Un eco-resort en Maldivas, ejemplo de lujo ético y sostenible
Uno de los segmentos tendencia para 2020
Publicada 05/01/20- Las actividades para los clientes incluyen exploraciones educativas con expertos del entorno marino y plantación de corales con un biólogo
- Las villas están diseñadas para captar la brisa natural del océano y minimizar la necesidad de aire acondicionado
- Los equipos de biología marina y culinaria trabajan para asegurar que sólo se pesquen especies con una población local sana y sostenible
El eco-resort Gili Lankanfushi, inaugurado en 2012, reabrió sus puertas el pasado 1 de diciembre reforzando su modelo de negocio basado en el lujo ético y sostenible. Su apuesta se traduce desde en mobiliario hecho a medida por artesanos locales usando materiales suprareciclados, o de reutilización creativa; hasta actividades para los clientes que incluyen exploraciones educativas con el equipo de expertos del entorno marino y plantación de corales con un biólogo. A ello se suman las clases privadas del chef ejecutivo del complejo para aprender a cocinar con productos de temporada.
Gili Lankanfushi es pionero en turismo sostenible en las Islas Maldivas, un país que está a la vanguardia de la lucha contra la degradación ambiental y el cambio climático. La sostenibilidad es la base de su negocio, potenciando la preservación del medio ambiente y la protección del frágil ecosistema marino.
El complejo se ha comprometido a minimizar su huella ambiental mediante la implementación de iniciativas sostenibles y el seguimiento de planes de acción para reducir el uso de energía y agua, así como una gestión eficaz de los residuos. Gili Lankanfushi trabaja en estrecha colaboración con EarthCheck, el grupo líder mundial de evaluación científica, certificación y asesoramiento en turismo sostenible, del que obtuvieron la certificación de plata en 2017.
Pero lo mejor de todo es que implica a sus huéspedes con iniciativas dentro de sus programas de bienestar: además de la experiencia para buceadores de plantación de corales con un biólogo marino para apoyar The Coral Lines Project, los surferos también pueden conocer con él la vida marina.
Los clientes pueden asimismo disfrutar de un taller de elaboración de aceites esenciales para crear remedios naturales como recuerdo del resort, o llevarse las recetas con productos de temporada escritas a mano del chef Hari Govindaraj, responsable asimismo de cultivar hierbas, verduras y frutas orgánicas en el jardín, uno de los más grandes de Maldivas, que luego utiliza en su cocina.
Biólogos marinos en plantilla
Gili Lankanfushi emplea a dos biólogos marinos dedicados en exclusiva, que trabajan desde la cabaña de biología marina de la isla, Gili Veshi, el puesto de mando de todas las cuestiones que atañen a la sostenibilidad y la conservación.
Su innovador proyecto Coral Lines tiene como objetivo proteger y reponer el arrecife de la isla, mantener la biodiversidad y mitigar los episodios de blanqueamiento. La iniciativa comenzó en 2014 y el vivero cuenta ahora con 160 líneas de coral. El crecimiento de cada fragmento es monitorizado durante tres años antes de ser trasplantado en el arrecife. El éxito del proyecto ha inducido al equipo a trabajar en estrecha colaboración con otros biólogos marinos para aunar esfuerzos y ayudar a reponer los viveros de corales de otras islas.
Asimismo Gili Lankanfushi se ha comprometido a proteger y reponer las praderas de pasto marino de la isla, alimento para la población local de tortugas, además de actuar como un fuerte sumidero de carbono, y supervisa regularmente su regeneración en los alrededores del complejo. A ello se suman la eliminación de especies invasoras, el seguimiento de las mantarrayas para rastrear la población existente de estos animales y su salud, así como el rescate de tortugas marinas heridas por enredarse en redes de pesca.
Diseño sostenible
Cada aspecto de Gili Lankanfushi está diseñado teniendo en cuenta la sostenibilidad, ya que está construido con materiales autóctonos, mientras que las villas sobre el agua y los embarcaderos están sostenidos por postes telegráficos reciclados. Las villas están diseñadas para captar la brisa natural del océano, con sistemas de intercambio de calor a contracorriente y grandes voladizos en el techo para aumentar la sombra y minimizar la necesidad de aire acondicionado.
El complejo tiene una estricta política de no utilizar plástico en la isla, pero todavía se encuentra con una gran cantidad de él flotando, transportado por la corriente desde otras islas; material que recoge y lo lleva al Centro Ecológico de la isla, donde se recicla el vidrio, el plástico, el aluminio y los residuos de alimentos. El vidrio se muele y se dona como agregado, el aluminio se tritura para obtener chatarra, el plástico se clasifica y se dona a Parley Maldives, y los residuos de alimentos se transforman en compost.
Sostenibilidad social
Por otra parte, todos los artículos se adquieren localmente y a través de empresas y comunidades locales siempre que sea posible, incluido el pescado, que se captura con métodos de pesca sostenibles y se obtiene de los pescadores locales de las islas cercanas. Los equipos de biología marina y culinaria trabajan juntos para asegurar que sólo pesquen especies con una población local sana y sostenible.
Asimismo todos los anfitriones de Gili Lankanfushi reciben una formación obligatoria sobre vida sostenible para educarlos en cuestiones medioambientales, animándoles a reducir las aguas residuales y a participar en los retos de ahorro de agua en el resort, que también ofrece visitas de un día y recorridos de sostenibilidad para las escuelas locales.
Los escolares tienen la oportunidad de aprender sobre el medio ambiente a través de un ecotour y explorar el mundo natural con un telescopio en el laboratorio de Gili Veshi. El equipo también trabaja con las comunidades locales de la isla mediante donaciones a actividades de limpieza, así como a un orfanato local.
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