Gestión de un destino turístico: coordinar, involucrar, optimizar

Si hay algo que está caracterizando este verano son sus temperaturas: estamos disfrutando de un plácido verano de dulces siestas y largas veladas a la luz de la luna. Noches que se alargan después de asistir a alguna representación, de los muchos festivales programados a lo largo de toda la geografía española.

En estas épocas de recortes y de pocas alegrías económicas, ningún ayuntamiento ha querido prescindir de su festival, enmarcados en el pórtico de la iglesia, en el claustro del monasterio o en las ruinas romanas del municipio; organizar un festival de verano viste.

Mi mensaje no va destinado a nadie en concreto, ni a una población en particular; sino que va destinado a todos esos políticos, técnicos de turismo, de cultura, de Bienestar social y de juventud, que aún no han entendido que un proyecto de pueblo, de ciudad, tiene que ser unitario. Todos tienen que actuar en una misma dirección, con un mismo sentido.

Rápidamente vais a comprender a lo que refiero:

El departamento de turismo es el área encargada de dinamizar una programación de verano de carácter lúdico y festivo. Sus objetivos son:

• Entretener a los más pequeños.
• Amenizar noches para los bailongos veraniegos al ritmo de “la barbacoa”, “los pajaritos” o cualquier canción estrella del verano.
• Organizar actividades para seniors, para hacer pasar el tiempo.

El departamento de cultura es la concejalia encargada de organizar programas serios, con prestigio, en emplazamientos singulares: las citas sociales del verano.

Bienestar social: son los encargados de la puesta a punto de nuestros mayores, su público objetivo. Aeróbic en la playa, Aquagim en el mar, cursos de reflexoterapia, el hombre órgano en la plaza del pueblo....

El departamento de juventud es el área encargada de dinamizar un programa de acciones dirigidas a los más jóvenes: conciertos de verano, cine al aire libre, gincamas, concursos.

Si a esto se le suma la comisión de la Fiesta Mayor, que de seguro se celebra en verano, raramente encontraremos un solo día libre en nuestra apretada, agenda estival.

Hasta aquí creo que todos estamos de acuerdo, pero........

¿Quien es la persona encargada de coordinar toda esta programación de actividades?

¿Cuál es el público objetivo de estas actividades? ¿ Locales, visitantes?

¿Hasta que punto participa y se beneficia el tejido empresarial de la población?

¿Hemos pensado como estas actividades bien gestionadas y bien comunicadas, pueden reforzar el posicionamiento de nuestro destino? ¿O se hacen sin pensar, simplemente porque toca?

Me parece intolerable que en estos tiempos de recortes no se haya aprendido a optimizar recursos tanto económicos, como humanos, que se despilfarre en la creación de mil programas impresos, que se imprima un folleto para cada programación, resultando ello en un sinfín de folletos descoordinados, que representan una cantidad impresionante de gastos tanto de diseño, como de imprenta, por no hablar de su distribución y comunicación.

A todo esto se le suma que los informadores turísticos, los profesionales encargados de informarnos, no están enterados de la mayor parte de las actividades programadas tanto por otras áreas del ayuntamiento, como por empresas privadas de la localidad.

Conclusión:

¿Tanto cuesta coordinar las propuestas organizadas por todos los departamentos, y crear un calendario conjunto donde no se solapen actos?

¿Tanto cuesta involucrar a las empresas del territorio, para dinamizar proyectos conjuntos?

¿Tanto cuesta organizar conjuntamente actividades orientadas a un mismo publico objetivo?

¿Tanto cuesta optimizar recursos...?