Sí, todo lo referente al Brexit puede ir incluso a peor
El día 31 de octubre el Reino Unido saldrá de la Unión Europea sí o sí y sin pagar
Publicada 27/07/19- Boris Johnson piensa irse sin pagar de la Unión Europea y asegura que el 31 de octubre se cumplirá el Brexit como sea
- Los militantes conservadores sólo renunciarían al Brexit para evitar una cosa: que el laborista Jeremy Corbyn fuera primer ministro
- En su primer discurso como primer ministro, Johnson sólo tuvo palabras para los partidarios del Brexit duro y se olvidó del resto
Análisis/ Desde este pasado miércoles, Boris Johnson es el primer ministro del Reino Unido. Fue uno de los impulsores del referéndum para la salida de la Unión Europea, y aunque luego se apartó con Theresa May al timón, nunca ha cambiado su punto de vista más que euroescéptico. Ahora, como primer ministro, ya ha anunciado que saldrán de la UE con o sin acuerdo, y que sus socios europeos se vayan olvidando de cobrar los 45.000 millones de euros que se deben... el nuevo inquilino de Downing Street ha dicho que el 31 de octubre estarán fuera de la UE sí o sí.
Boris Johnson es el primer ministro del Reino Unido sin haber pasado por unas elecciones y sin que le haya elegido nadie. Bueno, esto no es totalmente cierto, le ha elegido menos del 0,3% del electorado, o sea, los militantes del partido conservador, a quienes ha dirigido sus mensajes en las últimas semanas, sin ninguna intención, al parecer, de convertirse en el primer ministro de todos los británicos, sino de un público ya convencido a favor del Brexit y además, bastante radical. Lo han elegido en las primarias de su partido: 100.000 militantes conservadores.
Según recoge el analista político Enrique Feás en el diario Vozpópuli, una encuesta de YouGov realizada a mediados de junio entre los miembros del partido conservador de Johnson, muestra cómo la "inmensa mayoría" de los afiliados quieren el Brexit por encima de todo, literalmente: "Un 63% aunque Escocia abandonase el Reino Unido, un 61% aunque se produjese un daño considerable a la economía del Reino unido, un 59% aunque Irlanda del Norte abandonase el Reino Unido, y un 54% aunque se destruyese el Partido Conservador". Es algo que da una idea bastante aproximada de la radicalidad de los apoyos del nuevo primer ministro, y por lo tanto, de lo que esos apoyos esperan de él.
¿Saben ustedes para evitar qué cosa, solamente, renunciarían al Brexit los miembros del partido conservador? Suena a broma, tras leer todo lo anterior, pero no lo es. Según el mismo artículo de Feás, renunciarían al Brexit sólo para evitar que el laborista Jeremy Corbyn fuera primer ministro. Por cierto, que el líder laborista ya ha anunciado que va a pedir un segundo referéndum, con la esperanza de revertir el resultado del primero.
Curioso, además, si tenemos en cuenta que la mayoría de partidarios del Brexit quiere un Brexit con acuerdo, tal y como se ha visto en repetidas ocasiones en el Parlamento británico.
Las mentiras del referéndum
Feás destaca que Johnson volvió a repetir las mismas mentiras, en campaña, que cuando el referéndum: "Desde el dinero que se ahorrará el Servicio Nacional de Salud, hasta la supuesta facilidad para hacer nuevos acuerdos comerciales, pasando por las “soluciones alternativas” a la frontera irlandesa o la inocuidad de una salida sin acuerdo gracias al artículo 24 del GATT –que permite efectivamente adelantar la supresión arancelaria entre dos socios comerciales, pero cuando haya una negociación muy avanzada, no cuando le dé la gana a uno de ellos–. Ni siquiera a la hora de mentir han sido originales". Boris Johnson atrasa nuestros relojes y volvemos al momento cero del Brexit, justo tras el referéndum.
Por supuesto en su primer discurso como primer ministro no se refirió para nada a los millones de británicos que están en contra del Brexit, ni siquiera a aquellos que no optan por salir de la UE a cualquier precio, aunque su preferencia sea, igualmente, salir.
A las pocas horas de estar en el 10 Downing Street, y por si había alguna duda respecto a qué tipo de primer ministro sería, Boris -sin apellido, como al parecer le llaman en el Reino Unido- hizo sus primeros nombramientos: dos políticos marcadamente eurófobos (ya ni euroescépticos) para las carteras del Tesoro y de Interior. Los demás nombramientos han recaído también en algunos políticos partidarios del Brexit y que en mayor o menor medida han estado activos en los gobiernos de Theresa May. Sin embargo, la mayoría de miembros del gabinete de May, los que no dimitieron, fueron despedidos por el nuevo líder.
En resumen, Boris ha dejado claro que se irán el 31 de octubre como sea, a cualquier precio, y que además piensa irse sin pagar, aunque se trate de deudas pendientes y de obligado cumplimiento con Bruselas. Lo de Irlanda tampoco parece preocuparle. ¿Va a tener que cambiar de discurso ahora que ya es primer ministro? ¿Cuál será el papel de Europa si el Reino Unido se va por las bravas? ¿Y si pide una nueva prórroga? La sensación de déjà vu continúa.
"Quienes apuesten contra Gran Bretaña van a perder hasta la camisa. Vamos a implementar el resultado del referéndum, y el 31 de octubre estaremos fuera de la UE. Ya basta de dudas, de pesimismo y de indecisión. Es hora de actuar”, dijo en su primer parlamento al pueblo británico el nuevo primer ministro, según recogieron varios medios
Está claro que cuando se refiere al Brexit, efectivamente todo puede ir, siempre, a peor.
Aunque también nos lo podemos tomar con humor, como Larry the Cat, el supuesto perfil de Twitter del gato Larry, habitante de Downing Street desde hace 12 años, que ha visto pasar a varios primeros ministros por "su" casa.
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