Globalia esperaba de Competencia requisitos que hicieran viable la compra de Orizonia

Estas peticiones de información se produjeron hasta que el pasado jueves 13, la Comisión Nacional de Competencia (CNC) pasara el expediente de la operación Globalia-Orizonia a segunda fase, al ver posibles obstáculos en el área de turoperación. Una decisión que implica alarga el proceso dos meses más, lo que coloca a Orizonia en un estado crítico, ante lo cual solicitó el viernes acogerse a la protección contra el concurso de acreedores, ante la negativa de Globalia seguir inyectando fondos.

Y es que, tanto en Globalia y Orizonia, como en el resto del sector, la decisión de la CNC ha sorprendido, especialmente porque una entidad pública, dependiente de la Administración central, alargue hasta dos meses su decisión final, poniendo en peligro la supervivencia del grupo y los 5.000 empleos de Orizonia. Una tesitura esta última especialmente sensible para el Gobierno, en la actual espiral de desempleo.

Sede de la CNC, Madrid.

Lo que todos esperaban, como señala el presidente de Globalia, es que se hubiera producido un visto bueno con condiciones. Con una serie de requisitos que implicara el adelgazamiento de aquella área de actividad que sumara mayor dominio de mercado.

¿Despiece de Orizonia?

Ahora, y en vista de que la CNC ya ha aclarado que el problema está en la posición de dominio que adquirirá Globalia-Orizonia en turoperación (Travelplan más Iberojet), en el sector se especula con la posibilidad de que a Globalia le pudiera seguir interesando Orizonia, pero sin Iberojet ni el resto de turoperadores. Un extremo sobre el que Hidalgo ha preferido no pronunciarse.

A nadie se le escapa que, si esa opción fuera contemplada, Iberojet podría interesar a Barceló, después de haber sido el primero en intentar comprar Orizonia y dado su interés por potenciar su área mayorista.