La huelga de Air Europa llega con desacuerdos entre los pilotos

La proximidad de la huelga de los pilotos de Air Europa convocada por el Sepla para hoy ha levantado voces discrepantes entre los trabajadores, que culpan al sindicato de “falta de claridad y sinceridad a la hora de informar, con verdades a medias” que han provocado que muchos se sientan “engañados y utilizados”.

Así, ante su denuncia de no haber sido informado de los servicios mínimos estipulados por Fomento, que recogía ayer HOSTELTUR en “Los pilotos de Air Europa impugnarán los servicios mínimos”, otros empleados aseguran que esos datos estaban colgados en la web de la compañía desde el viernes. “Si no se han enterado es una prueba más de que es un colectivo totalmente desconectado de la realidad”.

También acusan a sus delegados sindicales de creer que “están llamados a codirigir la empresa, a discutir, condicionar y participar en las estrategias comerciales y empresariales, a regular las condiciones de ingreso de los nuevos pilotos; en fin, a estar donde no toca porque ésa no es su labor”. Asimismo algunos de estos trabajadores llamados a la huelga denuncian las prisas en convocarla antes de la primera reunión con el presidente de la compañía, “con la aparente intención de ofenderle y provocarle”, y advierten que “nos puede hacer mucho más daño que nosotros a él”.

Otras fuentes tachan las declaraciones del sindicato de “maquinaria propagandística” y echan en cara a sus representantes la falta de compromiso con la empresa, sus clientes y sus propios compañeros, que consideran “ofensiva, insultante e indignante”. Les recriminan incluso que “estéis siempre, escrito tras escrito, insultando, despreciando, desacreditando o haciendo mofa de quien discrepe de vosotros”.

Fuentes en el seno de la empresa culpan al Sepla de “haber utilizado a la ligera el arma que el colectivo puso en sus manos hace algunos meses para negociar”, por lo que le recomiendan “sondear de nuevo la opinión del colectivo y obrar en consecuencia”. Y es que, añaden las mismas fuentes, “la actitud de enfrentamiento actual con la compañía no deparará nada bueno para nadie”. “O ponen los pies en el suelo o lo mismo se dan de bruces”, concluyen otros. “Los tiempos han cambiado… aunque quizás a 8.000 metros de altura no se den cuenta”.