plan de Gestión Integral del Litoral en los tres destinos del Caribe en los que operan sus hoteles, que le ha permitido reducir mediante barreras el impacto del sargazo. El plan se ha llevado a cabo en la costa donde se sitúan los hoteles Living Resorts y Bahía Príncipe del grupo en México, República Dominicana y Jamaica (Ver: Bahía Príncipe pone barreras al sargazo en la Riviera Maya).
Uno de los sistemas implementados es una barrera para frenar el sargazo que en sus primeras semanas de funcionamiento ya ha reducido en un 95% la presencia de las algas en las playas mexicanas en que están enclavados los cuatro resorts de Bahía Príncipe en la Riviera Maya, uno de los grandes problemas ambientales de la zona y uno de los tres grandes retos a los que se enfrenta destinos como Cancún.
En concreto, se trata de un sistema no invasivo, respetuoso con la fauna y flora marina, que cuenta con los materiales y tecnologías más sofisticadas, así como con un equipo multidisciplinar de biólogos marinos, oceanógrafos, ingenieros y buzos de una compañía naviera con más de 20 años de experiencia en trabajos de mantenimiento, logística y servicios marítimos
El proyecto ya está desplegándose en México, República Dominicana y Jamaica mediante actuaciones en tres ámbitos: las dirigidas a la preservación de las playas mediante la reducción de la erosión, preservar el sistema dunar y su vegetación y gestionar las infraestructuras ubicadas en el medio litoral y los residuos generados en su contexto.
Otras medidas están orientadas a la protección del sistema acuático –que abarca el cuidado de la flora y fauna marina, la preservación de la calidad del agua o la promoción de la pesca sostenible– y las medidas de sensibilización y educación a las comunidades próximas al mar.
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