Demanda retenida y sin cancelaciones a partir de mayo, aún hay esperanza

Apenas entran reservas para estancias de marzo a mayo, aunque, como ha reconocido Pablo Delgado, CEO de Mirai, “de junio en adelante hay algo más pero lejos de lo esperado, lo que augura guerra de precios en breve, si no está ocurriendo ya”.

Por su parte las cancelaciones crecen a un ritmo del 30% sobre la semana anterior, lo que según Delgado “es imposible de mantener”. A modo de ejemplo, en los tres días que van del 9 al 11 de marzo se ha cancelado el mismo número de noches que la semana anterior entera (del 2 al 8 de marzo). A este ritmo crecerá esta semana en un 70%.

Los hoteles se enfrentan a su tormenta perfecta: se han frenado las reservas y las cancelaciones se multiplican día a día.

Las cancelaciones se concentran claramente en marzo y cada vez más en abril porque cada vez queda menos tiempo. Semana Santa, subraya, “perdida. En cambio, por poner algo de luz, se ve que los clientes mantienen viva la esperanza de que esto pase y no cancelan todavía de mayo en adelante. Lo bueno es que si esta crisis se estabiliza parece que no habremos perdido tantas de las reservas recibidas”.

La duda es, sin embargo, “si todo lo perdido se podrá recuperar más adelante, lo que será algo complicado. Pero lo normal es que haya mucha demanda contenida en espera de acontecimientos al no ser una crisis económica o estructural”.

Margen para la esperanza

No obstante Delgado también incide en los pequeños rayos de esperanza que se abren para los hoteleros en el horizonte:

- “Las cancelaciones de momento se concentran en marzo y abril pero no van más allá. La demanda está a la espera de acontecimientos pero todavía muestra intención de viajar si la situación se estabiliza. Resulta clave mantener estas reservas vivas sin que se cancelen, dando a los clientes facilidades hasta el final”.

- “Todavía hay margen para el verano. El freno en la entrada de reservas puede responder a una venta contenida, con muchas opciones de recuperar si todo vuelve a su cauce. La clave está en cuánto se tardará en estabilizar la situación”.

- “Flexibilizar toda la venta y dar garantía de cancelación sin coste o modificación de fechas. Tratemos de quitar el miedo a reservar y que puedan cancelar hasta el último momento. Todo cambia por semana y la gente estará pendiente hasta última hora”.

- “Si los hoteles pueden activar el mercado local, el del mismo destino, tienen una oportunidad de recuperar algo de demanda. Es un cliente que no necesita utilizar espacios cerrados con aglomeraciones de gente como los aeropuertos para llegar a destino, y estará más propenso a viajar especialmente si es cerca. Un cliente potencial interesante podría ser el mismo de la ciudad y que, en otro momento, sería imposible plantearlo”.

- “El hotel también puede aprovechar las bajas ocupaciones para hacer reformas menores pendientes para las que nunca se tiene tiempo”.