El aeropuerto de Santiago gestionará hasta cuatro millones de pasajeros al año

La presentación llega acompañada de polémica, ya que hace sólo unos días los alcaldes de Vigo y A Coruña manifestaban su descontento por la gestión aeroportuaria de la Xunta que, en su opinión, aplica un trato de favor al aeródromo compostelano, como publicó HOSTELTUR en “El Comité de Rutas Aéreas gallego, en peligro de disolución”. Lo cierto es que Lavacolla acapara en torno al 50% del tráfico aéreo en la región, según apuntan fuentes del Ayuntamiento de la capital gallega.

La nueva terminal está compuesta por un edificio procesador y un dique de embarque que, en una primera fase de explotación, tendrá una superficie de 65.135 metros cuadrados y que alcanzará los 74.000 a pleno rendimiento. En la actualidad ocupa 23.000, por lo que las obras, en las que han participado más de 4.000 trabajadores, han supuesto triplicar la superficie de las actuales instalaciones.

El hall de facturación dispondrá en su primera fase de explotación de 22 mostradores convencionales más uno de equipajes especiales, cifra que se incrementará hasta los 40 en la configuración final, es decir, 16 mostradores más que los disponibles en la actualidad. En cuanto a la zona de embarque, se pondrán en funcionamiento 13 puertas, una más que ahora. De ellas, diez estarán asistidas por pasarelas telescópicas frente a las cuatro actuales. Los hipódromos de recogida de maletas casi se duplican, pasando de cinco a nueve, dos de ellos para equipajes especiales. La zona comercial y de restauración del nuevo Lavacolla dispondrá de casi mil metros cuadrados más, pasando de 1.859 a 2.830 en su configuración final.

Además de la nueva terminal se ha construido un edificio de aparcamiento de vehículos con cinco plantas que duplicará el número de plazas de estacionamiento de 1.700 a 3.500, con una superficie que multiplicará por cuatro la actual hasta alcanzar los 140.000 metros cuadrados. El edificio se completa con la zona de autobuses, que dispone de 12 dársenas y seis paradas.

Por otro lado, la plataforma de estacionamiento de aeronaves se ha ampliado en más de 100.000 metros cuadrados, de manera que de la configuración actual de 70.000 y 10 plazas se ha pasado a 181.000 y 28 posiciones. La nueva central eléctrica, por su parte, ofrece la potencia eléctrica necesaria para atender la demanda de toda la infraestructura.

Asimismo, el aeropuerto cuenta con un nuevo Sistema de Inspección de Equipajes en Bodega (SIEB) que permite la revisión del 100% del equipaje de bodega, en cumplimiento de las normativas europeas e internacionales, con una capacidad de proceso de 2.400 bultos a la hora.

Las actuaciones de la ampliación de la plataforma de estacionamiento de aeronaves, de la nueva central eléctrica y del sistema de inspección de equipajes en bodega han sido cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la Unión Europea (FEDER). Todas ellas han sido adaptadas para hacer de Lavacolla un aeropuerto sin barreras, totalmente accesible para personas con discapacidad, y con un mínimo impacto medioambiental, siguiendo premisas de ahorro energético e integración paisajística.