La recuperación económica de España y el turismo
Publicada 29/01/13
¿Cómo puede el turismo ayudar a mejorar la situación del empleo en España? ¿Qué mejoras, cambios, apuestas requiere el sector para ser clave en la recuperación económica del país? A todo ello se refiere en este post Manuel Figuerola Palomo.
El pasado día 23 de enero, en un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum, celebrado en el Hotel Ritz de Madrid, el Secretario General de la OMT, Señor Taleb Rifai, aparentemente lleno de entusiasmo y muy convencido de lo que decía, en función de su expresión y tono, proclamaba que por cada 100 puestos de trabajo que directamente generaba el turismo, esta actividad indirectamente generaba 140. Es decir, según las fuentes por él citadas, la OIT, el coeficiente multiplicador del turismo era igual a 2,40.
El papel del turismo
Considerando mi experiencia en numerosos ejercicios de valoración económica, que fija el multiplicador de la producción turística en el caso de España, en un valor próximo a 1,75, podría decirse, que si se añaden las actividades productivas ligadas a la inversión, y sucesivamente, si se tienen en cuenta los efectos inductores de las rentas salariales del empleo turístico, junto con el papel de las rentas del capital turístico, retornables al sistema económico, es fácil hacer coincidir ambos coeficientes. Como consecuencia se podría afirmar el gran papel que ha jugado, juega y debe jugar el turismo y su desarrollo en la aportación de trabajo a un sistema económico que lamentablemente, se aproxima inexorablemente a la fatídica cifra de seis millones de parados.
Creo sin menor atisbo de duda que el mayor y primer problema que tiene España y su sistema económico es el fuerte desempleo que crece y crece; desajustando progresivamente su estructura social. Afectando gravemente el bienestar, peligrosamente la estabilidad política e injustamente a una parte muy importante de la sociedad española. Es por ello, que los gobernantes de la nación han de asumir con vehemencia que no es el momento de alcanzar otros objetivos que no sean la reducción inmediata, intensa y estratégica del paro. Reducción necesaria, aunque se considere prioritaria, fundamental e instrumental la superación del déficit, la amortización de deuda, junto a la reforma del sistema financiero y la reforma laboral.
Situación del empleo
La situación a la que ha llegado la demanda de empleo y la atonía o debilidad de la oferta de trabajo no es soportable, aun considerando, que para lograr superar la crisis y resolver los problemas que la acompañan, sea imprescindible conseguir primero aquellos objetivos que el gobierno considera primarios. La realidad nos muestra que el sistema no puede seguir soportando una situación en la que seis millones de personas, todos los días, o todos los minutos del día, se ven angustiadas por una obsesión de incapacidad, desaliento y abandono, que les lleva sin duda a la desesperación y al pesimismo.
Es por ello, sin imaginar o conjeturar, que la interrelación de hipótesis verídicas nos pueda conducir al espejismo, si creemos que, una verdadera, firme, creíble, creativa e innovadora política turística en España puede y debe conducir a paliar al menos una parte significativa de ese desempleo, que ya no se soporta. Puede demostrarse, que es el turismo uno de los factores determinantes y eficientes para conseguir a medio plazo, no más de tres años, incorporar directa e indirectamente más de 400.000 puestos de trabajo. Solo debemos crecer en turismo en términos constantes, anualmente el 7 por ciento.
Estrategias de oferta y de demanda
Hay que considerar, que la política que se reclama es una actitud que contempla conjuntamente estrategias desde la oferta y desde la demanda. En ese sentido, partiendo del hecho de que existe una fuerte desocupación de la capacidad receptiva, bien por efecto de la estacionalidad, bien por causa de una monótona política de producto, bien por un escaso esfuerzo creativo o de innovación, o bien porque en conjunto no existe un verdadero convencimiento del carácter estratégico del turismo como motor o tractor del despegue o desarrollo, como en el pasado, hay que reconocer, que la potencialidad de la oferta y sus recursos es infinita, aun a pesar de haber sido muy maltratada desde los recortes presupuestarios.
Desde la demanda nos encontramos con resultados conseguidos en los últimos años mediocres. Por ello es fácil superar el modelo que se simula y se considera posible de alcanzar. Permitiendo afirmar que no se basa en crecer por crecer. Es decir, que podría mantenerse la hipótesis de aumentar el número de movimientos turísticos (turistas y excursionistas desde el segmento internacional) y viajes desde la componente del turismo interior, solo el 50% de lo que se estima por la OMT, que va a ser el incremento del turismo mundial en los próximos diez o veinte años, para lograr superar el objetivo del incremento de la demanda en términos de personas.
¿Cómo hacer que crezca el gasto turístico?
Considerando lo señalado alguien puede hacerse las preguntas ¿dónde pues está el crecimiento del 7% anual, alcanzable durante los próximos años? ¿Cómo pues –siempre en términos constantes- se podrá pasar de un gasto turístico de casi 120.000 millones de euros (turismo extranjero y doméstico) en el año 2012, a 147.000 millones de producción directa? ¿Cómo pues se llegará a 260.000 millones de euros de producción total (directa e indirecta), sin considerar también la influencia posible de la FIB de capital fijo turístico?
Sin desear descubrir secretos técnicos o estadísticos, ni tampoco alardear de la estimación de un modelo que ha funcionado desde hace más de 30 años para conocer la verdadera repercusión del turismo en la riqueza española, sí señalaré la relación de factores que son componentes del crecimiento del 7% de aumento anual del gasto turístico. Con incrementos todos ellos nunca superiores de media 2,5 % cada año.
a. Aumento medio de la demanda global (movimientos del turismo interior y exterior)
b. Elevación de la estancia media hasta alcanzar la del año 2000
c. Incremento del gasto medio por efecto de la mejora de la estructura turística (nuevos productos, ajuste por modalidades, reequilibrio estacional, categorización, reducción relativa del turismo residencial, etc.)
Se puede comprender con facilidad, que una implicación de todos los sujetos del sistema, pero ahora de manera integrada y con mayor compromiso en el cumplimiento de los roles. Comportamiento en donde el capital social, intelectual y relacional se reconozca, hará bastante viable los objetivos anteriormente señalados.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.