Primer despegue automático por reconocimiento de imágenes

La tripulación de ensayos, compuesta por dos pilotos, dos ingenieros de ensayos en vuelo y un mecánico de ensayos en vuelo, efectuó un total de ocho despegues a lo largo de un periodo de cuatro horas y media. “El avión se ha comportado según lo esperado durante estos importantes ensayos. Mientras enfilábamos la pista a la espera de la autorización de control de tráfico aéreo, conectamos el piloto automático”, ha señalado el comandante y piloto de pruebas de Airbus, Yann Beaufils.

“Pusimos las palancas de mando de gases en posición de despegue y el avión empezó a moverse y a acelerar, siguiendo automáticamente la línea central de la pista. Al alcanzar exactamente la velocidad de rotación introducida en el sistema, el morro del aparato empezó a levantarse automáticamente con el ángulo de inclinación de despegue esperado, y pocos segundos más tarde estábamos ya en el aire”.

En lugar de depender de un sistema de aterrizaje instrumental (ILS), que es la tecnología basada en equipos terrestres utilizada actualmente por aviones de pasajeros en aeropuertos de todo el mundo provistos de dicho sistema, este despegue automático se llevó a cabo con tecnología de reconocimiento de imágenes instalada directamente en el avión.

El despegue automático es un hito importante en el proyecto de rodadura, despegue y aterrizaje autónomos (ATTOL, Autonomous Taxi, Take-Off & Landing) de Airbus lanzado en junio de 2018.

ATTOL es uno de los demostradores tecnológicos de vuelo que está ensayando Airbus para estudiar el impacto de la autonomía en los aviones. Los siguientes pasos del proyecto contemplan la realización de secuencias de rodadura y aterrizaje automáticas basadas en visión por imágenes hacia mediados de 2020.

El propósito de Airbus no es fijarse como meta en sí el avance en autonomía, sino más bien la exploración de tecnologías autónomas junto a otras innovaciones en áreas como los materiales, la electrificación o la conectividad. Esto le permitirá analizar su potencial para responder a los principales retos del mañana, entre ellos, la mejora de la gestión del tráfico aéreo, afrontar la escasez de pilotos y perfeccionar las operaciones futuras.

Airbus está aprovechando al mismo tiempo estas oportunidades para mejorar la seguridad de las aeronaves, garantizando al mismo tiempo el mantenimiento de los niveles de seguridad alcanzados. Para que las tecnologías autónomas puedan mejorar las operaciones de vuelo y el rendimiento global de los aviones, será imprescindible que los pilotos sigan controlando las operaciones. Las tecnologías autónomas son primordiales para facilitar la labor de los pilotos de modo que estos no tengan que dedicar tanta atención a la operación del avión y puedan concentrarse más en la toma de decisiones estratégicas y la gestión de la misión.