La inclusión digital, asignatura pendiente de las ciudades inteligentes
Publicada 25/10/19
- Las smart cities están invirtiendo mucho en tecnología pero no saben si es accesible a todos y antes deberían asegurarse de que es así
- El móvil ha supuesto un antes y un después para facilitar la accesibilidad, tanto a infraestructuras físicas como digitales
- En el futuro la tecnología conectará las infraestructuras con las personas, la ciudad será más predictiva y habrá más personalización
Las ciudades inteligentes lamentablemente están fracasando en dar acceso a las personas con discapacidad al proceso de innovación digital, ampliando la brecha existente. Así lo ha constatado James Thurston, vicepresidente de Estrategia y Desarrollo Global de G3ict, una iniciativa mundial para que las tecnologías de la información y la comunicación sean verdaderamente inclusivas. Y es que, según ha reconocido Thurston, “las smart cities están invirtiendo mucho en tecnología pero no saben si es accesible a todos y antes deberían asegurarse de que es así”. El directivo ha participado en el Congreso de Tecnología y Turismo de la Fundación ONCE que se está celebrando esta semana en Málaga.
James Thurston ha detallado los seis pilares que deben reunir las ciudades inteligentes para que sean verdaderamente inclusivas, que tienen que ver con:
1.- Su nivel de transformación, tanto digital como en el manejo de datos.
2.- Su estrategia: plan de negocio, presupuesto, liderazgo.
3.- Cultura de innovación, involucración de los ciudadanos, diversidad, transparencia.
4.- Gobernanza y proceso: estructura orgánica, medición, colaboración con otros socios.
5.- Tecnología: desarrollo de soluciones, estándares globales, división digital.
6.- Datos: soluciones de datos, división de datos.
Y eso que, como ha reconocido Francisco José Ramírez, director de Marketing de la Empresa Municipal de Transportes de Málaga (EMT), “el móvil ha supuesto un antes y un después para facilitar la accesibilidad”, tanto a infraestructuras físicas como digitales.
Y ha puesto como ejemplo la app de la EMT, en la que desde la parada una persona puede solicitar al conductor del autobús que detenga el vehículo cuando pase por ella. También tienen la opción de “Viajando junto a ti”, un proyecto en el que han colaborado con la Fundación ONCE y que facilita hacer un seguimiento del trayecto guiando por móvil a la persona con discapacidad, indicándole en cada momento dónde se encuentra. Con beacons también pueden saber si ya se encuentra subido al autobús o esperándole en una parada.
¿Hacia dónde vamos?
Víctor Calise, comisionado de la Oficina de Personas con Discapacidad del alcalde de Nueva York, confía en que finalmente consigamos salvar la brecha digital, que “la tecnología conecte las infraestructuras con las personas, por ejemplo a través de wearables”. En su opinión es fundamental que “las personas con discapacidad estén en las instituciones con competencias tomando las pertinentes decisiones”.
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, apuesta por “una ciudad predictiva, capaz de adelantarse a lo que va a pasar, con la información necesaria para proyectar a futuro patrones de comportamiento. En suma, que sea capaz de predecir lo que van a necesitar residentes y turistas. Gracias a la tecnología podremos saber si lo que estamos implantando se ajusta a los requerimientos de un ciudadano que es 360”.
En este sentido ha expuesto el proyecto Smart Citizen, con el que gracias a la implantación de beacons se podrá ofrecer a cada persona la información que necesite en el preciso momento según pase por determinado punto de contacto, ya sean personas con o sin discapacidad. “Predecir y segmentar”, por tanto, marcarán un futuro en el que “las instituciones estarán más que nunca al servicio de los ciudadanos, de todos ellos, pero más aún de aquellos con necesidades especiales”.
No en vano para Daniel González Bootello, director del Clúster Andalucía Smart City, “la tecnología debe utilizarse para un fin, que no es otro que incrementar la calidad de vida de las personas”. En esta misma línea Thurston aboga por “un mayor uso de los datos en el futuro para resolver los problemas de accesibilidad”.
Lo que está claro es que aún queda un largo camino por recorrer, como ha admitido el responsable en la materia en Nueva York, y eso que es una de las más avanzadas en este ámbito.
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