Los cuatro retos a los que se enfrenta el sector y cómo afrontarlos
Disrupción, hipercompetitividad, volatilidad y el futuro del empleo
Publicada 18/09/19- Ante este mundo volátil las empresas deben aplicar modelos ligeros y flexibles, diversificarse y protegerse contra la ciberdelincuencia
- El turismo es más resiliente al impacto de la tecnología por su alto componente humano, pero acabará afectando a la prestación del servicio
- También resulta clave ofrecer una experiencia diferencial, no sólo al cliente sino también al empleado para que esté hipercomprometido
Jorge Schoenenberger, socio director de Deloitte para los sectores de Turismo, Hoteles, Ocio y Transporte en España y EMEA (Europa, Oriente Medio y África), ha enumerado en el Travel Innovation Summit, organizado por Top Seeds Lab y Deloitte en Madrid, los cuatro grandes retos a los que se enfrenta el sector turístico, aconsejando qué deben hacer las empresas para afrontarlos.
Disrupción
Y es que, según ha señalado Schoenenberger, “la cadena de valor se está rompiendo”, aunque otros ponentes que han intervenido en el evento como Manuel Butler, director ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo (OMT), han certificado que ya está rota. Por ello el directivo de Deloitte ha sugerido que “las empresas revisen sus propuestas de valor, potencien su imagen de marca, inviertan en datos para poder ofrecer una oferta lo más personalizada posible, ejecuten un cambio de modelo de relación con el consumidor maximizando el diálogo con él durante todo el año, apuesten por la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) como elemento imprescindible para ser sostenibles a largo plazo, además de implicarse en ecosistemas de innovación”.
Hipercompetitividad
Ganar escala, en palabras de Schoenenberger, “resulta ya casi imprescindible, así como acometer la necesaria transformación digital y la excelencia en la gestión de precios, que suele ser lo más difícil”.
Volatilidad y riesgos crecientes
Las empresas, según el directivo de Deloitte, “deben aprender a gestionar la volatilidad porque estamos en medio de una tormenta perfecta generada por la incertidumbre del Brexit, las tensiones entre globalización y localización, la guerra comercial con China, los desastres naturales, etc. Ante un mundo volátil como éste las empresas para sobrevivir deben gestionarse con modelos ligeros y flexibles, diversificar el negocio y protegerse contra la industria de los ataques de los ciberdelincuentes”.
Futuro del empleo
Como ha destacado, “la mayoría de los empleos que conocemos cambiará con la irrupción de la tecnología, y eso que el sector está siendo más resiliente al impacto por su alto componente humano, pero acabará afectando a la prestación del servicio. Por eso las empresas deben prepararse para los cambios, analizar qué puestos desaparecerán y cuáles nuevos se van a necesitar. Para ello es necesario contar con el compromiso del personal para prestar un servicio diferencial, y gestionar el talento porque los directivos del futuro no serán como los del pasado, necesitarán nuevas habilidades”.
Estrategia de transformación
Teniendo esto en cuenta, Schoenenberger ha citado las claves de la estrategia de transformación que deben acometer las empresas, aplicando la innovación a toda la cadena de valor:
- Todo lo que pueda digitalizarse, digitalízalo.
- Intentar aplicar modelos de suscripción, pues son los de más éxito.
- Modelo de uso porque los ciclos de vida del producto se acortan.
- Ultrapersonalización.
- Transparencia en la información.
- Modelo a la demanda.
- Desintermediación.
- Los procesos se centran en el dato.
- Procesos móviles.
Claves para tener éxito
El directivo ha subrayado los elementos básicos para tener éxito en este proceso: “Ser el mejor en costes, contar con un modelo operativo flexible (mínima estructura con máximo valor), y disponer de la mejor información del cliente final para conocerle en profundidad, aunque eso requiera una inversión importante”.
Aparte de estos factores clave, ha detallado “otros más sofisticados, pero es donde está el éxito, como ofrecer una experiencia diferencial, no sólo al cliente sino también al empleado para que esté hipercomprometido con el negocio, y a los socios; es un intangible imprescindible para sobrevivir; tener un impacto social positivo, otro valor intangible que garantiza el futuro de la empresa porque si no lo tiene desaparecerá; además de potenciar los valores intangibles de la marca”.
Schoenenberger ha resumido en dos las claves para tener éxito: “Hacer economías de escala y poner en valor los intangibles”.
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