"La crisis de Thomas Cook confirmará el buen hacer del turismo español"
La quiebra de Thomas Cook, vista desde la Oficina Española de Turismo en Londres
Publicada 25/09/19- "La quiebra de Thomas Cook rompe de modo importante el incremento de asientos hacia los destinos españoles"
- Las empresas Thomas Cook están en “liquidation” y varias firmas han sido nombradas como “administradoras”
- Las "administradoras" distribuirán lo que obtengan con la venta de activos de acuerdo con un complejo procedimiento
La quiebra del grupo turístico británico Thomas Cook ha provocado un terremoto en la industria turística global y justo en el epicentro de dicho seísmo, en la capital del Reino Unido, los intereses del sector turístico español están siendo defendidos por la Oficina Española de Turismo en Londres, dirigida por Javier Piñanes.
¿Qué consecuencias puede tener la quiebra de Thomas Cook sobre la situación que se espera tras el Brexit, qué impacto acumulado puede suponer?
Todo el proceso del Brexit está generando continuas incertidumbres y, sin duda, esta quiebra no contribuye precisamente a tranquilizar a la clientela.
Si finalmente se confirma una posible extensión de la fecha de salida a 31 de enero, lo más probable es que se reproduzca lo ocurrido este mismo año, con un previsible parón en las reservas en los meses inmediatamente anteriores (especialmente diciembre y enero que, por otra parte, son meses pico en la demanda para la temporada de verano) y un posterior relanzamiento de las mismas en los meses siguientes.
España, en este sentido, ha aguantado bien una situación similar en este año 2019.
Lo que sí es cierto es que esta quiebra rompe de modo importante el incremento de asientos hacia los destinos españoles previsto tanto para la inminente temporada de invierno como para el total del año 2019, ya que desaparece del mercado y de modo repentino para estos últimos tres meses del año un volumen importante, que estimamos en casi 300.000 asientos.
El efecto más relevante del Brexit a corto plazo será esencialmente el económico. Si la libra continuara perdiendo valor frente al euro, nos podríamos encontrar en un escenario de menor poder adquisitivo del potencial turista británico, que se reflejaría en posibles renuncias a vacaciones, contención del gasto y reducciones de estancias.
¿Cuál ha sido la prioridad de la OET de Londres durante el primer día tras la quiebra de Thomas Cook?
Sin duda, la de informar puntualmente de todo lo que ha venido sucediendo en las horas inmediatamente anteriores a la confirmación de la quiebra y las derivaciones posteriores, con seguimiento continuo de todo lo que se viniera declarando desde la propia compañía Thomas Cook, Gobierno británico, CAA Autoridad de Aviación Civil, medios de comunicación, etc.
Todo ello en continua comunicación con nuestra Secretaría de Estado de Turismo, Embajada de España en Londres, ABTA, Autoridad de Aviación Civil y sector hotelero español, esencialmente con CEHAT. También ha habido intercambio de información con representantes de algunos destinos turísticos españoles especialmente afectados por la quiebra.
"El comportamiento de los profesionales y hoteleros españoles siempre ha sido ejemplar, así como su talante cooperador con las instituciones británicas, españolas y clientela en casos de crisis"
Las patronales hoteleras de Canarias han pedido a sus asociados "serenidad" y profesionalidad para que, durante el proceso de repatriación de los turistas afectados, la imagen del destino no se vea afectada por malas prácticas, "tal y como está ocurriendo en otros destinos no europeos" ¿Esta crisis puede ser una oportunidad para mostrar a los consumidores británicos el buen hacer del turismo español incluso en los momentos más complicados?
El buen hacer del turismo español es algo sobradamente reconocido entre el sector profesional turístico y la clientela británicos y no me cabe la menor duda de que tendrán ocasión de comprobarlo y confirmarlo una vez más en este caso.
El comportamiento de los profesionales y hoteleros españoles siempre ha sido ejemplar, así como su talante cooperador con las instituciones británicas, españolas y clientela en casos de crisis, como ya se pudo demostrar en las quiebras de las compañías británicas Lowcost Holidays (julio 2016) y Monarch (octubre 2017).
¿Qué tipo de procedimiento se abre a partir de ahora en el Reino Unido para que los proveedores a los que Thomas Cook debe dinero (hoteles, aeropuertos, etc) lleguen a cobrar en el futuro; se ha nombrado ya un administrador concursal para ir pagando a empleados, empresas, etc?
Las empresas del Grupo Thomas Cook están en “liquidation”, lo que quiere decir que las firmas que han sido nombradas como “administradoras” de la quiebra tratarán de obtener el máximo dinero posible de la venta de activos de aquéllas para poder pagar a los acreedores.
KPMG ha sido designada como la empresa encargada de liquidar los activos de la compañía de Retail (las 550 tiendas que vendían viajes a pie de calle) y los de la de mantenimiento de aviones. KPMG ya ha indicado que su prioridad inmediata será proporcionar soporte y asistencia a los empleados que se han quedado sin trabajo.
La consultora Alix Partners ha sido, por su parte, la designada para liquidar los activos de la línea aérea y de las compañías de turoperación.
Estas empresas distribuirán lo que obtengan con la venta de activos de acuerdo con un complejo procedimiento que establece el siguiente orden de prioridad para el cobro de deudas: los honorarios y gastos de las propias empresas encargadas de la liquidación; lo que se adeude a los empleados (salarios y planes de pensiones); acreedores que tengan deuda garantizada con activos; todos los demás acreedores; los accionistas.
¿Podrán otros operadores británicos cubrir el hueco dejado por Thomas Cook; tendrán capacidad para ello, para comercializar plazas, fletar aviones, etc, en los próximos meses?
Esto es algo difícil de vaticinar y más en el corto plazo. Si tomamos como referencia lo ocurrido hace justamente dos años con la quiebra de Monarch, parece razonable pensar que pueda producirse un reajuste y una redistribución de todas las capacidades entre el resto de las compañías, de tal manera que el mercado absorberá en un proceso natural lo que es rentable y quedará fuera lo que ha demostrado no serlo.
Todo esto, lógicamente, necesitará su tiempo. En el caso de Monarch, algunos destinos españoles sufrieron un fuerte golpe por la repentina pérdida de asientos -en algunos casos muy voluminosa-, pero progresivamente se fueron recuperando en los meses siguientes con el aporte de otras compañías aéreas y turoperadores.
Muy probablemente suceda lo mismo en este caso, aunque no hay que perder de vista que los tiempos están cambiando muy rápidamente y la mayoría de los profesionales ya viene avisando desde hace tiempo de que la situación por la que está atravesando el sector durante todo el año 2019 está siendo por unas u otras circunstancias, como dicen ellos, “ challenging and tough”, un reto complicado como no se había visto antes.
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